
 
		« l i  
 Mci i:  
 ÌBM':  
 P'  
 i ' v  
 plantas  conocidas.  ^  ^  ^^  '  de  
 • =3  El  n o  de  Xa l o  desde  su  origen  l,asta  el  tórmino  de  Xá b e a  va  por  entre  
 P i l i » !  
 p i i S S  r r r  - - - A r g C i n o s  p„dieran  int ent a r ,  c Z  
 L T e n  1  > y  - c o d o s  
 hay  en  el  promontorio  meridional  ó  cabo  xMrrtin  les  facilital^n  
 para  dar  sns  golpes  con  p r e s t e .  ,  seguridad.  Q . n d :  
 d e  la  nvanna ,  o  no  descnbrian  desde  aquellas  atalayas  barco  alguno  ,  b a l n '  o  e  
 r.as  tterra  adentro  l l e u d ó s e  ganados  ,  pastores  y  quantos  i n f e l L s  a;  ;  
 aquel  r e a n t o  o  ct  tivaban  ]os  campos.  L a  p a .  hecl.a  con  los  Af r i c an  e Z J  
 la  t r anqut l tdad,  y  ,os  pueblos  de  .a  marina  pudieron  entregarse  sin  rt  e  f  
 p ^  al  comercto  y  a'  a  agricultura.  Los  de  Xá b e a ,  s u m a m l t e  aplicados  í  ul  
 m-ar  los  c amp o s ,  descu.dan  el  come r c io,  y  solo  pescan  para  surtir  el  pueblo  ;  siend 
 o  allí  los  peces  mu y  sabrosos  por  vivir  en  aguas  puras  de  mucbo  fondo.  De b i e - 
 ran  fomentar  estos  ramos  de  industria  ,  y  establecer  alguna  Ebrica  i  lo  menos  de  
 lencería  y  p a lma ,  pues  no  tienen  ninguna ,  ni  mas  ocupacion  que  la  agraria.  Es t á n  
 reducidas  á  cultivo  quatro  quintas  partes  del  t é rmi n o ,  extendido  dos  leguas  de  norte  
 á  s ur ,  y  mas  de  una  de  oriente  á  poniente  :  limitale  el  mar  por  oriente  y  me - 
 diodía  ,  por  los  otros  rumbos  el  Marquesado  de  Denta.  Fue r a  de  la  citada  llanura  
 todo  es  montuoso  y  generalmente  fértil  ;  tiene  al  norte  el  elevado  Mo n g o ,  y  al  
 sur  los  montes  que  entran  en  el  mar  y  forman  los  cabos  mas  orientales  del  r eyno  
 de  Valencia  ,  que  los  marinos  llaman  de  San  Martin  y  de  la  Ñ a u ,  y  los  naturales  
 distinguen  de  otro  modo.  Na v e g a n d o  estos  desde  el  cabo  de  San  An t o n i o  hácia  
 el  mediodía  reconocen  el  primer  cabo  que  llaman  P r im  ,  al  qual  se  sigue  hácia  el  
 sur  una  isla  oblonga  ,  redondeada  en  la  c umb r e ,  compuesta  de  bancos  calizos  inclinados  
 al  oriente  , y  separada  del  continente  c omo  5 0 0  pies.  Qu e d a  allí  una  corta  
 ensenada  entre  dicho  cabo  y  el  opuesto  meridional  llamado  Ne g r e  ,  que  es  el  
 segundo  por  el  mismo  r umb o  del  sur.  Aq u í  los  montes  son  de  mayor  altura  , y  se  
 ven  cortados  las  mas  veces  c omo  á  pico  hasta  las  aguas  ;  forman  junto  á  estas  v a - 
 rias  curvas,  y  el  conjunto  de  todas  ellas  es  un  a r c o ,  cuyo  centro  esta'  en  el  ma r ,  y  
 en  sus  extremidades  los  cabos  Ne g r e  y  Martín.  Es t e  es  el  mas  me r idiona l ,  y  en  
 él  empieza  á  declinar  la  costa  hácia  el  sudueste  ,  continuando  as!  por  la  Gr a n a d e - 
 11a,  de  que  hablaré  luego.  Co n f o rme  á  lo  dicho  los  naturales  llaman  cabo  Ma r - 
 tin  al  cabo  de  la  Ña u  de  los  marinos  ;  y  cabos  Pr im  y  Ne g r e  á  las  puntas  ó  c a - 
 bezos  que  en  la  carta  dispuesta  últimamente  baxo  la  dirección  del  Señor  T o f f i o  se  
 notan  con  el  tínico  nombre  de  cabo  de  San  Martin.  
 124  La  altura  de  estos  montes  es mediana  ;  sobre  ellos  está  la  llanura  6 f  latín  
 del  cabo  Martin  ,  cercada  de  lomas  por  todas  pa r t e s ,  de  mo d o  que  quando  llueve  
 no  tienen  salida  las  aguas  ,  sino  que  se  sumen  en  las  entrañas  del  mont e  ,  y  f o r - 
 man  el  riachuelo  subterr.ít.eo  ,  visible  solamente  quando  sale  al  mar  en  las  cercanías  
 del  cabo  Negr e .  Qu e d a  aquel  recinto  casi  sin  cultivo  ya  por  las  muchas  p e - 
 ñas  descarnadas,  donde  crecen  con  abundancia  palmitos  y  r ome r o ,  ya  porque  la  
 tierra  es  fioxa  y  arenisca  !  y  si  bien  da  cosechas  por  algunos  a ñ o s ,  se  dcsubstancia  
 muy  presto  ,  siendo  preciso  abandonarla  s i n o  hay  copia  de  estiercol  para  reparar  
 las  pérdidas.  Aiiídese  á  esto  que  los  campos  inmediatos  al  ma r  que  no  están  abrigados  
 de  alguna  a l tur a,  son  azotados  por  los  vientos  en  tanto  g r a d o ,  que  es  i n - 
 fructuoso  el  trabajo  empl e ado  en  su  cultivo.  Vense  allí  los  algarrobos  no  sol amente  
 inclinados  en  arco  iiácia  poniente  ,  sino  también  sin  ramas  orientales  ,  que  el  b a - 
 tidero  de  los  recios  y  freqüentes  levantes  d  no  dexa  crecer  ,  d  destruye  si  tal  vez  
 crecen  :  por  la  misma  causa  suele  perderse  el  fruto  de  las  viña s ,  y  así  sus  hojas  como  
 las  putitas  de  sus  sarmientos  ponerse  negras  y  arrugadas.  Desalentados  por  esto  
 los  de  Xá b e a  no  aumentan  allí  el  cultivo  ,  y  conservan  algunos  eriales  p,,ra  criar  
 gatiados,  que  ademas  de  las  utilidades  conocidas  producen  estiercol  para  abonar  
 otros  campos.  Si  tuvieran  aguas  para  regar  siquiera  las  llanuras  ,  sería  mu y  diverso  
 TOItíO  II.  V..  ^