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 ó  quat ro  pies  de  altura  ,  cubierta  de  grandes  flores  ,  cuyos  pétalos  t ienen  mucha s  
 veces  una  mancha  encarnada  en  las  inmediaciones  de  la  uña  :  las  flores  de  la  g a - 
 teada  var ían  tambi én  ,  teniendo  unas  junto  al  germen  una  mancha  casi  negra  c i r - 
 cular  ,  y  otras  c inco  c omo  gotitas  de  sangre  distribuidas  en  la  base  de  cada  pétalo.  
 E n  otros  sitios,  donde  las  arenas  forman  cuerpo  con  la  mul t i tud  de  raices  y  gramas  
 crecen  las  verbenas  of icinal  y  nodi f lora  ,  las  gencianas  menor  y  marí t ima  ,  una  eufrasia  
 nueva  con  flores  amarillas  y  hojas  rugos a s ,  aovadas  con  punta  y  dentadas,  
 el  lirio  espatulado  de  la  Ma r c k ,  la  ruda  de  jardin,  el  rinanto  t r ixágo  y  algunos  tenerlos  
 :  en  los  sitios  hí imedos  vegetan  los  juncos  sapero  y  esparcido  ,  el  l lantén  de  
 agua  ,  la  roma z a  bucefalóforo  ,  la  tapsia  vel losa  ,  la  antílide  con  hojas  de  cítiso  ,  el  
 samolo  de  agua  ,  los  llanterres  blanquecino  ,  ma r í t imo  y  lanc eolado,  c on  otras  mu - 
 chas  plantas  que  sería  largo  y  tal  v e z  fastidioso  de  nombrar .  
 FEGO,  VALLE  DE  GALLINERA,  r  BARONÍA  DE  PLANES.  
 4 1  Al  suelo  estéril  y  arenisco  que  acabamos  de  ver  se  sigue  lucia  ponient e  
 otro  feraz  y  de  los  mejores  del  r e y n o ,  que  pertenece  á  Pe g o .  El  término  de  esta  
 villa  c on  el  de  la  A d z u v i a  forma  una  herradura  ,  en  c u y o  fondo  ó  parte  o c c idental  
 está  el  mont e  del  castillo  de  Gal l ine ra  acompañado  de  otros.  D e  los  septentrionales  
 nace  la  cordillera  que  sigue  hacia  levante  c on  el  nombr e  de  Mo s t a l l a ,  y  de  
 los  meridionales  otra  paralela  ,  compues ta  de  los  l lamados  E v o  ,  Ca b a l  y  Segarría,  
 quedando  hacia  levante  una  abertura  de  una  legua  ,  y  esta  extens ión  tiene  el  tér - 
 mino  de  norte  á  sur  entre  los  de  Ol i v a  y  Sagra  con  O r b a ,  Lahua r  y  T o rmo s  ,  y  
 como  dos  leguas  de  oriente  á  poniente  entre  los  de  la  mi sma  vi l la  de  Ol i v a  y  el  
 valle  de  Gal l inera.  Ca s i  la  quarta  parte  del  término  son  mo n t e s ,  de  los  que  se  
 cultiva  la  sépt ima  parte  á  pesar  de  lo  fragoso  y  peñas  descarnadas.  Vi s t a  la  vari a  
 naturaleza  del  término  ,  se  puede  dividi r  este  en  tres  pa r t e s ,  que  son  llanuras  s e - 
 cas  ,  montes  y  marjales.  L o s  marjales  ocupan  la  parte  or i ent a l ,  que  y a c e  entre  los  
 cabos  de  Mos tal la  y  Segarría  ,  la  qual  dista  del  mar  una  legua  ,  y  solamente  tiene  
 un  quarto  de  legua  de  oriente  á  poniente.  El  suelo  se  c ompone  allí  de  tierra  n e - 
 gruzca  que  resulto  de  los  despojos  de  vegetales  nat ivos  ;  y  está  todo  cul t ivado  y  
 dividido  en  campos  por  muchos  azarbes  ,  i  donde  baxa  el  agua  y  humedades  de  
 que  abunda.  Ve n s e  los  márgenes  de  los  azarbes  cubiertos  de  granados,  y  en  las  áreas  
 de  los  campos  ademas  de  una  mul t i tud  ordenada  de  mor e r a s ,  malees  de  ocho  y  
 diez  pies  de  altura  ,  trigos  y  quantas  producciones  se  les  exigen.  Al t e rna n  con  los  
 granados  otros  varios  f rutales ,  y  por  todos  ellos  se  entretexen  las  parras  aumentando  
 la  hermosura  y  utilidad.  Po r  todas  partes  se  ve  que  el  labrador  pide  riquezas  
 á  la  tierra  ,  y  que  esta  satisface  sus  deseos.  L o s  mo n t e s ,  pr incipalmente  los  me - 
 nos  expuestos  al  s o l ,  se  v en  hasta  la  cumbre  verdes  por  la  mul t i tud  de  viñas  y  
 algarrobos  que  de  pocos  años  á  esta  parte  han  plantado  los  iiídustriosos  naturales.  
 Presentaban  ántes  un  g rupo  de  peñascos  calizos  cubiertos  de  phios  y  maleza  ;  y  
 hoy  lo  están  de  plantas  út i les ,  que  en  forma  de  coronas  suben  desde  la  raíz  hasta  
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 la  cumbre  :  por  este  medio  reduciendo  á  cul t ivo  lo  que  parecía  es tér i l ,  han  a u - 
 mentado  las  haciendas  y  la  masa  de  frutos.  Mu c h o  ha  cont r ibuido  á  mejorar  aque - 
 llos  c ampos  la  industria  y  porfiados  desvelos'  del  Señor  D o n  P e d r o  S a l a ,  que  ha  
 sabido  vencer  los  obstáculos  que  presentaba  el  sue lo,  y  los  que  la  preocupación  
 abultaba  por  falta  de  conocimientos  agrarios.  Debi e r an  los  ricos  de  cada  puebl o  
 imitar  este  e x empl o  útil  i  ellos  mi smos  y  al  Es t ado.  Aume n t a r  las  haciendas  c o n  
 nuevas  adquisiciones  lo  hacen  comunment e  los  que  tienen  dinero  ,  sin  que  por  es o  
 se  mul t ipl iquen  los  frutos  ;  pero  forzar  el  suelo  á  que  rinda  quatro  y  mas  ve c e s  mas  
 que  lo  que  producía  ,  es  dignísimo  de  alabanza  c omo  efecto  de  la  industria  ,  de  la  
 inteligencia  y  aplicación.  L a s  llanuras  s e cas ,  l lamadas  así  por  carecer  de  r iego  ,  y a - 
 cen  entre  los  marjales  y  los  mo n t e s ,  y  se  c omponen  de  tierra  roxiza  c on  mucha  
 mezcla  de  gui jo  menudo  :  los  árboles  son  allí  corpulentos  ,  y  soberbias  las  miesesj  
 lo  qual  debe  atribuirse  i  la  humedad  que  r e yna  en  lo  interior  de l  sue l o ,  receptáculo  
 de  las  vertientes  de  los  mo n t e s ,  y  al  esmero  c on  que  lo  cultivan.  Ha c e n  aquellos  
 labradores ,  á  imi tación  del  Señor  Sala  ,  cavas  generales  y  profundas  de  tres  
 pies ,  con  que  renuevan  y  me joran  la  tierra  de  los  c amp o s ,  operac ion  que  l l a - 
 man  arrabasár.  No  mort i f ican  las  moreras  c on  f reqüentes  heridas  c omo  en  las  
 huertas  de  Va l enc i a  y  Gand í a  ;  ántes  al  contrario  conservan  siempre  los  ámales  ó  
 ramos  principales  ,  que  de x an  bien  abiertos  para  que  el  sol  y  el  a y r e  entren  sin  
 obstáculos}  y  permi ten  crecer  aquellas  varas  o  ramos  secundarios  que  cont r ibuye n  
 á  aumentar  la  hoja.  A dmi r a  á  la  verdad  que  los  que  practican  má x ima s  tan  útiles  
 respecto  á  las  mo r e r a s ,  se  ha y an  descuidado  en  la  c r i a ,  corte  y  elección  de  los  
 olivos.  Mucho s  ha y  en  el  término  tan  altos  y  recogidos  ,  que  vistos  de  lejos  pa r e - 
 cen  otros  tantos  álamos.  N o  ha y  que  buscar  en  ellos  cimales  di v e r g ent e s ,  ni  e f e c - 
 tos  de  un  podador  instruido  :  por  eso  tienen  po c o  f r u t o ,  exc epto  los  ramos  e l e - 
 vados  que  reciben  los  influxos  del  sol.  Es  cierto  que  estos  ol ivos  monstruosos  son  
 hoy  dia  casi  incapaces  de  gobi e rno ,  y  lo  es  también  que  la  variedad  llamada¿'/•osál  
 no  prevalece  en  aquel  suelo  ;  pero  ya  que  en  el  término  ha y  algunos  de  la  calidad  
 de  Castal ia  » debieran  ó  poner  inxertos  de  esta  en  los  antiguos  ,  o'  plantar  de  
 ella  nuevos  árboles.  D e  pocos  años  á  esta  parte  arrancan  los  ol ivos  para  plantar  
 moreras,  que  dan  doblada  utilidad  ;  por  cuy a  causa  la  cosecha  de  seda  va  siempr e  
 en  a ume n t o ,  siendo  la  actual  de  30©  libras.  A d ema s  de  la  seda  queda  t ambi é n  
 otro  bcne i i c io ,  y  es  el  muc l io  estiercol  que  resulta  de  las  camas  de  los  gusanos,  
 con  el  qual  y  con  el  de  las  caballerías  abonan  los  campos .  
 4 2  Ca s i  en  el  centro  de  las  llanuras  y a c e  P e g o  c on  calles  espaciosas  y  edi f i - 
 cios  ordinarios  :  en  el  año  1 6 0 0  tenia  solamente  3 0 0  vec inos  ,  y  en  el  dia  1 1 0 0 ,  
 ocupados  en  cultivar  y  mejorar  los  c amp o s ,  que  les  produc en  ,  ademas  de  la  seda,  
 2 300  cahíces  de  trigo  ,  4©  de  maí z  ,  14©  cántaros  de  v ino  ,  25©  arrobas  de  a c e y - 
 te  ,  muchas  mas  de  algar robas ,  y  gran  cant idad  de  legumbres  ,  frutas  y  hortalizas.  
 E n  la  ext remidad  occidental  del  pueblo  ha y  una  copiosa  f u e n t e ,  que  basta  par a  
 las  necesidades  de  la  v i l l a ,  y  para  regar  algunos  campos .  A l g o  mas  apartado  h á - 
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