
 
		producen  3 2 5 0  arrobas  de  arroz.  Debiera  desterrarse  de  este  suelo  pr ivi legiado  
 una  pKmt i  tan  nociva  á  la  salud  píiblica  ,  c u y o  cul t ivo  se  perpetúa  y  cunde  
 contra  toda  ley  y  razón.  L o s  frutos  de  Al far ras í  se  regulan  en  2 5 0  cahíces  de  trig 
 o  ,  1 5 0  de  maiz  ,  1 200  libras  de  seda  ,  500  arrobas  de  aceyte  ,  y  26®  cántaros  
 de  vino.  L o s  de  los  quatro  pueblos  componen  la  suma  de  3 4 8  cahíces  de  trigo,  
 1 5 0  de  cebada  ,  800  de  maí z  ,  i6@  cántaros  de  vino  ,  1 1 5 0  libras  de  seda  ,  880  
 arrobas  de  hortalizas  ,  y  buena  p e r d ó n  de  frutas  y  l e gumbr e s ,  especialmente  en  
 Guadasequies.  
 I  5  Descritos  ya  los  pueblos  que  yac en  á  la  izquierda  del  rio  ,  recorramos  los  
 de  la  derecha  ,  que  son  los  del  Marquesado  de  A l b a y d a  y  Agi i l lént .  Hállase  este  
 lugar  una  hora  al  oriente  de  Ont ini éut ,  de  quien  dependió  en  otro  t iempo  ,  quand 
 o  eran  mu y  pocos  sus  vecinos  i  pero  aumentados  sucesivamente  se  erigió  en  Uni - 
 versidad  en  el  reynado  del  Sefior  Fe l ipe  II.  Do s  siglos  hace  ya  tenía  3 0 0  casas  y  
 una  dilatada  huerta  ,  que  trabajada  podía  contribuir  al  aumento  de  frutos  y  v i - 
 vientes  i  y  con  todo  eso  apenas  llegan  á  290  sus  vecinos.  Multiplicáronse  en  e f e c - 
 to  ,  pero  se  fueron  pasando  á  Ont íni ént ,  mirado  siempre  como  la  corte  del  valle  
 por  el  gran  nilmero  de  nobles  y  hacendados  que  alii  viven.  V emo s  con  f reqi iencia  
 en  nuestra  E. p aha  que  los  ricos  dexan  sus  poblaciones  y  haciendas  por  d omi - 
 ciliarse  en  villas  y  ciudades  populosas ,  donde  creen  saciar  su  vanidad  y  otras  pasiones. 
   Lo g r an  tal  v e z  parte  de  sus  de s eos ,  y  casi  siempre  se  arruinan  en  perjui - 
 cio  propio  y  de  los  pueblos  donde  nac ieron,  porque  de  elfos  extraen  el  numerario  
 y  frutos  ,  que  conservados  allí  fomentarían  la  agricultura  y  fabricas.  L o s  buenos  
 edilicíos  y  calles  de  Agul l ént  manifiestan  que  había  gusto  y  poder  en  los  dueSos  
 que  las  edificáron.  Conoc i e ron  el  mérito  de  sus  campos  ,  y  por  eso  fomentaron  
 entonces  y  extendieron  el  cultivo  ;  destinaron  á  sembrados  las  lomas  de  aliarís  y  
 los  sitios  incapaces  de  riego  ,  ó  los  plantaron  de  viñas  ,  algarrobos  y  olivos  ,  de  los  
 quales  se  conservan  ho y  día  muchos  ,  notables  por  su  extraordinaria  magni tud.  
 También  aprovechan  las  aguas  del  rio  para  regar  1 5 0  jornales  de  tierra  honda  ,  si - 
 tuada  no  lejos  de  las  riberas;  y  las  de  la  fuente  Jordana  para  otro  igual  numer o  
 de  jornales  que  están  en  las  raices  del  monte.  L o s  actuales  vecinos  cultivan  con  
 cuidado  las  huertas,  y  gran  parte  del  término  que  no  logra  riego  ;  pero  d  me  ocultáron  
 la  verdadera  cantidad  de  sus  frutos  ,  ó  deben  vivi r  con  mi ser ia,  lo  que  
 contradice  la  robustez  ,  alegría  y  porte  decente  de  los  moradores.  Segu^  la  nota  
 que  se  me  ha  dado  cogen  5 4 6  cahíces  de  trigo  ,  700  de  ma í z ,  400  libras  de  seda  
 ,  80  cántaros  de  vino  ,  3 5 0 0  arrobas  de  aceyte  ,  i 200  de  algarrobas  ,  j o o  do  
 frutas  ,  2500  de  hortal izas,  de  ajos  ,  y  41  2  docenas  de  melones.  Es  increíble  
 subsistan  con  eso  1 200  per sonas,  y  paguen  los  arriendos  y  derechos.  Esta  manía  
 de  ocultar  los  frutos  hace  disminuir  el  valor  intríirseco  del  suelo  ,  y  parece  probar  
 negligencia  d  ignorancia  en  el  culrivador.  L a s  aguas  de  la  fuente  Jordana  vienen  
 encañadas  hasta  las  cercanias  de  la  ermita  de  San  Vi c ent e  ,  y  allí  se  maiiíliestan  en  
 el  barranco  cont iguo  al  monte  de  A g u l l é n t ,  el  qual  es  allí  mu y  áspero  y  q u e - 
 !  brado  ,  señaladamente  en  el  sitio  Uamado  FeñalUsa  ,  donde  los  bancos  ú  hojas  están  
 casi  perpendiculares  y  sin  tierra.  La  piedra  de  las  raices  que  miran  hácia  el  
 pueblo  tiene  la  superficie  dura  ,  y  en  lo  interior  una  substancia  arenísco-calíza  que  
 se  reduce  fácilmente  á  partículas  mu y  sutiles  : mezclada  en  este  estado  con  cal  sirv 
 e  para  hacer  mortero  i  pero  es  mejor  y  mucho  mas  solido  ,  en  especial  para  obras  
 hidráulicas,  el  que  resulta  de  la  misma  cal  mezclada  con  la  tierra  de  algunas  l o - 
 mas  contiguas  al  lugar.  Parece  tener  esta  todas  las  propiedades  de  X^fuzzolam,  
 pues  pierde  la  unión  quando  se  humecta  ,  y  entonces  se  perciben  las  finas  arenas'  
 que  contiene  amasadas  en  un  oxido  de  hierro  mu y  encendido  y  c omo  requemado.  
 1 6  A u n q u e  el  mont e  es  casi  incapaz  de  cul t i v o ,  abunda  en  plantas  narivas.  
 E n  las  quebradas  y  sitios  sombríos  crecen  la  doradilla  ,  el  pol ipodio  común  ,  el  
 culantrillo  ,  y  la  palomi l la  de  nueve  hojas ;  es  bastante  común  la  saxífraga  granngienta  
 ,  y  el  lepidio  de  peñas  i  pero  mucho  mas  la  nueza  blanca  ,  l lamada  allí  me - 
 choacan  blanco.  E n  los  sitios  ménos  descarnados  se  cria  una  lechetrezna  que  allí  
 conocen  con  el  nombre  de  jalapa,  que  parece  ser  la  euphorbia  ap¡o¡_ de  L i n n e o :  su  
 raíz  es  turmosa  y  larga  ,  á  la  qual  se  hallan  asidos  varios  tubérculos  por  medio  de  
 raicitas  c omo  hi los :  apénas  se  hiere  la  corteza  ,  sale  un  zumo  amarillo  mu y  cáustico. 
   Se  aumenta  el  número  de  plantas  ,  y  el  monte  entero  es  mas  interesante  á  me - 
 dida  que  se  camina  hácia  su  cumbre  oriental.  Hál lanse  al  paso  muchas  xaras  ,  y  
 con  freqüencia  el  hipocisro  ,  parasítico  á  las  raices  del  matagall,  que  es  la  x i r a  
 con  hojas  de  romero  ,  el  tomi l lo  común  y  el  l l amado  p b r d U  ,  los  lotos  peludo  
 corniculado  y  el  parecido  al  pie  de  páxaro  ,  las  perpetuas  de  mont e  ,  el  pipirigal lo'  
 vanos  teucrios,  asnágalos  ,  antílides  y  gramas.  A l  cabo  de  una  hora  se  descubre  la  
 mterrupeton  de  aquella  cordillera  y  el  cabezo  opuesto  de  Beni c adé l l ,  quedando  á  
 los  pies  una  profundidad  e n o rme ,  que  es  el  puerto  de  Al b a y d a .  Parece  que  los  
 montes,  hoy  separados  ,  exístiéron  unidos  en  otro  t i empo  ,  y  que  en  alguna  época  
 posterior  se  arruinó  y  desapareció  la  mol e  que  apoyaba  sobre  el  actual'puerto  de  
 A l b a y d a .  En  ambos  crecen  los  mi smos  v e g e t a l e s ,  y  ambos  son  calizos  con  me z - 
 cla  de  arenas  ,  compuestos  de  peñas  durísimas  ,  que  al  romperse  presentan  super - 
 fic.es  irregulares,  pero  tan  lisas  c omo  si  estuviesen  pulimentadas.  N o  creo  deba  
 atribuirse  aquel  f enómeno  solamente  á  las  aguas  ,  y  parece  efecto  de  conmociones  
 o  de  hundimientos  sucesivos.  Exis ten  hoy  dia  en  el  cabezo  del  monte  de  Ag u l l én t  
 cuevas,  y  una  caverna  perpendicular  mu y  profunda  ,  lo  que  hace  probable  mi  
 opinión.  1  .,ra  registrar  la  caverna  se  baxa  por  una  soga  c omo  veinte  pies  ,  donde  
 se  halla  un  descanso  ó  galería  :  sígnese  á  esta  otra  profutldidad  perpendicular  y  otro  
 descanso,  a  donde  se  baxa  del  mi smo  modo.  Has ta  aquí  han  l legado  algunos  • mas  
 nadie,que  yo  sepa,  se  ha  atrevido  á  pasar  mas  adelante,  porque  se  estrecha  el  p o - 
 zo  ,  y  no  se  alcanza  el  fondo  de  aquella  profundidad.  L a s  cuevas  principales  L  
 dos  ,  situadas  muy  cerca  de  la  cumbre  de l  monte  ,  nna  al  mediodía  de  la  caverna  
 y  otra  al  norte.  Esta  se  llama  Co..  al,a  ,  qne  podrá  tener  c omo  t o o  pies  de  
 • ' r r  n ' '  ^  .  y  de  la