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 nos  vistosa  por  no  haber  en  ella  estalactitas  ni  cascadas.  Su  cúpula  y  paredes  quedan  
 obscuras,  y  solamente  brillan  hasta  cierta  altura  á  donde  alcanza  la  luz.  La  
 piedra  es  por  lo  común  de  alabastro  blanco  muy  puro,  del  que  hay  peñas  consi - 
 derables  en  el  suelo.  Estas  cuevas  y  otras  mas  pequeñas  que  hay  en  la  costa  hasta  
 la  Granadella  atestiguan  las  pérdidas  que  han  padecido  aquellos  mont e s ,  y  anuncian  
 otras  que  deben  experimentar.  La s  mismas  cuevas  y  algunos  recodos  de  di f í - 
 cil  acceso  que  hay  en  aquella  costa  son  sitios  oportunos  para  la  caza  y  pesca  ,  y  á.  
 ellos  han  acudido  en  todo  tiempo  los  aficionados  :  sabíanlo  también  los  corsarios  
 Argelinos,  y  no  pocas  veces  cautivaban  á  los  incautos  cazadores.  
 COSTA  DESDE  LA  GRANADELLA  HASTA  EL  CABO  TOIX,  PUEBLOS  
 DE  LA  COMARCA,  Y  EXCAVACIONES  ENTRE  HIFÁC  Y  CALP.  
 129  La  costa  sigue  hacia  el  sudueste  como  tres  leguas  desde  la Granadella  hasta  
 el  cabo  ToÍx  , que  por  equivocación  llamaron  F o x  en  el  derrotero  de  las  costas  de  
 España.  Hállase  casi  siempre  erizada  de  peñascos  ó  montes  hasta  la  misma  agua,  
 y  por  eso  nene  pocos  sitios  abrigados.  Media  legua  al  sudueste  de  la  Granadel la  
 hay  una  cala  estrecha  ,  donde  pueden  refugiarse  embarcaciones  pequeñas,  y  i  otra  
 igual  distancia  siguiendo  el  mismo  rumbo  el  cabo  de  Mo r a y r a ,  que  entra  mar  
 adentro  como  un  quarto  de  legua  :  en  el  se  termina  el  Puig  ,  monte  conocido  con  
 este  nombre  en  las  inmediaciones  de  Beni tachél l ,  que  sigue  como  una  legua  de  
 norte  á  sur  hasta  el  mar.  AI  poniente  del  cabo  Morayra  está  el  cabo  Bl anc o ,  y  
 entre  ellos  la  ensenada  de  Morayra  abierta  al  sur ,  defendida  por  un  castillo  situado  
 en  el  comedio  de  ella.  T o d o  género  de  embarcaciones  quedan  allí  abrigadas  
 de  los  vientos  de  poniente,  norte  y  levante,  en  un  fondo  de  arena  y  alga.  N o  hay  
 en  las  cercanías  poblacion  alguna  hasta  Te u l a d a ,  que  dista  casi  una  legua  hacia  el  
 norueste  ;  por  lo  qual  y  por  la  seguridad  del  puerto  acuden  con  freqüencia  barcos  
 de  contrabando  ,  que  desembarcado  se  introduce  en  lo  interior  del  reyno.  La  costa  
 es  menos  alta  al  poniente  del  cabo  Blanco  ,  reducida  á  peñas  calizas  en  forma  de  
 humildes  lomas  ,  cubiertas  por  lo  común  de  arena  ó  tierra  ,  y  así  sigue  como  una  
 legua  hasta  el  peñón  de  Hifác.  Hallase  al  principio  la  cala  Fus tera,  y  luego  otra  
 mas  capaz  y  s  -gi ra  llamada  de  la  Al g a .  A l  oriente  del  peñón  cae  Ga l l i c ánt ,  ensenada  
 donde  se  fondea  sin  riesgo  de  los  vientos  del  oeste  y  sudueste  ;  y  al  oriente  
 empieza  la  de  C. t lp,  terminada  por  el  cabo  To i x .  Un a  legua  podrá  haber  entre  
 Hifac  y  To i x  ,  en  CLiyn  costa  dcacubrí  los  monumentos  que  describiré  despues  de  
 haber  recorrido  los  pueblos,  y  el  recinto  contiguo  i  estas  tres  leguas  de  costa.  La  
 multitud  de  montes  que  acabamos  de  ver  en  el  promontorio  Martin  ,  los  del  Mar - 
 quesjdo  de  Déuia  y  valle  de  Labua'r,  y  los  de  l'arsént,  continuados  hasta  la  Solana  
 de  Beiiisa  y  cabo  To i x ,  dexan  lucia  el mar  un  recinto  sembrado  de  colinas  de  albarís,  
 y  en  partes  de  peñas  calizas  descarnadas.  Ha y  también  algunas  llanuras,  al  parecer  
 de  nueva  formación  ,  según  lo  indican  los  barrancos,  y  otras  de  una  antigüedad  incalculable. 
   N o  hay  rio  alguno  ni  mas  aguas  para  regar  aquellos  campos  que  las  Uuli' 
   
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