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bada , 2 1 6 de avena, 15o de centeno , 160 de maiz, 1770 arrobas de almendra
mondada, 1200 de aceyte, 320 de ca'ñamo, 1200 de esparto, y ¡S cántaros de vino.
Por la parte meridional de la villa pasa el rio á mucha profundidad, dexando en
ambas riberas colinas fértiles dispuestas en graderías : siguense i las colinas cerros
de mucha altura ) (^ue reunidos forman dos cordilleras convergentes hacia el sur,
llegándose á tocar en el pantano. Todos son de yeso cubierto de tierra roxa y cenicicntà
de muchos pies de profundidad. Vense algunas veces como cortados i pico,
y con enormes moles socavadas á punto de caer } efecto de las aguas del rio, que
en las avenidas minan y roban la base terrea , y obligan í caer quanto apoya sobre
tales cimientos. Por eso se ve con freqüencia embarazado el ancho cauce, bien
que las nuevas avenidas destruyen sucesivamente los obstáculos llevándose la tierra
de que se componen. Suelen también contribuir con la suya muchos campos
situados cerca de las aguas, y por eso expuestos á daños considerables : cultívanse
no obstante por lo fértil del suelo , y ser allí mas templada la atmosfera que en el
resto de la hoya. Atí es qi:e apenas se baxa de Tibi hacia el rio se obser\'a mas
adelantada la vegetación , se ven crecer con lozanía algarrobos , y floridas las plantas
que aun duermen en sitios destemplados. Hállase con freqüencia el taray y la
adelfa : las ono'nides tridentada y fruticosa desplegaban sus flores á últimos de
Abril, y lo n ismo hacían las xaras escamosa , levipes, racemosa, ferruginea , y
la llamada en el reyno matagáll : es muy común allí la coronilla mínima , y algo
menos la junquera, con un sin número de otras plantas , que tapizan el suelo hasta
llegar al pantano d deposito de agua, obra magnífica y útil, digna de verse y de
S' r descrita en esta obra.
85 Los términos de Elche , Alicante y otros circunvecinos presentan un suelo
útil para toda especie de producciones, pero rinden poco con freqüencia por
la escasez de aguas. Para asegurar las cosechas los vecinos de aquellos pueblos registraron
quatro y mas leguas al contorno con el fin de descubrir algunas aguas, y
los de Alicante las hallaron copiosas en los marjales de Oníl y en las fuentes y
vertientes que van entrando en el rio hasta lo mas angosto de la garganta una legua
al sur de Tibi. Consiguieron licencia para usar de ellas , y adquirieron el derecho
que hoy conservan ; pero hallándolas insuficientes para llenar el vasto proyecto
que hablan concebido de reducir i riego su dilatado término, fué preciso
limitar sus deseos, y contentarse con regar el distrito llamado huerta de Alicante.
N i aun para esta bastaban aquellas aguas, escasas en verano quando la tierra las
necesita, bien que abundantes y muchas veces demasiadas en inviernoj pcio recurriéron
al arte para conservar en un estanque las inútiles en esta estación , y distribuirlas
en verano con suma economía. Eicogléron para hacer la obra la citada garganta
situada entre los montes Mos del bou y Cresta , ambos de peíías sólidas calizas
en bancos sobrepuestos desde la raíz hasta la cumbre , de los quales el llamado
Cresta queda en la cordillera occidental, y el otro en la oriental. Allí levantaron
un murallon de sillares labrados en la parte exterior, macizado de cal y
m m asá