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 barrancos  por  donde  corren  los  arroyos  en  busca  del  Millares.  Lo s  cerros  que  se  
 hallan  en  el  camino  son  por  lo  coniun  de  yeso  , y  apenas  cultivados,  especialmente  
 los  de  la  Re y n a .  Se  aumenta  el  cultivo  en  el  término  de  Montan  ,  y  en  vez  de  
 pinos  ,  coscoxa  ,  enebros  y  maleza  ,  se  ven  ya  dilatados  viñedos  ,  alternando  con  
 sembrados  ,  y  en  las  lomas  gran  número  de  higueras.  A  estos  campos  sin  riego  se  
 suceden  en  las  cercanías  de  Montan  hermosas  huertas  en  las  cañadas  que  dexan  los  
 montes  d  los  cerros,  y  en  ellas  crecen  nogales,  cerezos,  moreras,  maices  ,  cáñamo,  
 y  otras  producciones  análogas  á  terrenos  de  riego.  Hállase  Montán  en  sitio  baxo  
 sobre  una  cuesta  á  la  orilla  de  un  barranquito  de  poca  agua  que  corre  lucía  el  
 oriente  , y  á  la  izquierda  del  riachuelo  de  su  nombre  ,  que  desde  los  montes  Ce r - 
 daña  y  collado  de  las  Arenillas  baxa  y  riega  gran  parte  de  60  jornales,  á  que  se  
 reduce  la  huerta  de  este  pueblo,  cuyos  vecinos  labradores  en  número  de  5230,  
 cogen  32S)  cántaros  de  v i n o ,  i 9  libras  de  seda,  800  cahíces  de  t r igo,  1 50  de  
 maiz,  arrobas  de  frutas,  600  de  higos ,  mucha  hortaliza,  y  como  100  arrobas  
 de  cáñamo.  
 136  Una  hora  se  emplea  en  pasar  desde  Montán  á  Montanejos  caminando  
 hácia  el  nordeste.  Por  todas  partes  se  ven  montes  y  quebradas  ,  que  hacen  parte  
 de  la  sierra  de  Espadan  ,  abierta  allí  en  varias  direcciones  por  arroyadas  y  profundos  
 barrancos.  Un o  de  estos  ,  quizá  el  mas  hondo  , va  quedando  á  la  izquierda  del  
 camino,  y  sigue  con  pocas  aguas  por  la  raíz  de  un  monte  que  tiene  como  i©  
 pies  de  al tura,  con  varios  cortes  perpendiculares  :  por  la  derecha  del  camino  se  
 ven  cerros  y  montes  agrupados,  los  mas  de  amoladeras  y  cubiertos  de  pinos.  E n - 
 tre  los  eriales  se  hallan  algunas  viñas  y  sembrados,  mayormente  en  las  cercanías  
 del  pueblo,  el  qual  yace  á  la  derecha  del  Míllires  en  la  península  que  allí  forman  
 tres  ríos.  El  Millares  baxa  por  el  norueste,  y  hace  un  arco  al  rededor  de  la  p o - 
 blación  ;  al  norte  de  ella  pasa  el  de  San  Agus t ín  con  dirección  á  levante  , y  entra  
 en  el Milláres  j  y  en  el  mismo  entra  el  de  Montán  por  la  parte  meridional  del  
 pueblo.  A  principios  de  nuestro  siglo  constaba  Montanejos  de  menos  de  60  v e - 
 cinos  ,  inclusos  los  de  la  Al que r í a ,  aldea  vecina  ,  situada  á  la  misma  derecha  del  
 Milláres  : hoy  día  tiene  140  ,  y  aun  son  pocos  para  cultivar  el  término  , que  aunque  
 montuoso  no  es  ingrato.  Danse  mu y  bien  allí  v iña s ,  higueras  y  sembrados;  
 y  en  las  huertas  frutas  delicadas  ,  seda  , maiz  y  cáñamo.  Suelen  destruir  los  frutos  
 las  tempestades  y  piedra,  como  sucedió  en  1 7 9 2 ;  pero  fuera  de  tales  casos  se  
 cogen  ordinariamente  cántaros  de  v ino,  1200  libras  de  seda  , mas  de  i@  arrobas  
 de  frutas,  la  mayor  parte  cerezas,  200  cahíces  de  maiz,  500  de  trigo  ,  muchos  
 higos  y  hortalizas.  A  estas  utilidades  de  la  agricultura  se  deben  añadir  las  de  
 las  colmenas  y  ganados  ,  y  el  numerario  procedente  de  muchos  enfermos  que  
 acuden  á  beber  las  aguas  termales  que  se  hallan  á  un  quarto  de  legua  al  nordueste  
 del  pueblo.  Es  bastante  incomodo  el  camino  que  conduce  á  la  fuente  :  se  vadea  
 el  riachuelo  de  San  Agustín  ,  y  se  sube  una  cuesta  rápida  y  peñascosa  para  ladear  
 el  monte  situado  á  la  derecha  del  Millares  :  báxase  despues  á  la  ribera,  y  luego