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 « a  mucho mas  separada  del mar quo la citada  torre ; y  si en otro tiempo  abnVaba  
 buques,  hoy  terraplenada sostiene algarrobos , almendros  y  sembrados :  s i - u L  
 se  los  edtfiaos  de  la  ciudad en  la  raiz  septentrional del Mongó,  quedando al este  
 y  a  corta  distancia  el  puerto,  el  qual  es  de  poca  capacidad  é  incdtnodo  por  las  
 rocas que easi á flor del  agua  corren  en arco media  legua , dexando una  sola abertura  
 o  canal por  donde  entran  y  salen  las  embarcaciones.  Seria  de  suma  utilidad  
 s. se habthtase  con obras hidráulicas, por  no  haber  puertos  en la  costa  del  reyno  
 hasta  entrar en  el Principado  de Cataluña, porque  Peñiscola , Benicasim  y Ct,llera  
 solo  prestan  abngo á buques muy  pequeños. El  término  de Dénia  es de  corta extensión  
 de  oriente  á  poniente ; pero  de  sur á  norte  , esto  es , desde Mongo hasta  
 confinar  con  el  de Oliva  tiene muy  cerca  de  tres  leguas,  y  dos  hasta el de Pe^oes  
 cas, estéril  lucia  el norte  por  las  arenas de  que se  compone  hasta las  aguas  del  
 mar ; pero  siguiendo hacia  el  sur es muy  fértil,  e.xcepto  algunos  sitios pedregosos  
 Hay  en  el multitud  de  almendros,  olivos ,  higueras  , algarrobos  y  viñas,  y  una  
 preciosa huerta  en  las cercanías  de la ciudad, vistosa por los malees,  trigos, moreras  
 y  demás producciones que la cubren : la tierra de  las huertas es gredoso-arenisra  
 roxa,  y  en  ella  se  ve  que  el  labrador ni  le  escasea  los  abonos  ni  las  labores  
 Han  contribuido á mejorar la agricultura Don Francisco Vives y Don Josef Polart  
 ciudadanos  instruidos en esta  ciencia  útil,  que practican  con  acierto  las  tínicas  leyes  
 que  se  deben observar. Podan  los olivos y  algarrobos,  inxertan  en estos  ramos  
 machos, multiplican  las viñas  de moscatél,  para que  el  fruto  rinda  mas  ganancia  
 con  el  mismo  trabajo; y  viendo  que  los  almendros  inxertados  perecen  en  pocos  
 anos ,  los  dexan  ahora como  salen  de la tierra, porque así  los disfrutan  largo  tiempo  
 , aunque  el  fruto sea  de menor  estimación  y  precio. Esta  observación, y  el ver  
 que  en  los  contiguos  términos  de  Xábea  y Bcnisa  perecen  los almendros quando  
 prometen  mas  utilidad , parece  probar  que si el  inxerto mejora  la  calidad del  fruto  
 , dismmuye la  robustez,  fuerza  y vida  de  los  árboles.  Lo  cierto  es  que  los  almendros  
 silvestres crecen  y viven mucho mas que los  inxertados. Aunque  también  
 sabemos  que  estos mueren  ó  porque  sus  raices  perpendiculares hallan  terrenos duros  
 que no pueden  taladrar ,  ó sitios húmedos  que les son  contrarios.  Se  resienten  
 sobremanera,  y  perecen  muchas  veces  quando  inxertados  sufren  el  corte  de  los  
 demás  ramos  silvestres ; pero  se puede  y  aun  debe  evitar  este  inconveniente  inxertandolos  
 (como  queda  dicho  en la descripción  de la  cria  y  cultivo  del  almendro) 
  muy cerca del suelo  quando solo tiene dos años, antes de  trasplantarlos  al  sitio  
 donde  deban  permanecer.  La  práctica  recibida  en Dénia  de  podar  los  olivos  
 pudo  tener origen  en el  fenómeno  que se observó  despues  de  las guerras de  sucesión. 
   Las  tristes  circunstancias  en  que  se  halló  la  plaza  forzó  á  cortar  los  olivos  
 dexando  solamente el nronco : pasó  aquella  época  desgraciada , y  con  la paz  recobraron  
 los árboles  la  libertad  de  arrojar  nuevos  ramos,  siguiéndose abundantes  cosechas  
 por  diez  anos sin  interrupción. Este  solo hecho  debiera desterrar  toda  preocupación. 
   Cógense  en  el  término  de Dénia  4 8  libras  de  seda,  roS  arrobas  de  
 w  
 aceyte,  6o3  de  algarrobas,  i2©  de  pasa, mucha  de  ella  moscatel,  200  de  higos  
 ,  200  cántaros  de  vino,  800  cahíces  de  trigo ,  400  de  cebada ,  600  de habas  
 , 500  de  almendra , porcion  de maiz  y  de hortalizas 5  y  serán en  breve mayores  
 ks  producciones  de  huerta  si  continúan  descubrimientos  de  agua,  como  los  
 que  recientemente  ha  hecho Don  Josef  Polárt,  quien  á  fuerza de  trabajos y  cuidados  
 logra  ya  la  suficiente para  regar  cien  jornales  de  tierra  en el  distrito  llamado 
  deis  Palmárs.  
 117  En  Dénia  empiezan  las  raices  de Mongó,  y  luego  cuestas  rápidas hasta  
 la  misma  cumbre  terminada  en  loma  obtusa.  Desde  ella  se  gozan  horizontes  
 vistosos, el mar  hacia  el oriente  quanto alcanza  la vista , hicia  el norte el Marquesado  
 de Dénia  seguido de Segarria  , los  pueblos  conocidos  con  el nombre de Marina  
 al  sur , y  al poniente hasta los  elevados montes  que cortan  la vista  los del valle  
 de Xald  y Muría.  El Mongo  se  prolonga  de oriente  i  poniente , y  va  disminuyéndose  
 su altura hacia  los  extremos , de los quales  el oriental  forma dentro del  
 mar  el  cabo  de  San Antonio  ;  el  occidental,  situado  hacia  el  lugar  de  Gata , se  
 une con los cerros y montes que llegan  á incorporarse  con  los de Lahuár. Todo  está  
 verde  hacia  el  norte,  á  excepción  de  las  quebradas  y  cortes  perpendiculares  
 próximos  á la cumbre ; por  el  contrario  hacia  el  mediodía  todo  es  aridez  y  peiías  
 peladas  en  bancos  casi  horizontales,  cuya  naturaleza  es  caliza,  en  partes  de mármol  
 ceniciento  con  algo de amarillo , y  en  otras  con  fragmentos  de espato  calizo.  
 Subí desde  Dénia  la  loma  oriental,  surcada  de  arroyadas  y  barrancos  con  dirección  
 al mar : caminé  mas  de una hora  cruzando una  larga  esplanada,  generalmente  
 Inculta ; luego , dexando á la  Izquierda  una serie de molinos  de viento ,  empecé  
 á baxar  la  dilatada  cuesta y  los  barrancos  que  conducen  i  Xábea  , situada  en las  
 raices meridionales  del Mongo  i  corta  distancia  del  rio  Xald  ;  cuyo  curso  voy á  
 describir  
 , como  también la posicion  de  los  pueblos de  sus riberas é  inmediaciones  
 desde Xábea  hasta  Famorca.  En  las raices  occidentales  del Faro,  según llevo  dicho  
 , empiezan  los  barrancos  de Malafi  y  de Castéll  de  Castélls,  que  confluyen  
 junto á Benigembla ; desde  aquí, unido  su caudal, corre hacia  el oriente , quedando  
 á la  derecha  Parsént,  y  á  la  izquierda Muría , Alcalali,  y la Llosa de  Camacho  
 : sigue  describiendo  curvas, pasa por  la Baronía  de  Xaló  , dexando á la derecha  
 la  villa de este nombre  y  su anexo  Llíber  ; á la izquierda Gata , y  últimamente  
 Xábea,  cuyo  término  cruza  para  ennar  en  el mar  después  de  haber  corrido  
 cinco  leguas ;  
 una hasra  el llano  de Perracos, otra desde allí á Benigembla  , la  tercera  
 desde  este  pueblo  hasta Xaló,  y  las  dos  restantes  hasta  el mar.  Su curso  es  
 siempre  por  entre montes,  formando en  las  dos primeras  leguas  una estrecha  cañada  
 de un quarto  de  hora  , y  aun  esta  peñascosa  con poco  cultivo ¡ algo mas ancha  
 es en  la  tercera  legua , aprovechada  en  almendros,  olivos y  algarrobos ; y  allí  
 lamen  las  aguas  varias minas de  yeso que  se  extienden  por  ambas riberas : estréchase  
 de nuevo la  cañada  junto á  Llíber  , y  sale á  las  llanuras de Xábea.  Son  pocas  
 las aguas del rio quando no llueve ; pero  furiosas  sus avenidas  en  tiempos  llu