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 g o ,  SI perfeccionadas  las  o k a s  de  Do n  Francisco  Sirera  para  desaguar  la  laguna  dc  
 Salinas  , pudieran  conducirse  al  Raspeig  parte  de  las  aguas.  Conf irman  esta  idea  las  
 reducidas  huertas  que  hoy  riegan  con  zúas,  donde  se  ve  una  vegetación  comparable  
 ,  y  tal  vez  superior  a' la  que  se  observa  en  las  mejores  del  reyno.  
 171  La  torre  ó  campanario  del  pueblo  es  punto  oportuno  para  ver  de  un  golpe  
 casi  todo  el  término  y  los  circunvecinos.  Nad a  se  descubre  sin  cul t ivo;  los  campos  
 que  en  Julio  no  verdeaban  con  barrillas,  estaban  en  barbecho  y  preparados  para  recibir  
 la  semilla  de  trigos  y  cebadas.  Fuera  de  muchísimos  algarrobos  esparcidos  se  
 velan  negrear  á  lo  lejos manchas  considerables  que  formaban  olivos  y  otros  a'rboles:  
 notábanse  mas  lozanos  los  plantados  en  la  Caiíada  y  Ve rde g á s ,  porque  allí  acuden  
 las  vertientes  de  los  montes  vecinos,  y  aprovechan  sus  aguas. Mirando  al  sueste  por  
 encima  los  montes  del  Castillo  , Mol iné t ,  San  Julian  y  ot ros,  se  percibía  el  mar,  
 quedando  al  sur  el  cabo  de  Santa  Pola,  y  al  nordeste  la  isla  de  Beniddrm:  veíase  aili  
 la  sierra  He lada,  y  revolviendo  la  visual  hacia  el  norte  Puigcampana  y  Ai t ana ,  bien  
 qne  de  este  solamente  se  descubría  la  loma  mas  elevada, porque  la  interposición  del  
 Cabesd  cortaba  la  vi s ta:  seguíanse  en  arco  hacía  poniente  la  Carrasquera,  Peña  de  
 Xíx-ona  , Ma i gmo  ,  Ci d  y  montes  de  Pet rel ;  y  continuando  hacia  el  sur  los  llamados  
 Medi ano ,  Fontcalenta  ,  y  los  cerros  que  van  i  parar  al  cabo  de  Santa  Pola.  
 VXJEBLOS  SITUADOS  AL  PONIENTE  DE  ALICANTE  DESDE  LA  HOT  A  
 DE  C^STMLA  HASTA  LA  HUERTA  BE  ORI  HUELA.  
 1 7 2  An-avesado  el  recinto  que  acabamos  de  describir  se  entra  en  el  término  
 de  A g d s t ,  que  tiene  dos  leguas  de  oriente  á  poniente,  y  cinco  quartos  de  norte  í  
 sur,  sembrado  de  cerros  y  barrancos,  y  con  muy  pocas  aguas  para  el  riego.  Há - 
 llase  Agcíst  sobre  una  loma  ,  y  las  mas  de  sus  calles  en  cuesta  :  tiene  casas  decen  
 tes,  y  algunas  con  comodidades  que  se  echan  menos  en  pueblos  mayores.  Su  v e - 
 cindario,  que  en  tiempo  de  Moriscos  era  escasamente  de  80  familias,  hoy  consta  
 de  440,  Todo s  son  labradores  excepto  un  corto  número  de  alfareros;  las  mngeres  
 y  niñas  se  ocupan  en  hacer  cordeles  de  esparto  para  las  fábricas  de  Al icante.  N o  se  
 conoce  allí  el  oc io;  hasta  los  hacendados  se  exercitan  en  promover  la  agricultura,  
 en  que  se  distinguid  particularmente  Do n  Pedro  Andres  Vi sedo  ,  que  convirtió  en  
 preciosa  huerta  un  barranco  estéril  ,  disponiendo  en  su  parte  superior  un  estanque  
 para  acopiar  las  aguas  de  varios  manantiales  que  se  perdían  sin  utilidad  alguna.  La s  
 contuvo  levantando  un  paredón  en  arco  de  40  palmos  de  al tura,  y  de  24  de  
 grueso  en  la  base  ,  espesor  que  disminuye  progresivamente  hasta  quedar  de  9  en  la  
 parte  superior:  apoya  el  paredón  por  ambos  lados  sobre  peñas  dc  yeso  i  tuerce  á  
 la  derecha  según  la  dirección  de  las  aguas  ,  y  forma  un  ancho  canal  por  donde  corren  
 las  sobrantes  en  tiempos  lluviosos.  Por  cuyos  medios  mudo  el  curso  del  barranco  
 ,  aseguro  los  manantiales  ,  y  preservd  sus  nuevas  huertas  de  las  avenidas.  Es - 
 tas  huertas,  que  están  medio  quarto  al  sur  de  la  poblacion,  forman  ya  12  tahullas,  
 y  sembradas  de  alfalfa  producen  cada  una  mas  de  100  pesos  al  año.  Eran  antes  un  
 barranco  profundo  entre  dos  lomas  muy  pendientes,  el  qual  iba  á  dar  i  otro  barranco  
 contiguo.  Cerrada  la  comunicación  con  un  muro  de  250  varas  de  largo  y  6  
 de  altura,  y  rellenada  la  Iioya  con  el  desmonte  de  las  lomas  resultó  un  sitio  delicioso  
 ; medio  en  la  confluencia  de  dos  ramblas  ó  barrancos,  que  baxan  el  principal  
 de  poniente  y  el  otro  de  nor te,  corriendo  despues  juntos  hicia  el  sur  ó  término  
 de  Alicante.  Estos  barrancos  y  otros  muchos  empiezan  en  las  faldas  del  Ma i gmo  y  
 montes  contiguos  :  en  sus  cauces  y  ribazos  noté  el  mismo  orden  y  las  mismas  substancias  
 que  en  los  de  Al icante  ,  Benidorm  y  Crevi l lént ,  con  sola  la  diferencia  de  
 hallarse  en  el  fondo  perias  duras  de  yeso  negro,  roxizo  y  de  otros  colores  ; las  quales  
 están  como  acinadas,  rara  vez  paralelas  al  horizonte  ,  sirviendo  por  lo  común  de  
 cimiento  á  varias  capas  sobrepuestas  de  tierra  arcilloso-arenisca  con  porcion  de  cieno  
 ,  seguidas  de  otros  como  bancos  de  cánticos  redondeados  ,  engastados  en  tierra  
 blanquecina  ,  sobre  que  descansa  la  tierra  mas  ó  ménos  compacta,  ordinariamente  
 arcillosa  ,  que  forma  el  suelo  de  los  campos.  A l  parecer  todo  el  término  de  Agds t  
 resultó  de  las  pérdidas  que  hicieron  los  montes  de  la  comarca  ;  sobre  ellas  durmieron  
 despues  aguas  cargadas  de  cieno  :  posteriormente  onras  aguas  precipitadas  con  
 violencia  en  las  tempestades  surcaron  el  suelo  reduciéndolo  á  colinas  y  lomas  ,  las  
 quales  dispuestas  en  graderías  se  trabajan  con  comodidad  ,  y  reciben  facilmente  al - 
 gún  riego  en  tiempos  de  lluvias  ;  á  cuyo  fin  se  han  abierto  canales  que  se  comuni - 
 can  ,  y  tomada  el  agua  en  los  sitios  altos  de  las  arroyadas  y  barrancos  se  conduce  
 largo  trecho  á  las  heredades.  Al guna  vez  en  Julio  rebosan  de  agua  los  canales  sin  
 descubrirse  nubes,  por  haber  llovido  en  los  montes ,  cuyas  vertientes  caen  á  la  espaciosa  
 hoya  donde  está  Ag ó s t  y  demás  pueblos  occidentales.  Quien  ignore  ser  sania  
 la  escasez  de  agua  en  aquella  parte  del  r e yno ,  y  que  á  veces  un  solo  riego  
 basta  para  asegurar  y  aumentar  las  cosechas,  extrañará  ver  salir  los  labradores  hacia  
 sus  haciendas  quando  empieza  á  tronar,  ó  amenaza  alguna  tempestad  : los  truenos  
 ,  que  en  otras  partes  sirven  de  señal  para  retirarse  á  sus  habitaciones,  lo  son  
 aquí  para  desampararlas  y  salir  en  busca  de  las  aguas  y  deseado  riego  :  se  fecundan  
 entonces  los ol ivos ,  higueras,  almendros,  viñas  y  algarrobos  ;  y  el  suelo  entero  
 se  mejora  con  el  cieno  que  traen  las  aguas.  Para  que  estas  no  maltraten  los  r i - 
 bazos  ,  ni  los  excaven  al  caer ,  suelen  algunos  como  el  citado  Vi sedo  formar  conductos  
 ó  cañerías  por  donde  pasa  el  agua  oculta  de  los  campos  altos  á  los  inferiores. 
   Lo s  canales  ó  pequeñas  acequias  están  siempre  abiertos  y  bien  limpios  esperando  
 l luvias,  que  por  desgracia  son  muy  raras  en  aquella  comarca.  Quisieran  los  
 habitantes  hallar  aguas  á  todo  precio  ,  y  conducirlas  de  qualquiera  distancia.  Al g u - 
 nos  han  pensado  sacarlas  del  Xúc a r  antes  de  entrar  este  rio  en  el  valle  de  Cof rentes, 
   sin  calcular  los  muchos  obstáculos  y  gastos  que  hacen  poco  ménos  que  Imposible  
 la  execucion  :  otros  se  han  imaginado  un  pantano  en  las  gargantas  del  Maigmo  
 con  sola  la  esperanza  de  las  l luvias,  por  no  haber  allí  aguas  perennes  :  proyecto  
 iguahnente  inútil  por  la  incertidumbre  de  las  aguas,  y  por  la  calda  rápida  de  
 los  barrancos.  Mas  út i l ,  segura  y  ménos  dispendiosa  es  la  empresa  de  Do n  Fr an- 
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