r 'i
hU .
• 'li'./
[ =38 ]
han ido destruyendo y confandiendo los restos que se conservaban ó descubrían en
las inmediaciones de la viila. Hoy solamente se ven fragmentos de mármoles con
algunas sílabas : el menos destruido es un trozo de mármol blanco con apariencias
de vetas obscuras que tiene tres palmos y medio de largo con tres de ancho , en
que se ven las siguientes líneas y caracteres:
/W
'ABIYS^
ANVS ^
H» S* E»
> iilio^pientissimo^F,
Cuya traducción parece deba ser; „A honra de los Dioses de los difuntos. Aquí
„está sepultado Fabio Emiliano, que murió de 35 años. El padre hizo este
„monumento á su hijo piadosísimo."
151 Caminaba hacia levante junto al r io, y echaba menos la cantidad de
aguas que había visto poco antes. Ya unidos los ríos de Bolulla, Guadalést y Alga'r,
apenas el caudal de todos tres llegaba al de solo Algár en su nacimiento ; tantas
son las que le sacan los de Altea para sus huertas ; en las quales muy presto iba
viendo por todas partes campos llenos de trabajadores, plantados de multitud de
árboles fructíferos, d sembrados de trigos, maíces, legumbres y algodon. ¡Qué
contraste forma el suelo de Altea con el sequeral que vimos al nordeste de Bernia
y Solana de Benisa ! Todo es blanco y pulverulento en los te'rminos de Benisa y
Calp , donde hay olivos , algarrobos, viñas, almendros y sembrados i todo sediento
sin mas recurso que las lluvias inciertas, y un corto número de zúas : al contrario
el de Altea rebosa de agua cristalina , que corre por canales ; allí la tierra obscura
indica otra condicion y otros abonos ; crecen robustos y lozanos maíces en los
campos que dieron trigos en el mismo año í las moreras forman como bosques , y
algunas son tan grandes, que suelen dar á 35 arrobas de hoja ; vese en otros campos
una producción nueva, que es el algodon, cuya particular forma de hojas, magnitud
de flores de color de caña, y sazonados frutos cubiertos del precioso pelo, recrea
la vista, y llama la atención del espectador : aquí se observan frutales de todas
especies , allá naranjos chinos tan hermosos como en su propia patria : siguen
estos deliciosos vergeles casi hasta la orilla del ma r , mediando apenas seis varas
entre las olas y las huertas. No se ven aquí como en Benicasim y Xábea los árboles
lastimados, porque el mar y los vientos lejos de incomodarles parece que
los vivifican. Logra Altea sin inconvenientes quanto puede contribuir al gusto,
diversión y riquezas i disfruta el mar los montes y las huertas, tiene abundantes
y cristalinas aguas, un cíelo puro y sano, vistas deliciosas, y preciosos frutos.
En aquel jardín ameno de mas de i 3 jornales de huertas aniveladas, interrumpidas
por algunos cerritos, bien plantados de viñas, de almendros y de higueras
, sobresale uno donde está la villa , no muy léjos del mar : sus calles son desahogadas
, pero en cuesta casi siempre rápida : las casas decentes , fabricadas de yeso
como en Callosa por la misma causa que explicamos allí. Viven en Altea 1200
vecinos, todos labradores, excepto unos 300 matriculados en la Marina Re a l , y
otros pocos empleados en las fábricas de alfarería. Como se han mukiplicado mucho
en este siglo , han extendido el cultivo y la industria hasta quedar casi sin pastos
y sin leña : apenas tienen otra que la que proviene de la poda de viñas y moreras
; y siendo esta insuficiente, compran la restante á crecido precio á los de F i -
nestrát Acaso en lo sucesivo recibirán acopios por medio de los Ivisencos y Ma -
llorquines , que conducían carbón y leña á la plaza de Orán, lo que ahora destinarán
sin duda á otros puertos nuestros. A la escasez de carbón y leña debe añadirse
la del estiercol , indispensable para fecundar campos que nunca descansan,
quales son los de Altea. Para suplir la falta acuden los vecinos al ma r , de cuya
orilla traen alga , que depositan en corrales y quadras por algún tiempo, durante
el qual la mezclan con estiercol de animales y otras inmundicias, preparándola así
i la corrupción. Usar el alga de este modo ocasiona doblado gasto ántes de emplearla
, trayéndola del mar á los corrales, y llevándola desde aUÍ á los campos.
E n Dénia vimos que desde el mar se lleva inmediatamente á los campos que la
necesitan ; bien que no siempre en estos se suceden las cosechas sin interrupción.
Ademas de las huertas que tienen los de Altea entre el río y el término de Po -
Idp , poseen otras al nordeste del pueblo , que riegan con las fuentes de Altea la
vieja. Estuvo esta y aun quedan vestigios en la falda meridional del Bérnia, no
léjos del mar ; situación menos ventajosa que la del nuevo pueblo ; porque ni los
vientos tenían la libertad que en este tienen, ni los nortes podían templar los calores
del sol.
15a No dexan de producir algtma utilidad al pueblo los brazos empleados •
en la marina y fíbricas ; pero la principal resulta de los ocupados en la agricultura,
cuyos frutos se regulan en iS cahíces de maíz , 700 de trigo , 200 entre cebada y
otros granos, 3® libras de seda, 14® c,íntaros de vino, i arrobas de pasa, 15 00
de higos, 5® de algarrobas, 900 de almendra mondada , y un crecido número de
frutas, hortalizas y legumbres. De algodon se cogen 30 arrobas escasas, y es lástima
no se apliquen los naturales á este género que nos viene de afuera. La especie
que cukivan es el gossypiam pcniviarmm de mi Monadclfia : necesita vanas rejas,
y las plantas duran muchos años quando no se verifican yelos violentos como en
1789, y en Febrero del de 96. Cada planta dista de otra como tres palmos
para que puedan extenderse los ramos , y multiplicarse las flores y los frutos.