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cu-culos concéntricos. ; C o n » pudieron tomar aquellas formas las moles durísimas
que se observan? ¿Se cristalizo la materia ántes de consolidarse , como supone el
benor de Saussure para explicar la formación de algunos bancos calibos verticales
o se ve rdearon pequeñas explosiones en aquel estado ? A mi juicio ninguna de'
las dos opiniones explica con claridad el fenomeno bastante común en las montanas
del r e , ™ de Valencia. El puente que se edificó en , 7 , 0 apoya por ambos
l a d ^ sobre las rocas duras de los montes ; tiene un arco principal por donde pasa
el Xu c a r , y otro mas pequeHo hacia Mi l lares , á donde nunca lle<.a el a»ua la
qual queda unos 60 pies mas baxa que el pretil del puent e , y serpea por k angosta
profundidad que se ha ido excavando con el t iempo
. 8 A, , t e s de salir del término de Millares y en las cercanías del mojon que
o separa del de Qae sa hay una caverna l lamada C o v a de les Dones , respecto de
la qua queda Cor tes á legua y media hacia el norte con declinación á poniente.
Millares a .guai dtstanca al nordeste . y Quesa a' poco mas de dos leguas entre el
oriente y mediodía. Un o de los muchos barrancos que surcaron aquel desierto separo
de algún mo d o los montes , por cuyas raices corre de poniente i oriente El
sepKntrronal, calizo c omo todos los de aquella comarca , se compone de bancos
honzonta es , que forman escalones de tres y quatro pies de grueso , continuando
asi hasta la cumbre terminada en loma obmsa. A dos terceras partes de su altura
esta c omo el a t r io de la caverna , esto es , una pieza de 4 . pies de profundidad,
I - de altura y 34 de a n d r ó , en cuyo techo se ven dientes y escalones que d e -
j a r o n las penas ya caídas , y en los bordes exteriores arbustos y matas , c omo se
v e en a estampa adjunta. La abertura ó boca del atrio mira al sueste, y en el
fondo h a c a poniente hay un agujero de quatro pies de diametro , por el qual se
entra á la caverna. El paso es angosto y en cuesta rápida por seis ó I t e pies , p !
ro se errsancha de repente hasta . 4 , con diez ó doce de altura : allí empiezan
as tmteblas , mayores progresivamente a' cada p a s o , las que impiden registrar
lo mtenor de la caverna sm luz arúficíal. Por esto tomé tres hachas de viento v
no fue sobrada precaución , pues una de ellas se apago al fin de la c av e rna, y las
on-as dos daban una luz débi l , que conservamos con bastante dificultad C o n tal
chas desigualdades y dientes , efectos de las peñas que se desgajaron , y en p ^
se destruyeron ; y que aquellas estaban cubiertas de harina c a l i mu y L a y s u ^
ve. Qu e en a bóveda habia varias excavaciones hemisféricas, y en eli s W
merable multitud de murciélagos , que asidos mutuamente formaban c omo r l
mos de tres o quatro pies. 3.» Qu e de dicha bóveda baxaban gran número de
estalactitas o c ^ o s inversos , cuyas puntas goteaban agua , r e s t a n d o no poc
veces en el suelo balsas de bastante extensión. E n este se veían estalacmitas ó "
ses de pirámides , y columnas de diferentes alturas y formas , de las quales a l n -
nas representaban c omo cascadas congeladas , según es de ver en la estampa a l
,untai otras se agrupaban hasta dexar pasos angostos y dificUes. Toda s son de