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de higos , 800 entre hortalizas y frutas , l o o cahíces de maíz , y poco trigo.
' 4 7 Despiics de recorrer este término volví á entrar en el de la Baronía , y
baxé otra vez á Ayoda r ; en cuyas inmediaciones observe' una mina de arcilla b o -
lar r o x a , que despide olor de búcaro , y hierve ligeramente con los ácidos. Co n -
tinuaba el examen de este último término lucia el este y sueste, y mu y pronto
desapareció el cultivo : á las pocas higueras y algarrobos que crecen en los sitios
hondos se siguen cerros calizos incultos,y montes de la misma naturaleza : las sendas
, que es el único camino , parecían perderse , y quedaban ocultas entre mo n -
tes , siendo preciso ladear sus faldas para salir de aquel laberinto estéril y desierto.
Tal aspecto presenta el suelo de la Baronia á su salida para entrar en el término
de las dos Sueras alta y baxa , que tiene casi dos horas de diámetro. Aunque mo n -
tuoso y a'spero como los antecedentes, sus activos colonos aprovechan quanto es
capaz de cultivo. Es i la verdad mas templado su chma , puesto que allí viven los
algarrobos : tiene también un riachuelo que fertiliza muchos campos ; pero sin la
industria y sin el trabajo ímprobo de sus dueños, ni el secano se vcria como actualmente
cubierto de higueras, viñas, olivos y algarrobos, ni las huertas parecerían
bosques de moreras y vergeles útiles. Concluidas las guerras de sucesión no
llegaban á 70 los vecinos, que hoy son 165. Este aumento prueba que el suelo
rinde mucho quando hay aplicación y constancia. Los frutos de ambas Sueras
sou 400 cahíces de trigo , n o de ma i z , 20 cantaros de vino, 600 arrobas
de ac eyte , 58) de higos, 6 3 de algarrobas, 1300 libras de seda, varias hortalizas
y legumbres.
148 El riachuelo que viene desde Suera hacía Artesa y Tales entra en un
barranco que baxa de la sierra de Espadan lucia levante, y sigue por la rambla
de Onda y rio de Be chi , como queda dicho en el segundo libro pa'g. t o 5 . Ha'-
llanse en las inmediaciones del barranco Artesa , Tales , Benitandús , Ve o , la Al -
cudia y Chinqué r , aldea infeliz de solas tres familias, donde confinan las jurisdicciones
eclesiásticas de Segorbe y Tortosa. Artesa y Tales quedan descritos en el
artículo de Onda. Los vecinos que median entre Chinquér y Tales son recomendables
por su aplicación é industria. Cúpoles un suelo ingrato sembrado de peñas,
que ocultaban alguna porcion de tierra, y las arrancaron para beneficiarla ; rompieron
eriales, al parecer incapaces de cultivo ; plantaron higueras , viñas , y algunos
olivos, y á fuerza de trabajar lograron repoblar aquellas aldeas, que al principio
del presente siglo tenían muy corto número de vecinos ; hay actualmente 71 en la
Alcudia, 57 e n V e o , y 22 en Benitandús, donde consta que en 1720 solo se hallaron
dos mugeres. El término de dichos tres pueblos tiene' mas de una legua do
diámetro, quedándole al norte el de las Sueras , al poniente el de Algimia de Al -
monacír, al mediodía el de Ha ín , y al oriente el general de Onda : lo ménos ingrato
se halla en las inmediaciones de Veo, y lo mas fragoso en las de Benitandús.
Los frutos se calculan en 200 cahíces de trigo, 100 de maiz , 600 arrobas de higos
, 300 de algarrobas ( e n Benitandús), 700 de aceyte , cántaros de vino,
100 arrobas de pasa ( e n la Al cudi a ) , porcion de judías , miel, y otros artículos
de menor valor.
149 Cruzando los montes que caen al mediodía de Ve o se representan los
mismos objetos que en los antecedentes : terrenos fragosos y en gran parte incultos
hasta el término de Ha ín , pueblo de 72 vecinos , que dista una legua de Veo.
Eran dichos vecinos en corto número al principio del siglo, durante el qual han
hecho progresos en la agricultura ; plantáron viñas , higueras y olivos en los sitios
que estaban cubiertos de alcornoques y maleza , aumentaron las huertas, y aprovecharon
las aguas que se perdían por el barranco , y reyna actualmente una laudable
emulación entre aquellas familias. No lejos del pueblo empieza la r ambl a , que
atravesando montes sigue junto i Eslida y Artana hasta unirse con la de Onda.
Para explicar su curso y la maravillosa transformación de este recinto, empezaré
por la confluencia de ambas ramblas. Llegada la de Artana á aquel punto con dirección
al nordeste , y unida á la de On d a , se abrid paso en el monte , cuyas faldas
y raices se extienden hasta las mmediaciones de Bechi. Vense en la confluencia
cortes de muchas varas en el monte que servia de barrera , y en el ancho cauce
lomas y montes de escombros, donde quedan mezclados cantos de mármol ne -
gro , y otros areniscos muy duros. A esta anchurosa hondonada se sigue el cauce
de la rambla de Aj-rana, sucesivamente mas angosto : por ambos lados se levantan
montes, ó por decirlo mejor , se ven los restos de la enorme mole que rompieron
las aguas para abrirse paso. Vense allí los bancos mas d ménos inclinados al horizonte
, los ángulos entrantes y salientes, y no pocas veces cortes perpendiculares da
muchísima altura , quales son los llamados puntas Aragonesas, por descubrirse el
reyno de Aragón desde sus cumbres. L a dirección del cauce es ya en aquel sitio de
poniente á oriente i mas queda tan profundo , que el sol lo baña pocas horas al día:
hállase interrumpido varias veces con enormes peñas, que en tantos sitólos no han
podido arrancar ni destruir las aguas : si bien hiciéron en aquella materia dura como
pórfido huellas y arroyadas , pulimentáron de algún modo las superficies , robaron
la tierra y vegetales. Re y n a un silencio y una horrible soledad en aquel barranco
: las faldas y raices de los montes que lo enfrenan quedan eriales, porque
son incapaces de cultivo : los regajos y altos están plantados de viñas, higueras y
algarrobos. Ta l vista ofrece el camino que va casi siempre por el fondo de la rambla
por mas de una hora desde la confluencia hácia Artana. Media hora antes de
llegar al pueblo todo muda de aspecto : se ensancha el cauce , y los montes dexan
entre sí una extensión considerable , y como en el centro de ella un cerro aislado,
en cuya falda están los edificios de Artana , y en su cumbre las ruinas de una antigua
fortaleza. Desde esta se registra con gusto la admirable mutación que han sabido
hacer los de Artana en este siglo, multiplicándose de resultas, desde ménos
de 70 vecinos que eran quando el reyno descansó de las guerras de sucesión, hasta
600 que son al presente. Estaba entonces abandonado el término , sin agricultura
, sin árboles, sin industria , y solamente había cinco olivos en las cercanías del