
 
		[ . 8 2 ]  
 sales  del  estiercol,  y  abonos  que  deposita  el  labrador  para  reparar  las  pérdidas  del  
 campo.  Con  todo,  s! este  produee  cosechas  abundantes  y  ciertas  es  á  beneficio  de  
 las  aguas  ,  y  por  esto  tienen  los  de  Ibi  sumo  cuidado  en  recoger  y  aprovechar  la  
 de  os  manantiales  y  fuente, , dirigiéndolas  por  canales  bien  cimentados,  de  los  
 guales  hay  algunos  subterráneos,  que  han  hecho  taladrando  duras  peías.  Ha n  intentado  
 también  aumentar  el  caudal  de  la  fuente de  Santa Maria,  y  eonseguidolo  
 por  medio  de  excavaciones  y  barrenos.  Esta  operacion  harto  peligrosa,  porque  
 muchas  veces  facilita  á  las  aguas  nuevos  caminos  por  donde  se  extravian'surtio  
 buen  efecto  en  Ibi.  Hicieron  mas  hondo  el  canal  hasta  llegar  al nacimiento  pero  
 en  mi  juicio  no  perfeccion.íron  la  obra  ;  porque  hallaron  aUi  un  deposito  de  a.ua  
 cuyo  fondo no  se  ha  calculado  con  exáctitud  ,  y  la  vieron  brotar  con  tanta  violencia  
 ,  que  arrojaba  muehas  veces  chinas  hasta  el  peso  de  media  onza  ,  las  que  eran  
 de  marmol  negro  ,  y  otras  especies  de  piedra,  todas  redondeadas  y  como  pulimenadas  
 : lo  qual  prueba  ser  copioso  el  manantial,  y  hallarse  á  grande  profundidad.  
 Convendría  pues  haeer  nueva  excavación  ,  empezándola  en  el  sitio  mas  hondo  del  
 barranco  ,  y  dirigirla  de  modo  que  al  llegar  al  deposito  se hallase  40  pies mas  baxa  
 que  la  que  hoy  existe.  Para  no  interrumpir  el  riego  durante  la  obra,  se  podria  
 empezar  la  mina  á  doce  d  mas  pies  de  distancia  del  canal  actual,  haciendo  al  mismo  
 tiempo  las  bóvedas  correspondientes  hasta  llegar  al  manantial.  Hallase  dicha  
 fiiente  en  el  rebaxo  que  dexan  los  elevados  montes  de  Biscdy  y  Foyaderes  •  entra  
 despues  en  el  barranco  de  los Molinos,  llamado  asi  por  los  cinco  á  que  üa  movimiento  
 i  se  precipita  entre  los  montes  conocidos  allí  con  los  nombres  de  Costera  
 de  la  basa  y  Pía  de  les  coves  , y  entra  últimamente  en  un  estanque  ,  de  donde  
 se  distribuye  para  el  riego  de  60  jornales  de  tierra. Dicho  barratico  de  los  Molinos  
 es  sumamente  quebrado  y  fragoso ,  compuesto  de  peiías  muy  duras  de  un  blanco  
 que  pardea:  en  sus  sitios  sombríos  vi  con  abundancia  la  doradilla,  el  polipodio  
 común  y  culantrillo  ;  en  otros  la  ononide  fruticosa,  las  campanillas  en  cabezuela  
 y  con  hojas  de  altea,  la  zarzaparrilla  común  ,  la  yedra  ,  el  arrayan,  las  euforbias  
 llamadas  por  Linneo  caraca,,  am,l,daloidcs  y  spinosa  : esta  tiene  los  pétalos  amarillos  
 y  enteros  ;  mas  noté  que  la  flor  central  tenia  cinco,  y  las  demás  quatro  
 soUmente.  
 8 3  Otra  tercera  fuente  tienen  los  de  I b i ,  que  nace  en  la  rambla  de  la  Gabarrera  
 á  un  quarto  de  legua  de  la  canal  de  Al coy,  y  con  ella  riegan  30  jornales  de  
 huerta  distribuida  en  ambas  riberas  del  barranco  d  rambla  1  sus  desperdicios  unidos  
 i  vanas  fuentecillas  que  van  naciendo  en  la  misma  rambla  sirven  para  regar  otros  
 3 6  jornales  de  huerta  destinados  á  maíces,  judías,  zanahorias  y  otras  producciones. 
   Como  el  terreno  es ondeado  y  freqüentes  las  cuestas,  fué  preciso  reducirlo  todo  
 á  graderías  ,  y  asegurar  los  campos  con  paredes  secas  hechas  de  cantos  y  pei\as  
 sobrepuestas.  Son  estas  calizas,  algunas  de  mármol  de  color  de  carne  con  manchitas  
 mas  encendidas,  y  otras  de  mármol  ceniciento  compuesto  enteramente  de  piedras  
 numularias,  cuyo  diámetro  es desde  media  línea  á medía  pulgada.  Quise  ver  sí  las  
 [ • 8 3 ]  
 hallaría  sueltas  en  el  monte  contiguo, que  es  el  carrascal de Rico, y  logré  verlas  con  
 abundancia.  Son  blanquecinas  tirando  al  pardo  ,  casi  redondas  y  planas,  delgadas  
 hacia  el  borde  , y  con  una  pequeiía  eminencia  en  el  centro.  Sus  superficies son  lisas  
 , y  en  ellas  se  descubre  una  línea  espiral  que  empieza  en  el  centro,  hace  seis  
 ü  ocho  revoluciones,  y  se  pierde  en  la  periferia :  también  se  ven  multitud  de  rayos  
 interrumpidos  , que  saliendo  del  centro  cruzan  las  curvas  y  se  terminan  en  la  
 exterior.  Dcscúbrense  con  mas  claridad  la  espiral,  los  rayos  y  las  freqüentes  interrupciones  
 de  estos,  quando  se  separan  las  dos  válvulas  paralelas  de  que  consta  
 la  piedra  numularia  j  lo  qual  se  consigue  fácilmente  poniéndola  al  fuego  por  algunos  
 minutos,  y  echándola  de  repeníe  en  agua  fria.  Hice  varias  veces  la  experiencia  
 , y  siempre  vi  mudado  el  color  blanquecino  en  gris  obscuro.  Presentóse  
 entonces  la  espiral  resaltada  , y  entre  sus  curvas  un  canal  excavado  que  principia  
 en  el  centro  , y  sigue  hasta  la  periferia  : dicho  canal  se  halla  como  separado  en  un  
 sin  número  de  celdillas  por  otras  tantas  líneas  transversales,  cuya  multitud  é  inmediación  
 hace  mirarlas  como  rayos,  quando  no  se  examinan  con  cuidado  las  
 dbcontinuaciones  al  atravesar  las  curvas.  Por  esta  descripción  parece  que  las  numularias  
 del  reyno  de  Valencia  son  de  la misma  especie  que  las  que  Mr.  de  Saussure  
 halló  en  el  paragc  llamado  la  Pérdida  del  Ró d a n o ,  y  describió  completamente  
 en  la  página  336  del  primer  tomo  de  sus Viages  á  los Alpes  : las  nuestras  
 presentan  indicios  de  organización  en  las  superficies  exteriores,  los  que  no  halló  
 Saussure  en  las  suyas  :  jamas  las  he  visto  mayores  de  ocho  líneas  de  diámetro  ,  ni  
 con  mas  vueltas  espirales  que  ocho,  quando  el  citado  autor  llegó  á  contar  38  en  
 una  que  no  tenia  una  pulgada  de  diámetro.  Véase  la  figura  2  de  la  última  estampa  
 de  este  tomo  ,  donde  se  ve  la  superficie  externa  de  una  numularia  en  la letra  a,  
 y  la  interna  en  la  
 8 4  Muy  cerca  de  dos  horas  se  emplean  desde  Ibi  á  Tibi  por  las  cuestas  y  
 barrancos  del  camino.  La  tierra  es  algo  arenisca  y  menos  fértil  ;  pero  por  mas  de  
 media  legua  desde  los  edificios  de  Ibi  sostiene  multitud  de  almendros,  olivos  ,  viñas  
 y  seiaibrados  ,  hasta  que  aumentándose  el  número  de  cerros  y  barrancos  disminuye  
 el  cultivo, y  ccsa  de  todo  punto  á  la  mitad  del  camino.  No  es  tan  ingrato  el  
 suelo  que  no  pueda  beneficiarse,  y  aunque  privado  de  riego,  daria  utilidad  si  se  
 plantase  do  árboles  que  no  lo  necesitan.  Todo  está  cubierto  de  vegetales  nativos,  
 distinguiéndose  entre  ellos  el  belcho  ó  uva  de  ma r ,  y  el  astràgalo  parecido  al  pipirigallo  
 ,  cuyas  flores  son  azules,  y  su  estandarte  largo  ,  parecido  en  la  forma  al  
 astràgalo  do  Mompcllcr.  En  los  barrancos  van  quedando  recodos  que  facilitan  
 guarida  á  los  foragidos  ;  se  aumenta  la  altura  de  los  cerros  , y  en  las  cercanías  de  
 Tibi  aparece  otra  vez  el  cultivo,  que  continúa  con  mejoras  en  las  inmediaciones  
 del  rio.  A  la  izquierda  de  este  yace  Tibi  con  340  vecinos,  tan  aplicados  al  trabajo  
 y  tan  instruidos  en  agricultura  como  los  otros  de  la  hoya.  Cuidan  perfectamente  
 sus  huertas  y  secano,  y  si  hubiera  mas  brazos  en  el  pueblo  habria  ménos  
 eriales y  mas  frutos. Los  actuales  se  reducen  á  1240  cahíces  de  trigo  , 6 1 6  de  ceiM  
 il  
 »n