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mucha bellota. Es allí notable una hermosa enc ina, que suele dar sesenta y quatro
barchillas de bel lotas, que el dueño vende i peso duro al píe del árbol. Ent re dos
años de cosecha cumpl ida , queda uno regularmente sin fruto , lo que sucede también
á los olivos.
3 9 As imi smo cogen los de Enguera sin riego 1300 cahices de maiz y algunas
legumbres en la Ho y a , que tiene una legua de oriente á poniente desde la
fuente de Mar zo hasta Be n amí l , y un quarto de norte á sur : hállase en cuesta suave
hacia levante , y presenta un suelo blanquecino de arcilla : esta , aunque variando
de dur e z a , continúa como diez ó doce pies hasta un fondo duro parecido á
piedra de un color azulado , sobre el qual se hallan las aguas , como se ve en los
pozos de la Ho y a . Para aumentar la cantidad de aguas hacen algunos pies de excavación
en la piedra azul. T a l v e z serian copiosas si se taladrase el banco entero
que media entre las capas gredosas hasta la superlicie exterior , y las muchas aguas
que de los montes septentrionales y occidentales baxan ocultas hasta el canal de
Navarrés, fuentes de Mar zo , de los Santos , y otras. Fuera bien aventurar algugunos
gastos para verificar estas sospechas, no infundadas á mi parecer. L a Ho y a
entera y muchas tierras del término de Enguera recibirían mejoras incalculables
si pudieran reducirse á riego. Podríanlo ya tener varias heredades con solo mul -
tiplicar los pozos y las zúas : Benicarló y Vinardz ofrecen exemplos dignos de imitarse
, y el genio laborioso y aplicado de los Enguerínos es capaz de practicar
qualquiera proyecto. Sacan de la Ho y a preciosos frutos , no tanto por la bondad
del suelo , quanto por el modo de cultivarlo : preparan los campos con cavas de
dos pies de profundidad , operacion conocida vulgarmente con el nombre de sacar
suelo , la qu.il dcxa loi campos en estado de conservar la humedad de las lluvias,
y de llevar frutos que no debian esperarse.
4 0 Y a c e la Ho y a al norte de la v i l l a , y esta en las raices septentrionales del
monte que la separa de Montesa. Puesto el espectador en la cre&ta del monte , se
imagina con razón hallarse en la línea que separa lo f rondoso, ameno y fértil del
reyno , de lo estéri l , inculto , seco y quebrado j porque hacia el mediodía descubre
el hermoso valle descrito al fin del segundo l ibro, y hacia el norte la Ho y a de
Enguera, y las montañas que continúan quanto alcanza la vista. Di x e que los E n -
guerínos apenas cultivan la quarta parte de su término , quedando las tres reatantes
baldías para pastos. Comp o n e n todas como cinco leguas de oriente á poniente entre
los términos de A n n a y Almans a , y cerca de tres de norte á sur entre los
de Quesa y Mont e s a , lindando también con los de Val lada , Mo i x ént , Font de
la Fí g u e r a , A y o r a , Bolbaite y Chcl la. Si exceptuamos la H o y a , y lo que allí llaman
la Canal del hinojo , que desde la muela Ro x a se le sigue casi paralela hasta
la fuente de Mar zo , todo son montes ásperos y desiertos, sin hallarse mas hombres
que pastores en espacio de siete horas qtie hay desde Enguera hasta Ay o r a , y al -
go mas hasta el valle de Cofrentes. Hillan^e con freqüencía empinados monees
cubiertos de pinos y ma l e z a , y no pocas veces barrancos de una profundidad ex-
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traordinaria , entre los qualcs se distingue el conocido con el nombre de Boqui l la,
que principia en el llano del R e y , y sigue formando curvas hasta que atravesado
el monte que media entre Montesa y Eng u e r a , desagua en el rio Cañólas.
Llámase también barranco de la Ho z al pasar por un sitio que dista tres horas hacia
el poniente de Enguera. Es allí mu y ancho su c auc e , y elevados los montes
por uno y otro lado : vense ángulos entrantes y salientes í la misma naturaleza,
posicion y grueso de bancos á iguales alturas , y pruebas ciertas de haber formado
en otro tiempo una sola mole , si bien está hoy excavada á 400 pies de profundidad.
El fondo se compone de arena, y de enormes peñas que cayeron de los
altos ribazos , ó baxáron rodando con las aguas ; allí nace una hermosa fuente,
donde abrevan á los ganados de la comarca ; y á un quarto de legua y orilla del
barranco hallé una familia que cultiva algunos campos , sin trato ni sociedad con
ottos racionales, mostrando en su miseria , sordidez y rusticidad lo inculto y áspero
de aquel desierto. Crecen por allí varias plantas , como la adelfa, el samolo,
la anagálide tierna , el traquelio azul y el jazmín amarillo : subiendo despues la
cuesta se pisan otras por mas de una hora , distinguiéndose entre ellas la escabiosa
afelpada , la malva con hojas de altea , la serrátula blanda y el cardo pinatífido.
Es común el cor ís, y el egílope que Linneo llamo squarrosa , la melica pestañosa
, el brezo vul g a r , el romero , y los teucríos dorado , brillante y en cabezuela:
observé las xaras blanquecina , fumana , racemosa , erizada y la parecida al brezo,
sin poder descubrir la de Mompe l l é r , ni las que tienen las hojas de salvia y de romero
, aunque mu y comunes en los montes vecinos.
CANAL DE If^ rMRis , I - SUM^CÁRCEL.
4 1 Al norte de Enguera y á una legua de distancia yace la Cana l de Na v a r -
rés , tendida de norueste á sueste como dos leguas , con poco mas de un quarto
de ancho , y en ella quatro lugares , que son A n n a , Chel la , Bolbayte y Na v a r -
rés , que le dio el nombre. El suelo de todo este distrito es gredoso , roxo y mu y
fértil, aunque en partes sembrado de chinas y cascaxo. A cada paso brotan copiosas
fuentes que fertilizan los campos , aumentan el caudal del rio Escalona , y for -
man enteramente el de Sellént. Hállanse en las inmediaciones de la Cana l cerros
de yeso , y hácia el norte los montes de Sumacár cel , incapaces de dar origen á
tantas aguas , las que deben tenerlo en los elevados que quedan entre A y o r a y
Millares , entre Cofrentes y Enguera ; puesto que ni las muchas nieves que los cubren
en invierno, ni las fteqüentes lluvias producen las fuentes que se debian esperar.
Vi enen sin duda las aguas desde aquellos montes por Htros subterráneos á
brotar en la C a n a l , en la Albuf e ra de A u n a , en el río de San Jul ián, y en las
fuentes de Marzo y Santa. De los expresados quatro pueblos el mayor y mas oc -
cidental es Navarrés , situado en una llanura junto á un cerro : fué antiguamente
anexo de la Al c u d í o l a , poblacion destruida , suerte que tuvo igualmente la T o r -
reta , de las que no queda rastro alguno : distaban estas como 300 pasos de Na -
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