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hallen moles considerables , distinguiéndose desde le'jos por el color pardo ó negro
de los cerros. El rio Palancia corre en muchos parages sobre bancos de dicho mármol
, segim es de ver entre Xér ica y Navajas ; en otros va lamiendo los bancos
de las riberas como en Segorbe , Soneja, Eslivella y Murviedro. N o en todas partes
es igiiahnente negro el color del mármol : en Soneja y en las faldas del cerro,
poco distante de Segorbe hacia el valle de Almonaci r , es obscuro con vetas blancas
i en Al tura , Cucaló y Alcublas pardea , y tiene menos vetas espáticas ; desde
la fuente medicinal de Navajas hasta Xé r i c a es mucho mas claro.
1 1 9 Para continuar con claridad y metodo nuestra descripción, conviene ahora
recon-er los pueblos de la ribera del Palancia ; y pues en el segundo libro quedan
explicados los del término general de Murviedro hasta Algár inclusive, seguiré
aquí empezando por S d t , que es el mas inmediato caminando al norueste,
y continuaré subiendo hasta el nacimiento del rio. C omo vamos por la derecha de
este quedan entre Algár y Sót algimos cerros seguidos hácia poniente de montes
de amoladeras , que al fin se unen con los de Portaceli. Las amoladeras tienen poca
solidez , y se reducen á tierra rosa arenisco-gredosa , que con las aguas baxa , y
queda en las arroyadas y en llanuras pequeñas, que van engrandeciendo sin cesar
al paso que dismmuyen los montecitos, y es probable que al fin resulte allí una
dilatada llanura, y desaparezcan los cerros, por entre los qualcs pasa el camino de
Valencia i Segorbe , desierto y e.xpuesto á sorpresas por las revueltas que forma.
N o hay mucho cultivo en aquel recinto , ni en los cerros hasta la ribera del rio
por mas de una hora ; pero pasando á la izquierda muda el pais de aspecto. Pr e -
séntase So't sobre una l oma , sobresaliendo entre sus edificios la hermosa Iglesia y
torre edificadas en estos últimos años : vense huertas en anfiteatro, que desde ei
lugar van baxando lucia el Palancia, y en ellas gran ntimero de moreras y frutales
: interrumpe el rio con gracia aquel vergel hermoso que contintía por su derecha.
En los ribazos crecen grandes cerezos, y otros frutales : las áreas de ambas
riberas observé en Setiembre cubiertas de malees , segunda cosecha de aquel suelo
fértil, análogo en todo ài de la Baronía de Torres-torres ì pero mas feliz porcjue
logra aguas para el riego : á cuyo beneficio los vecinos de So't, que son 200, multiplican
las producciones cultivando los campos con tesón. Ext ienden igualmente
sus cuidados al secano , de que les provienen abundantes y preciosos frutos, iguales
casi i los que veremos en el pueblo siguiente.
120 A medida que se sube por el rio son mas seguras las aguas para el riego
, y por consiguiente mas ciertas las cosechas de aquellos campos cultivados con
el mismo esmero que las huertas de Sdt. Ent re este y Segorbe media una legua,
en que se ven Soneja , Villatorcás y Xe l d o , distantes entre sí como un quarto de
legua, situados todos á la derecha del rio. Los cerros que van quedando por esta
banda están enteramente cultivados : hay señales de yeso en los inmediatos i Soneja
, y muchos mas en la rambla de Robi ra , que baxa iiácia el rio desde el pico
de la Agui la , puesto al nordeste de Gátoba. No muy léjos del yeso se ven her-
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mosos mármoles negros con vetas blancas de espato cristalizado, hallándose los
mas preciosos al salir de Soneja. Consta hoy dia la poblacion de 285 vecinos l a -
bradores , que no contentos con cultivar su término, entran en los inmediatos á
beneficiar lo que poseen. Enemigos del ocio trabajan sin cesar en los campos : logran
ciertamente aguas, tierra fértil, y un cielo benigno ; pero á su porfiado trabajo
mas aun que á las circunstancias locales se deben los frutos abundantes que
cogen ya en 580 hanegadas de huerta, regadas con las aguas del Palanc ia, ya en
los secanos de su propio término. Lo s frutos son 320 cahíces de t r igo, y otros
tantos de maíz, 28 de judías, 40 arrobas de hoja para los gusanos de seda, 1600
de higos , 4© de algarrobas , i S de aceyte , 40© cántaros de vino , mucha alfalfa,
hortalizas y fruta. Adema s entran en el pueblo las cosechas que recogen en los
términos circunvecinos, cuyo producto viene á ser igual al que rinden las del suy
o propio.
12 X No léjos de Soneja empiezan los campos de Vi l latorcás, pueblo de 24
vecinos , y luego los de Xe l d o , que tiene 1 70 : como aquel suelo es semejante al
que acabamos de v e r , igual la aplicación de los naturales, y abundantes las aguas,
rinde preciosos frutos de la misma calidad que los antecedentes, y calculados por
ambos pueblos se regulan en 180 cahíces de t r igo, 190 de ma í z , 24 entre judías
y cebada, 80 arrobas de aceyte , 200 de algarrobas, 800 de frutas, 2200 de hortalizas,
63 5 cántaros de vino, y 1450 libras de seda. Sigúese en la ribera izquierda
del Palancia Castelndu , y mas allá Pei íalba, o bien sea Cárríca , con 50 vecinos,
y frutos proporcionados al corto término que cultivan. Castelnóu es uno de los
pueblos considerables de la comarca , y lo era ya en tiempo de Moriscos : padeció
mucho en la expulsión de sus antiguos colonos ; pero al presente reparadas las
pérdidas tiene 400 vecinos labradores, y muy aplicados al trabajo. Su término,
aunque ondeado y en partes montuoso , es apto para viñas y algarrobos : hay en él
una hermosa huerta , regada con las aguas que baxan por el barranco de A lmo n a -
cir , y aprovechada con gran número de moreras , frutales y sembrados preciosos.
Los frutos de este pueblo son 1200 cahíces de trigo , 1500 de ma i z , 160 de judías,
1200 arrobas de a c e y t e , 50© de algarrobas, 7 780 de frutas, 1 50 de hortalizas
, 2500 de ajos , 400 de Uno , 4© de pasas, 12© cántaros de v i n o , y 1400
libras de seda.
122 A la derecha del rio y como á un quarto de legua hácía el poniente de
Segorbe yace Al tura , pueblo de 500 vecinos , que tienen 1600 hanegadas de hermosas
huertas , unidas á las de Segorbe , y enteramente semejantes en naturaleza
de suelo y producciones. Tienen ademas un secano de mucha extensión , y en
él dilatados viñedos , sembrados , olivos , y algunos algarrobos. El término en general
está ondeado por los cerros y lomas : prosperan los viiíedos en las colinas férreas
j pero quedan sin cultivo algunas, mayormente las que están cubiertas de al -
mendrilla. Sepáranlas barrancos de 20 á 30 pies de profundidad, en cuyos ribazos
se descubren Us capas y el orden en que las aguas han ido depositando el cascajo,
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