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 mas  son  marmdreos  y  areniscos.  V i  entre  ellos  algunos  de  U  breclia  que  descubrí  
 en  lo  alto  del  monte  P i n a ,  otros  de  quarzo  pinglie  con  mina  hepácici  de  hierro,  
 y  otros  de  piedra  arenisca  compacta,  penetrada  de  piedra  córnea  con  vetas  de  espato  
 calizo  y  mina  de  cobre  amarilla.  Vense  en  el  barranco  escalones  de  doce  y  mas  
 pies  de  altura,  donde  las  aguas  forman  vistosas  cascadas  :  los  vegetales  crecen  y  
 se  multiplican  sin  obstáculos  ni  enemigos.  Ha y  alli  fresnos,  lentiscos,  madroños,  
 alcornoques  ,  pinos ,  madreselvas  ,  labiérnagos,  adelfas  ,  torbisco  y  brezos  :  tapizan  
 el  suelo  la  violeta  ,  el  tomillo  ,  la  axedrea  , el  poleo  ,  varios  geranios  ,  alisos  y  tlaspis. 
   E l  durillo  estaba  cargado  de  fruto  de  un  azul  celeste  ;  era  encarnado  el  de  los  
 madroños  y  rosales,  y  tiraba  al  amarillo  el  del  mostellar  de  hoja  recortada.  Si  
 desde  el  sitio  Re c a  se  camina  por  el  barranco  se  ven  sus  miirallones  erizados  de  
 peñas,  algunas  de  ellas  resalidas,  que  parece  van  i  desplomarse  ;  saliendo  del  barranco  
 se  ensancha  algo  el  horizonte  ,  pero  siempre  limitado  ,  porque  se  suceden  los  
 montes  separados  por  arroyadas  profundas.  T a l  es  el  aspecto  de  la  Baronia  hacia  
 Villamalúr  ,  y  no  es  menos  interesante  el  que  ofrecen  los  montes  hácia  Torralba  y  
 Pavias  desde  que  se  sale  de  Ay oda r .  
 144  Casi  junto  á  las  casas  de  la  poblacion  se  ve  una  cantera  del  granito  descrito  
 en  Toras  ,  con  sola  la  diferencia  de  tener  algo  mayores  los  granos  :  hállase  
 inmediato  al  riachuelo  ,  que  tiene  origen  en  una  copiosa  fuente  poco  distante  del  
 mismo  Ayoda r .  Aq u í  empiezan  nuevas  cuestas  para  subir  á  las  alturas  ;  se  atraviesan  
 varios  barrancos,  y  se  pisa  un  suelo  inculto  por  falta  de  brazos  ,  porque  el  
 terreno  es  apto  para  higueras  y  viñas  ,  y  está  lleno  de  pinos ,  alcornoques  ,  y  algunos  
 mostellares  ,  como  también  de  romeros  ,  brezos  , enebros  y  xaras.  Mu y  pronto  
 empiezan  los  montes  de  amoladeras  en  hojas  y  bancos  inclinados  hácia  las  faldas.  
 L a  piedra  es  áspera  de  un  roxo  claro,  y  está  sembrada  de  partículas  micáceas  
 brillantes  como  plata  ,  siendo  de  la  misma  naturaleza  que  la  del  Mont i  descrita  en  
 Onda.  Adema s  de  los  espacios  mas  d menos  sutiles  que  separan  las  hojas  y  los  
 bancos,  se  ven  en  dirección  opuesta  raxas  de  una  ó  dos  pulgadas,  llenas  de  espato  
 pesado,  que  ni  hace  efervescencia  con  los  ácidos  ,  ni  despide  chispas  herido  
 con  el  eslabón.  Ha y  también  en  el  mismo  mont e ,  no  lejos  de  las  vetas  espáticas  
 ,  fragmentos  considerables  de  quarzo  cristalizado  confusamente,  unas  veces  
 puro  ,  y  otras  mezclado  con  mina  hepática  de  hierro.  Sígnense  á  este  monte  otros  
 muchos,  por  lo  regular  de  amoladeras,  y  algunos  de  mármol  pardo  veteado  de  
 blanco  ,  piedra  muy  dura,  compuesta  de  cal  y  arenas.  Todos  están  cubiertos  de  
 vegetales  nat ivos,  y  casi  enteramente  sin  cultivo  hasta  las  cercanías  de  Torralba,  
 pobre  aldea,  sin  Cura  ,  sin Médi co  ,  y  muchas  veces  sin  agua  ,  no  teniendo  otra  
 para  surtirse  que  la  de  una  fuente  tan  escasa  ,  que  en  los  veranos  nadie  puede  tomar  
 un  solo  cántaro  sino  por  su  turno.  
 145  Continué  como  hora  y  media  hácia  poniente  atravesando  cerros  elevados  
 ;  vela  al  principio  mucho  cultivo  en  aquellos  secanos,  y  despues  dilatados  eriales  
 ,  sin  descubrir  cosa  nueva  hasta  que  entré  en  el  barranco  que  separa  los  tèrminos  
 de  la  Baronía  y  de  Pavias.  T o d o  el  fondo  y  la  cuesta  que  empieza  allí  para  
 subir  al  cerro  estaba  sembrada  de  cantos  y  fragmentos  azules,  algunos  tan  hermosos  
 como  el  lapislázuli.  Estos  y  el  cerro  entero  se  componen  de  piedra  arenisca  
 micácea  de  un  blanco  amarillento  ,  penetrado  de  cobre  ,  de  cuya  descomposición  
 provienen  los  varios  tintes  azulados  ,  y  á  veces  verdosos.  Dichos  cantos  y  fragmentos  
 son  los  escombros  que  salieron  de  las  excavaciones  iiechas  en  el  cerro  
 para  descubrir  y  aprovechar  los  metales  de  sus  entrañas.  Vense  actualmente  en  lo  
 alto  del  cerro  dos  pozos  de  cinco  á  seis  varas  de  profundidad  ,  distantes  entre  sí  
 como  unos  j o  palmos.  Baxé  al  fondo  de  el los,  y  empecé  á  descubrir  venitas  de  
 cobre  ,  esparcidas  por  lo  interior  de  las  piedras,  y  otras  en  menor  niimero  de  cobalto  
 de  color  negro  que  azulea  ,  y  parecen  ser  el  cohattum  ocramtm  nignim  friabili  
 de  We r n e r ,  como  me  aseguró  Do n  Andrés  del  Ri o .  Tambi én  hallé  varios  
 fragmentos  esparcidos  de  una  piedra  arenisca  muy  dura  que  se  parece  á  la  pizarrosa  
 , y  en  ella  cinabrio  de  un  roxo  subido,  sembrado  de  partículas  de  cobalto.  
 E l  abandono  en  que  hoy  dia  se  halla  la  mina  parece  probar  d  su  pobreza  ,  d  falta  
 de  posibles  ó  de  pericia  en  los  que  intentáron  beneficiarla.  Ta l  vez  el  Director  de  
 minas  Do n  Francisco  Xav i e r  de  A n g u l o ,  á  quien  comuniqué  lo  que  llevo  e x - 
 puesto  quando  de  o'rden  superior  fué  á  visitar  las  minas  de  Es l ida ,  distantes  pocas  
 leguas  de  las  de  Pavias  ,  habrá  hecho  ensayes  ,  y  nos  dará  datos  ciertos  para  apreciar  
 el  inérito  de  esta  i'dtima.  He  visto  en  España  muchas  abandonadas  ,  quatro  
 de  ellas  en  el  Re a l  de  Manzanares,  donde  fuéron  infructuosos  los  trabajos  de  los  
 inteligentes  Alemanes  que  intentáron  sacar  algún  provecho.  No  hay  duda  que  en  
 las  entrañas  de  nuestros  montes  hay  varios  metales  ;  mas  tampoco  la  hay  en  que  
 vale  mas  dexarlos  alli  ,  que  emplear  tiempo  y  caudales  sin  utilidad.  N o  quiero  
 decir  con  esto  que  todas  sean  pobres,  conociéndose  la  riqueza  de  la  de  mercurio  
 en  Almadén  ,  de  muchísimas  de  hierro  en  Vi zcaya  y  As tur ias,  de  cobalto  en  Ar a - 
 gón  &c .  1 pero  quibiera  que  hombres  inteligentes  hicieran  ensayes  antes  de  empe - 
 ñarse  en  gastos  irotables.  
 146  Los  cerros  y  montes  son  ménos  ingratos  en  las  cercanías  de  Pavias,  pueblo  
 de  80  vecinos,  como  igualmente  los  de  Higueras ,  aldea  de  35  fami l ias,  distante  
 de  Pavias  como  una  hora  hácia  poniente.  Lo s  de  ambas  poblaciones  logran  
 aguas  para  regar  algunos  campos  ,  donde  cultivan  moreras  , maíz  ,  cáñamo  y  frutales. 
   En  el  secano  tienen  algunos  ol ivos ,  y  menor  número  de  almendros,  que  debieran  
 aumentar  :  lo  restante  son  higueras,  viñas  y  sembrados,  que  les  rinden  800  
 cahices  de  trigo  , 1 0 0  entre  cebada  y  avena  ,  60  de  maíz  ,  600  arrobas  de  higos,  
 500  entre  hortalizas  y  frutas,  1 9 3  cántaros  de  v ino ,  y  unas  450  libras  de  seda. 
   Mas  considcr.»ble  es  Ga y b i é l ,  poblacion  situada  al  mediodía  de  Higueras ,  y  
 auna  legua  de  este  pueblo  y  del  de  Villamalúr.  Consta  de  250  familias  de  labradores  
 activos,  que  alcanzan  aguas  para  una  razonable  porcion  de  huertas,  en  
 las  quales  y  en  el  secano  ,  bien  que  dexen  inculta  gran  parte  de  su  término  
 montuoso  ,  cogen  4 o 3  cántaros  de  vino  ,  1200  libras  de  seda  ,  1500  arrobas