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tanse saludables aqueUas aguas ' . y por tanto acuden de varios pueblos pa r a b a -
ñarse en ellas ó beberías , en especial las de la C o g o l l a , que se creen preferibles.
H a y allí un baño reducido á una pieza de tres varas y medi a de d i íme t r o , p r e -
c edida de dos c omo antecámaras : á todas estas piezas comunica el agua tal calor,
que en mu y pocos minutos sudan copios amente los que allí entran. C o m o es único
el ba S o toman su ve z los concurrentes pa r a entrar , y despues se retiran á unas
pobres casas edificadas en aquel recinto. N o hay que buscar allí comodidad a l g u -
na. E l enfermo ó los que le a compañan deben hacer de antemano las provi s iones
pa i a subsistir. E s sobrado general el abandono que reyna en k s fuentes saludables
del r e yno : solo en Ca t í he visto una hospedería decente. L a F o n t calenta entre
Chestalgár y Chul i l l a , T o g a , Na v a j a s , Mont anejos y la Vi l ave l l a , son sitios c a p a -
ces y dignos de notables mejoras : pudiéralas tener á poc a costa el de Ay gUe s de
Busdt en gran beneficio de los enfermos y suyo propio i porque con el dme -
r o que dexar ia el copioso número de concurrentes , aquel pueblo ma l edificado y
pobr e muda r l a de aspecto, aprovecharla ma s a g u a s , y aumentarla el riego y los f rutos
L a s huerteciUas que hay junto i la poblacion son mu y vistosas por el cont ras -
te que sus verdes ma í c e s , hortalizas y almendros hacen con los cerros y loma s áridas
de las cercanías. S obr e una de estas loma s se conservan ruinas de una torre,
desde la qual se descubre la vista que he procurado copiar en la es t ampa adjunta.
Mi r ando al sur se ven los cabos de la Hu e r t a y S ant a P o l a , entre ellos el ma r y
puer to de AUc a n t e , con los mont e s del Cas t i l lo , Mol inét y S an Jul i án. E n las inmediaciones
del ma s septent r iona l , que es el de la Hue r t a , se distingue c omo una
di latada al fombra que forman las huertas de Al i c ant e, donde blanquean las poblaciones
, y una multitud de casas esparcidas por aquellas llanuras. L a distancia de
legua y medi a no permitía descubrir toda la bondad y hermosura de aquel recinto
delicioso , que admi ran y alaban quantos lo vi s i t an, y que v amo s á describir.
TÉRMINO DE ALICANTE.
1 6 3 L a elevación de Ay g ü e s es tan poco favorable á los a l g a r robos , que ni
uno existe en las cercanías del pueblo 1 pero al paso que los cerros di sminuyen
de altura , y el suelo v a baxando hácia el término de Al i c ant e , t odo está pl ant ado
de a l g a r robos , tínica producción por espacio de una hora. Ve g e t a n allí con fuerza y
dan el fmto tan anticipado , que á últimos de Jul i o y a están cargados de fmt o casi
n e g r o ,ha b i end o caido buena porclon al suelo. Cr e c en muchas pl ama s nativas c o -
mo el albardin y e spa r t o , las xaras r a c emo s a , con hojas de tomi t to, de salvia , de
I „Es tas fuentes nacen á la falda del monte 11a-
,mado Cabezo de Oro, por haber en él minas de
„oro , piala, liierro , y muchas de aiufre , de que
„procede el salir las aguas tan calientes , y ser me-
„dicinales. Tienen asimismo larzaparriiia en mucha
„cantidad, <iue iguala en sus efectos con la ,ue se
, trae de Indias, como también en la causa que lo
oro y plata, que en ambas
„partes influye naturaleza. Esta montaña tend.á
„media legua de largo y otro tanto de ancho , y
„parücipan de ella los términos de Alicante , Bu-
„stit y Reiiéu." Escolano, Historia del reyno de Va -
lencia, lib. 6. col. pa , donde llama Aguas al pueblo
de Aygües.
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