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 igualdad  del  terteiio  :  su  caserío  cs  mu y  dcccntc  ,  distinguiéndose  muchos  edificios  
 d e  vecinos  nobles  y  otros  hacendados .  Al  principio  del  siglo  actual  solo  constaba  
 d e  8 5 0  vecinos  ,  según  consta  por  el  r epa r t imi ento  de  Qua r te lc s  ;  h o y  tiene  2 1 0 0 ,  
 inclusos  5 0 0  que  viven  dispersos  en  cortijos  ó  casas  de  las  huertas  y Al f o r í n s  E s - 
 tos  son  todos  labradores  ,  c omo  t ambi én  la  ma y o r  parte  de  los  que  habitan  en  
 la  va i a  ,  d o n d e  h a y  . 5 0 0  personas  empl e ada s  en  las  fábricas  de  p a ñ o s ,  b a y e t o - 
 nes  ,  lienzos  y  pape l .  E n  ellas  texen  al  año  4 0 8  varas  de  p a ñ o  ,  2 5 0 0  de  b a y e t o - 
 nes  6 3 0 0  de  s aya l e s ,  9 3  de  lienzo  ,  y  fabrican  muchas  mant a s  de  pe lo  cabrío  
 1 3 3  arrobas  de  aguardiente  ,  y  4 3  resmas  de  p a p e l ,  emp l e a n d o  en  gr-an  pa r t e  las  
 primeras  materias  de  su  propio  té rmino.  Ad ema s  benefician  en  el  ma r t ine te  c omo  
 ut,as  2 0 0  arrobas  de  cobre  que  traen  de  otras  partes.  Au n q u e  se  han  a u t n ema d o  
 mucho  los  v e d a o s  en  este  s iglo,  podr.ín  multiplicarse  mu c h o  ma s  vista  la  fertilidad  
 y  extensión  de  su  t é rmi n o ,  que  tiene  casi  cinco  leguas  de  oriente  á  poni ent e  
 entre  los  de  Ay e l o  de  Malferít  y  \ - i l l ena  ,  y  u n a  de  .torte  á  st,r  lindatrdo  por  el  
 norte  cot,  los  de  Va l l a d a ,  Mo í x ém  y  F o n t  de  la  F i g u e r a i  y  por  mediodí a  con  
 los  de  Al f a f a r a ,  Bo c a y r é n t  y  Bia'r.  Qu e d a n  a u n  incultos  varios  sitios  por  lo  c omú n  
 montuosos,  q u e  fi-uctíficarian  sí  hubi e r a  ma s  l a b r a d o r e s c o s  actuales  obr an  c o n  
 prudencia  cinéndose  á  lo  que  p u e d e n  cultivar  con  esmero.  P o n e n  s umo  cuidado  
 e n  mejora r  las  viñas  ,  que  les  p r o d u c e n  160S  cántaros  de  vino.  N o  se  v e n  allí  
 abandonados  los  olivos  c omo  en  otras  partes  de l  r e y n o  :  cada  árbol  tiene  tres  ramos  
 principales  bi en  abiertos  para  que  el  sol  y  el  ayr e  ent r en  sin  emba r a zo  ;  y  
 aunque  r egul a rment e  solo  fructifican  cada  dos  años  ,  y  á  veces  cada  tres  ,  la  cos e - 
 cha  anua  se  regula  en  .  9 8  arrobas  de  aceyte.  Lo s  algarrobos  ,  que  necesitan  p a - 
 ra  vivir  un  c hma  mu y  t emp l a d o  ,  solamente  prospe r an  hasta  la  altura  de  la  villa,  
 y  nmg u n o  en  las  superiores  llanuras  de  los  Al f o r í n s  ;  p o r  lo  qual  no  es  mu y  c r e - 
 cida  esta  cos e cha ,  c u y o  f ruto  apénas  llega  á  i 8 3  arrobas.  Ma y o r  es  el  que  r inde n  
 las  higueras  ,  pa s ando  de  2 5 3  a r robas  los  higos  secos  ,  sin  contar  los  infinitos  que  
 se  c o n s ume n  frescos.  Lo s  sembrados  de l  secano  produc en  3 8  cahices  de  cebada,  
 8 0 0  de  a v e n a ,  5 0 0  de  c ent eno  ,  y  por c ion  de  t r igo,  que  junto  con  el  de  las  hue r - 
 tas  asciende  á  7 5 0 0  cahices.  Es t o s  frutos  v a n  s i empr e  en  a u t n e n t o ,  y  llegarán  sin  
 duda  a  una  tercera  parte  ma s  q ü a n d o  h a y a  suficientes  brazos  par a  el  cultivo.  
 5  El  recinto  privilegiado  de l  t é rmino  son  las  1 0 8 0 0  hanegada s  de  huerta  
 dispuestas  en  graderías  en  las  riberas  de l  Clariano.  El  s u e l o ,  que  es  de  mar.>a  
 blanquecina,  ha  mu d a d o  su  pr imi t ivo  color  en  otro  ma s  obscuro  por  la  mezc°a  
 d e  esttercol  que  se  le  añade  sin  c e s a r ,  y  adquirido  nuevos  gr ados  de  fertilidadpor  
 efecto  de  estos  abonos  continuos  da  cosechas  sin  descanso  ,  succdiéndose  al  tri  
 g o  el  matz  ,  las  l egumbr es  y  hortalizas  ,  fuera  de  lo  que  r inden  las  moreras  y  f r u - 
 tales  pl ant ados  en  los  ribazos  de  los  c ampos  d  en  sus  linderos.  C o m o  conocen  la  
 bondad  de  la  t i e r r a ,  la  aprove chan  con  una  e c o n omí a  admi r abl e  :  hasta  en  la  
 parte  mKr ior  de  los  c ampos  sembrados  de  ma í z  d  trigo  ha c en  un  nuevo  surco  
 donde  s i embr an  gui s ant e s ,  habas  d  lentejas  :  los  lindes  de  los  c amp o s  sol amente  
 tienen  el  ancho  preciso  para  pode r  pasar  dos  pe r sona s ,  y  los  canales  de  riego  la  
 capacidad  correspondiente  á  las  aguas  que  d e b e n  contener.  C o n  el  fin  de  meiorar  
 los  c amp o s  buscan  estiereol  por  todas  partes ,  p a g a n d o  á  veces  hasta  cinco  reales  ñor  
 carga  de  diez  arrobas  ,  seguros  de  recibir  réditos  con  usura.  Co g e n  en  las  h u e L  
 ademas  de l  trtgo  9 3  cahices  de  maíz,  5 0 0  de  l egumbr e s ,  2 2 5 0 0  doc ena s  de  me l o - 
 nes,  3 J 0 0  arrobas  de  f rut a s ,  . o 3  de  hortalizas,  y  porcion  de  seda.  Ma y o r e s  serían  
 aun  las  huertas  y  los  frutos  si  se  aument a s e  el  riego  ,  lo  qual  se  lograria  fá c i lmente  
 restableciendo  y  pe r f e c c ionando  el  p a n t a n o  destruido.  HaUábase  este  á  u n a  hora  
 hácia  el  sur  de  la  villa  en  lo  ma s  estrecho  de  la  garganta  que  aUÍ  f o rma n  los  m o n - 
 tes  de  la  cordillera  me r idiona l  de l  valle  ,  y  pe rmane c ió  hasta  el  año  . 6 8 8  q u a n  
 d o  fue  inutilizado  por  u n a  furiosa  avenida  :  de sde  aquel  t i empo  han  q u e d a d o  sin  
 nego  muchos  c amp o s  elevados  q u e  lo  tenian  por  me d i o  de l  pant ano.  C o m o  se  apo  
 cáron  los  vecinos  de sde  la  mi t ad  del  siglo  pa s ado  hasta  que  se  t e rmina ron  en  este  
 las  guerras  de  suc e s ión,  y  c omo  tenían  en  el  río  suficientes  aguas  para  regar  lo  
 que  podí an  cul t iva r ,  no  echaron  mé n o s  la  falta  de l  p a n t a n o  hasta  estos  úl t imos  
 a ñ o s ,  en  que  el  a ume n t o  de  vecinos  obligó  á  nuevos  medio s  de  multiplicar  las  
 subsistencias.  Vi é r o n  rastros  de  la  antigua  acequia  del  p a n t a n o  ,  y  conoc i endo  q u e  
 sería  mu y  útil  el  restablecimiento  de  la  obra  ,  la  emp e z a r o n  con  tesón  ,  y  c a sUa  
 perfeccionaron  por  lo  perteneciente  al  pant ano.  Iban  á  hacer  lo  mi smo  con  el  ca  
 nal  de  riego  ,  q u a n d o  incidentes  imprevistos  ,  y  tal  ve z  la  ma l a  intención  de  a lgunos  
 v e c n o s  pusiéron  obstáculos  que  de tuvie ron  la  o b r a ,  p r i v a n d o  así  al  p u e b l o  
 del  a ume n t o  y  me jor a  de  frutos  que  darian  aquellos  c ampos .  ¡ Q u á n t o  bien  no  r e - 
 sultaría  sí  los  vecinos  de  esta  rica  y  noble  villa  ,  conoc i endo  las  soUdas  y  p e rma - 
 nentes  ventajas  de  he rmana r  el  bien  general  con  el  particular  de  cada  u n o  ,  reunieran  
 sus  esfuerzos  c o n  espírim  generoso  ! Qu a n d o  esto  se  verifique  convendr á  
 hacer  el  canal  de  riego  con  mé n o s  rodeos  y  ménos  desnivel  que  el  ant iguo  :  no  d e - 
 berá  empe z ar  á  la  altura  de  la  compue r t a  ó j i a l a a  antigua  ,  sino  á  ocho°d  diez  píes  
 mas  alto  ,  facilitando  asi  riego  á  c ampos  que  nunc a  lo  tuviéron.  Seria  mu y  útil  t a - 
 ladrar  el  cerro  de  la  derecha  del  p a n t a n o  ,  para  que  el  canal  corra  oculto  hasta  d e s - 
 aguar  en  la  parte  opuesta  ,  porque  p o r  este  me d i o  serian  menor e s  los  gastos  y  la  
 evaporación  ó  pé rdida  de  las  aguas  ,  las  q u e  llegarían  í  su  destino  c o n  mé n o s  de s - 
 nivel  y  á  ma y o r  altura.  
 6  El  río  que  fertiliza  el  t é rmino  de  On d n i é n t  y  de  varios  pueblos  debe  su  
 origen  á  las  aguas  que  no  sirven  al  cont iguo  valle  me r idiona l  de  Al f a f a r a  y  Bo  
 c a y r é n t ,  por  correr  allí  mu y  profunda s .  L a s  vertientes  meridionales  de  la  sierra  de  
 A g u l l e n t ,  las  septentrionales  de  Maríola  y  Ag r e s  ,  y  las  que  se  hallan  entre  B o - 
 cayrént  y  el  collado  de  San  An t o n i o  a cuden  p o r  varios  r umb o s  ,  y  se  junt an  en  el  
 barrairco  de  la  Ad é r n  ,  cuyo  cauce  p r o f u n d o  y  tortuoso  cruza  la  citada  sierra  de  
 Agullent  de  sur  á  .lorte  ,  d e x a n d o  con  f r eqüenc í a  muros  escarpados  y  altos  hasta  
 las  inmediaciones  de l  pant ano.  Si  exc eptuamos  los  t i empos  de  tempestades  y  de  
 lluvias,  son  pocas  las  aguas  de l  barranco  ,  y  casi  todas  ent r an  en  el  canal  de  rie»o  
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