
 
		f '  
 i - 
 i  
 [86]  
 hallen  moles  considerables  ,  distinguiéndose  desde  le'jos  por  el  color  pardo  ó  negro  
 de  los  cerros.  El  rio  Palancia  corre  en  muchos  parages  sobre  bancos  de  dicho  mármol  
 ,  segim  es  de  ver  entre  Xér ica  y  Navajas  ;  en  otros  va  lamiendo  los  bancos  
 de  las  riberas  como  en  Segorbe  ,  Soneja,  Eslivella  y  Murviedro.  N o  en  todas  partes  
 es  igiiahnente  negro  el  color  del  mármol  :  en  Soneja  y  en  las  faldas  del  cerro,  
 poco  distante  de  Segorbe  hacia  el  valle  de  Almonaci r  ,  es  obscuro  con  vetas  blancas  
 i  en  Al tura  ,  Cucaló  y  Alcublas  pardea  ,  y  tiene  menos  vetas  espáticas  ;  desde  
 la  fuente  medicinal  de  Navajas  hasta  Xé r i c a  es  mucho  mas  claro.  
 1 1 9  Para  continuar  con  claridad  y  metodo  nuestra  descripción,  conviene  ahora  
 recon-er  los  pueblos  de  la  ribera  del  Palancia  ;  y  pues  en  el  segundo  libro  quedan  
 explicados  los  del  término  general  de  Murviedro  hasta  Algár  inclusive,  seguiré  
 aquí  empezando  por  S d t ,  que  es  el mas  inmediato  caminando  al  norueste,  
 y  continuaré  subiendo  hasta  el  nacimiento  del  rio.  C omo  vamos  por  la  derecha  de  
 este  quedan  entre  Algár  y  Sót  algimos  cerros  seguidos  hácia  poniente  de  montes  
 de  amoladeras  , que  al  fin  se  unen  con  los  de  Portaceli.  Las  amoladeras  tienen  poca  
 solidez  ,  y  se  reducen  á  tierra  rosa  arenisco-gredosa  ,  que  con  las  aguas  baxa  ,  y  
 queda  en  las  arroyadas  y  en  llanuras  pequeñas,  que  van  engrandeciendo  sin  cesar  
 al  paso  que  dismmuyen  los  montecitos,  y  es  probable  que  al  fin  resulte  allí  una  
 dilatada  llanura,  y  desaparezcan  los  cerros,  por  entre  los  qualcs  pasa  el  camino  de  
 Valencia  i  Segorbe ,  desierto  y  e.xpuesto  á  sorpresas  por  las  revueltas  que  forma.  
 N o  hay  mucho  cultivo  en  aquel  recinto  ,  ni  en  los  cerros  hasta  la  ribera  del  rio  
 por  mas  de  una  hora  ;  pero  pasando  á  la  izquierda  muda  el  pais  de  aspecto.  Pr e - 
 séntase  So't  sobre  una  l oma ,  sobresaliendo  entre  sus  edificios  la  hermosa  Iglesia  y  
 torre  edificadas  en  estos  últimos  años  :  vense  huertas  en  anfiteatro,  que  desde  ei  
 lugar  van  baxando  lucia  el  Palancia,  y  en  ellas  gran  ntimero  de  moreras  y  frutales  
 :  interrumpe  el  rio  con  gracia  aquel  vergel  hermoso  que  contintía  por  su  derecha. 
   En  los  ribazos  crecen  grandes  cerezos,  y  otros  frutales  :  las  áreas  de  ambas  
 riberas  observé  en  Setiembre  cubiertas  de  malees  ,  segunda  cosecha  de  aquel  suelo  
 fértil,  análogo  en  todo  ài  de  la  Baronía  de  Torres-torres  ì  pero  mas  feliz  porcjue  
 logra  aguas  para  el  riego  : á  cuyo  beneficio  los  vecinos  de  So't,  que  son  200,  multiplican  
 las  producciones  cultivando  los  campos  con  tesón.  Ext ienden  igualmente  
 sus  cuidados  al  secano  ,  de  que  les  provienen  abundantes  y  preciosos  frutos,  iguales  
 casi  i  los  que  veremos  en  el  pueblo  siguiente.  
 120  A  medida  que  se  sube  por  el  rio  son  mas  seguras  las  aguas  para  el  riego  
 ,  y  por  consiguiente  mas  ciertas  las  cosechas  de  aquellos  campos  cultivados  con  
 el  mismo  esmero  que  las  huertas  de  Sdt.  Ent re  este  y  Segorbe  media  una  legua,  
 en  que  se  ven  Soneja  ,  Villatorcás  y  Xe l d o  ,  distantes  entre  sí  como  un  quarto  de  
 legua,  situados  todos  á  la  derecha  del  rio.  Los  cerros  que  van  quedando  por  esta  
 banda  están  enteramente  cultivados  :  hay  señales  de  yeso  en  los  inmediatos  i  Soneja  
 ,  y  muchos  mas  en  la  rambla  de  Robi ra  , que  baxa  iiácia  el  rio  desde  el  pico  
 de  la  Agui la  ,  puesto  al  nordeste  de  Gátoba.  No  muy  léjos  del  yeso  se  ven  her- 
 C 8 7 3  
 mosos  mármoles  negros  con  vetas  blancas  de  espato  cristalizado,  hallándose  los  
 mas  preciosos  al  salir  de  Soneja.  Consta  hoy  dia  la  poblacion  de  285  vecinos  l a - 
 bradores  ,  que  no  contentos  con  cultivar  su  término,  entran  en  los  inmediatos  á  
 beneficiar  lo  que  poseen.  Enemigos  del  ocio  trabajan  sin  cesar  en  los  campos  :  logran  
 ciertamente  aguas,  tierra  fértil,  y  un  cielo  benigno  ; pero  á  su  porfiado  trabajo  
 mas  aun  que  á  las  circunstancias  locales  se  deben  los  frutos  abundantes  que  
 cogen  ya  en  580  hanegadas  de  huerta,  regadas  con  las  aguas  del  Palanc ia,  ya  en  
 los  secanos  de  su  propio  término.  Lo s  frutos  son  320  cahíces  de  t r igo,  y  otros  
 tantos  de  maíz,  28  de  judías,  40  arrobas  de  hoja  para  los  gusanos  de  seda,  1600  
 de  higos  ,  4©  de  algarrobas  ,  i S  de  aceyte  ,  40©  cántaros  de  vino  ,  mucha  alfalfa,  
 hortalizas  y  fruta.  Adema s  entran  en  el  pueblo  las  cosechas  que  recogen  en  los  
 términos  circunvecinos,  cuyo  producto  viene  á  ser  igual  al  que  rinden  las  del  suy 
 o  propio.  
 12 X  No  léjos  de  Soneja  empiezan  los  campos  de  Vi l latorcás,  pueblo  de  24  
 vecinos  ,  y  luego  los  de  Xe l d o  ,  que  tiene  1 70  :  como  aquel  suelo  es  semejante  al  
 que  acabamos  de  v e r ,  igual  la  aplicación  de  los  naturales,  y  abundantes  las  aguas,  
 rinde  preciosos  frutos  de  la  misma  calidad  que  los  antecedentes,  y  calculados  por  
 ambos  pueblos  se  regulan  en  180  cahíces  de  t r igo,  190  de  ma í z ,  24  entre  judías  
 y  cebada,  80  arrobas  de  aceyte  ,  200  de  algarrobas,  800  de  frutas,  2200  de  hortalizas, 
   63 5  cántaros  de  vino,  y  1450  libras  de  seda.  Sigúese  en  la  ribera  izquierda  
 del  Palancia  Castelndu  ,  y  mas  allá  Pei íalba,  o  bien  sea  Cárríca  ,  con  50  vecinos,  
 y  frutos  proporcionados  al  corto  término  que  cultivan.  Castelnóu  es  uno  de  los  
 pueblos  considerables  de  la  comarca  ,  y  lo  era  ya  en  tiempo  de  Moriscos  :  padeció  
 mucho  en  la  expulsión  de  sus  antiguos  colonos  ;  pero  al  presente  reparadas  las  
 pérdidas  tiene  400  vecinos  labradores,  y  muy  aplicados  al  trabajo.  Su  término,  
 aunque  ondeado  y  en  partes  montuoso  ,  es  apto  para  viñas  y  algarrobos  :  hay  en  él  
 una  hermosa  huerta  ,  regada  con  las  aguas  que  baxan  por  el  barranco  de  A lmo n a - 
 cir  ,  y  aprovechada  con  gran  número  de  moreras  ,  frutales  y  sembrados  preciosos.  
 Los  frutos  de  este  pueblo  son  1200  cahíces  de  trigo  ,  1500  de  ma i z ,  160  de  judías, 
   1200  arrobas  de  a c e y t e ,  50©  de  algarrobas,  7 780  de  frutas,  1 50  de  hortalizas  
 ,  2500  de  ajos ,  400  de  Uno ,  4©  de  pasas,  12©  cántaros  de  v i n o ,  y  1400  
 libras  de  seda.  
 122  A  la  derecha  del  rio  y  como  á  un  quarto  de  legua  hácía  el  poniente  de  
 Segorbe  yace  Al tura  ,  pueblo  de  500  vecinos  ,  que  tienen  1600  hanegadas  de  hermosas  
 huertas  ,  unidas  á  las  de  Segorbe  , y  enteramente  semejantes  en  naturaleza  
 de  suelo  y  producciones.  Tienen  ademas  un  secano  de  mucha  extensión  ,  y  en  
 él  dilatados  viñedos  ,  sembrados  , olivos  ,  y  algunos  algarrobos.  El  término  en  general  
 está  ondeado  por  los  cerros  y  lomas  :  prosperan  los  viiíedos  en  las  colinas  férreas  
 j  pero  quedan  sin  cultivo  algunas,  mayormente  las  que  están  cubiertas  de  al - 
 mendrilla.  Sepáranlas  barrancos  de  20  á  30  pies  de  profundidad,  en  cuyos  ribazos  
 se  descubren  Us  capas  y  el  orden  en  que  las  aguas  han  ido  depositando  el  cascajo,  
 m