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 Cien  palmos  hay  desde  la  base  de  los  pilares  hasta  lo  alto  del  p u e n t e ,  el  qual  en  
 su  mayor  altura  tiene  165  palmos  de  largo  , y  di;ez  de  ancho : de  estos  cinco  y  me - 
 dio  forman  el  c ana l ,  y  lo  restante  en  dos  partes  iguales  las  paredes  para  contener  
 el  agua  ,  la  qual  por  este  medio  pasaba  al  ribazo  opuesto  del  barranco  ,  donde  
 hallaba  un  monte  de  80  palmos  de  altura  ,  y  145  de  espesor  j  que  era  preciso  taladrar  
 d  romper.  N o  quiso  el  director  de  aquella  obra  abrir  mina  para  atravesarle,  
 como  hubieran  heclio  los  actuales  Valencianos  de  Crevillente  y  No v e l d a ,  acostumbrados  
 ya  á  obras  de  esta  naturaleza  :  tomo  el  partido  de  abrir  desde  lo  alto  
 del  monte  una  zanja  de  seis  pies  de  ancho,  empezando  esta  costosa  operacion  por  
 las  dos  faldas  oriental  y  occidental  del  mo n t e ,  dexando  entre  las  excavaciones  
 opuestas  como  30  pa lmos ,  por  medio  de  los  quales  se  conservaba  la  union  del  
 monte.  E n  estos  30  palmos  solamente  mando  abrir  la  mina  de  comunicación,  y  
 nos  dexd  pruebas  de  no  haber  sido  el  mejor  arquitecto  ,  pues  consumió  sin  necesidad  
 el  tiempo  y  los  caudales.  Lla'mase  al  presente  aquella  peíía  la  Cortada  d  Serrada  
 ,  por  las  zanjas  y  cortes  que  se  observan.  Apena s  se  atraviesa  la mina  y  se  
 sale  hacia  la  parte  oriental  se  presentan  varios  montes  , y  sobre  uno  de  ellos  declinando  
 al  sur  la  torre  de  Castro.  Para  continuar  el  aqüeducto  era  preciso  atravesar  
 el monte  mas  septentrional  ,  y  para  llegar  á  él  empezaron  los  obreros  á  ladear  el  
 que  habian  taladrado,  siguiendo  el  nivel  y  canal  excavado  como  135  palmos  en  
 una  peíía  dura  caliza  ,  de  cuya  naturaleza  son  aquellos  montes.  Estos  135  palmos  
 de  canal  están  á  descubierto,  y  aun  se  conserva  el  muro  que  contenia  las  aguas  
 para  que  no  se  derramasen  por  la  cuesta.  Sigúese  á  este  canal  una  mina  de  160  
 palmos  excavada  en  el monte  ,  la  qual  tiene  nueve  palmos  de  alto  ,  y  seis  de  an - 
 cho  ;  sale  luego  á  descubierto  , y  continúa  en  forma  de  canal  140  palmos  ,  ladeando  
 la  torre  de  Castro  ,  desde  donde  las  aguas  iban  á  dar  ,  como  dice Mares  ,  en - 
 cima  el Villar  de  Bcnadiif.  En  la  últíma  mina  abrieron  los  obreros  varias  ventanas  
 para  facilitar  sin  duda  d  desmonte  y  limpia  interior,  arrojando  por  ellas  lo  
 que  arrancaba  el  pico.  To d o  aquel  recinto  es muy  fragoso  y  solitario  , mas  propio  
 para  habitación  de  fieras  ,  que  de  racionales  :  y  no  obstante  se  retiro  allí  un  h ombre  
 pocos  aiíos  ha c e ,  donde  se  dispuso  para  abrazar  luego  el  estado  eclesiástico.  
 Entre  aquellas  peñas  vegetan  pinos  ,  sabinas,  labiérnagos  ,  raninos,  aliagas  ,  y  
 otras  matas  conocidas.  Tambi én  crece  con  abundancia  la  palomilla  de  nueve  hojas,  
 el  teucrio  de  peñas  y  el  dorado  ,  la  vulneraria  ,  y  varias  escabiosas.  
 91  Apéuas  se  sale  de  Chelva  y  de  su  huerta  empieza  una  serie  de  cerros,  
 que  continiian  como  una  hora  hasta  Tiiexar  • ,  y  median  entre  las  huertas  de  ambos  
 pueblos.  La  de  Tucxar  queda  en  situación  honda  respecto  á  la  altura  de  los  
 cerros  por  donde  va  el  camino  ;  es  sumamente  férdl  y  hermosa  ;  pero  como  se  
 halla  toda  en  una  llanura  sin  interrupción  de  lomas  ,  ni  varía  las  vistas  ,  ni  causa  el  
 deleytc  que  la  de  Chelva.  Se  estima  mucho  el  suelo  ,  cuyo  valor  innínseco  se  ha  
 I  No  sé  por  Jóndc  ni  cómo  v i . j i b i  el  Señor  va  á  Tuexa r  :  yo  iba  al  paso  r e g u l a r ,  y  llegoé  
 Bowle!  ,  qne  empleó  dos  horas  pata  pasar  de  Che l -  eo  una  hor a .  
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