Domeño por entre cerros c a l i z o s , y í veces de amoladeras , en gran par te incul -
tos , que lo estuvieron mas en otro t i emp o , c omo lo anuncian las jóvenes hi gue -
ras y ol ivos que se pl ant í ron pocos años hace. A corta distancia mu d a el suelo de
aspecto. A las peñas calizas y c ampos margáceos se siguen yesares y tierra roxa,
que cont inúan por D ome ñ o , C a l l e s , C h e l v a y T u e x a r . A n t e s de l legar á la c o n -
fluencia de los rios Ch e l v a y Tu r i a , se presenta el y e so cristalizado con aparienci a
de troncos y raices esparcidas y me d i o ocultas en una tierra roxiza : mas adelant e
forma bancos de un gris obscuro , cubiertos en parte de di cha tierra. En t r e los
cerros de y e so quedan ar royadas , por d ond e corren aguas salobres , de la mi sma
manera que hemos notado varias veces en esta obra. A hora y medi a de Chul iUa
está Dome ñ o , y poco antes la ci tada conf luencia de los ríos. E l de C h e l v a baxa
mansamente, de x ando por su derecha á Ca l l e s y D ome ñ o , hasta me z c l a r sus p o -
cas aguas con el T u r i a , que sale con violencia por la garganta estrecha de los mo n -
tes que y a c en al mediodía de Dome ñ o . S o n estos mont e s ásperos y calizos , p e -
ro en su falda septentrional se v e n y a otros de y e s o , uno de los quales sirve de
cimiento á los edificios de D ome ñ o , que forman calles angostas en cuestas rápi - •
das, y con muchas revueltas. Ca s i tres leguas ha'cia el norte está Iguerguelas , a n e -
x o de Dome ñ o , cuyos vec inos son por todos 2 3 9 , ocupados en la agricul tura.
E l término común á ambos tiene quat to leguas de norte á medi odí a , y una sola
de oriente á poniente : es mu y áspero y montuoso , incapaz mucha s veces de c u l -
tivo : los sitios baxos en las riberas de l riachuelo C h e l v a logran r i ego , y c omp o -
nen c omo 3 0 0 hanegadas de huerta , que empi e z a en la conf luencia , y cont inua
hasta unirse c on la huerta de Cal les . C ó g eme en di cho t é rmino c omú n 1 2 0 0 c a -
híces de t r i g o , 4 0 0 de ma i z , 200 de avena , 3 0 0 de cebada , 1 6 0 de pani z o
negro, Uamado allí canaria, joo arrobas de ac e y t e , 600 de algarrobas , 3® de hi -
gos , 200 de c á ñ amo , 1 1 0 0 cántaros de v ino , 2 5 0 libras de s eda , y mucha f ruta,
principalmente ciruelas y melocotones .
8 6 No vi planta algtma nue va entre las nat ivas de aquel suelo : en los y e s a -
res crece la ononide tridentata , la xara escamosa y el l imonio ; en las i nme d i a -
ciones de las aguas el pie de l o b o de Eu r o p a , la roma z a o f i c i n a l , c e r a s t ios , juncias
y juncos ; y en los montes sabinas , pinos , r amnos , y mul t i tud de otros a r -
bustos. C o m o se sale de D ome ñ o se ensancha la cañada por d ond e ba x a el r i achuelo
: los cerros cont iguos son de y e s o , y la hondonada de tierra roxi za mu y
fértil. A media Iiora de c amino se presenta una llanura , y en me d i o de ella C a -
lles , lugar de 3 2 0 vecinos. L a s aguas t ienen alli p o c o de c l i v e , y los v e c inos ningún
cuidado en darlas curso : así es que der ramadas por las cercanías de l r i o , y
podridas las muchas plantas que v ege taron c on lozanía , exhalan en ve rano v a p o -
r e que infectan la atmosfera , y son causa de las tercianas que se observan. El
término de Ca l l e s es de bastante extens ión ; pe ro no es la agricul tura la pasión
dominante de aqueUos vecinos , los quales en v e z de complanar el suelo , y r omper
eriales para aumentar las produc c iones , se dedi c an á carbonear los mo n t e s , y
TOMO I I. Q ' '
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