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en cada uno una cosecha muy abundante de trigo, y otra casi igual de maíz.
35 El rio de Alcoy , que fertiliza U huerta de Gandía , tiene su origen en las
vertientes que caen á la hoyada de Poldp , y empieza á correr hácia levante:
entra con pocas aguas en la canal contigua de Alcoy , y muy pronto recibe por la
izquierda la fuente de Barchéll, que puede reputarse rio, y luego después las aguas
que baxan por el barranco del Cinc. Dexa á la derecha la villa que le dio el nombre,
y en el puente de Benilloba recibe por el mismo lado el rio, ó bien sea fuente del
Molinir. Sigue así hácia el Condado de Concentayna, dexando á la izquierda la
villa de este nombre, y se aumenta con las aguas del barranco del Sorc y del rio
de Agr e s , que le entran por la izquierda. Continúa serpeando por el Condado,
y antes de salir de él recibe por su derecha los ríos de Penáguila y Ceta , reunidos
antes en un cauce , y así corre adelante á bañar el valle de Perpunchént, en
el qual recibe algunos barrancos, principalmente el que viene de la Baronía de
Planes , llamado de la Encantada , que queda á la derecha. Engrosado con tantos
riachuelos y barrancos llega al fondo de este último valle , y junto á Llorja se introduce
por las tortuosas gargantas que allí dexan los monees agrupados por mas
de dos leguas , hasta que lamiendo las raices del Azafdr llega á unirse con el rio
Bernisa , y cruza la huerta de Gandía para perderse en el mar Mediterráneo. Como
recibe las vertientes de los montes de Mariola, Carrascal de Al c o y , montaíias
de Penáguila, Serrella, Almodayna , Benicadéll, son furiosas sus avenidas. La
que se verifico el día 4 de Octubre de 1779 fué tan grande , que llegó á haber
seis palmos de agua sobre el pretil del puente de Gandía. En semejantes riadas
causa daños considerables ya robando tierras , ya mudando de cauce. Junto á dicho
puente se ha ido retirando hácia la izquierda , de modo que casi lame las casas
de la ciudad , habiéndose llevado gran parte del ribazo que aseguraba el puente
, quedando muy expuesto el paredón que media entre el primer arco y la puerta
de la ciudad. Debieran precaverse con anticipación los riesgos que amenazan.
El corto caudal del rio en el verano facilita medios para asegurar el puente , forzándole
entonces á correr por una zanja que se puede excavar, y en e^te tiempo
podría hacerse una fuerte estacada desde el primer arco hasta los campos que empezaron
á desmoronarse , llenando despues con obra solida el largo triángulo que
quedaría entre la estacada y los campos inmediatos al puente.
36 Por este entran en la ciudad los que vienen de Oliva, ó de los pueblos
meridionales. Hállase Gandía casi en el centro de la huerta á la izquierda del rioj
tiene calles espaciosas, bien que algunas se estrechan y obscurecen por las salidas
o' avances que el mal gusto y peor policía permitió se hiciesen desde el segundo
tramo hasta lo alto de las casas i también tiene edificios buenos, y varias plazas.
Viven en la ciudad 1400 vecinos , de los quales muchísimos se ocupan en varios
oficios para fabricar lo que necesitan aquellos ciudadanos y los pueblos de la
comarca. Unos tiñen 12© libras de seda, que sirve para fabricar pañuelos , cintas
y varias telas, hallándose corrientes mas de telares de cintas, y como 24 de
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otros texidos , los que dan ocupacion á mas de s S personas : otros curten y preparan
las píeles que deben servir para las hermosas correas bordadas con gusto
que ciñen los labradores de aquellos pueblos en vez de la faxa tan introducida
como vimos en la huerta de Valencia : otros en fin texen lienzos, tuercen seda,
ó hacen de ella varios artefactos, aumentando de mil modos las subsistencias
y .riqueza.
37 A la misma izquierda del río y en la parte occidental de la huerta están
los pueblos llamados Benipeixcár de 90 vecinos , Real de 148, Benirredfá de 130,
y Beniopa de 343 , ocupados en cultivar aquellos campos deliciosos. Como el suelo
produce sin cesar cosechas de mucho precio , para que estas prosperen sin obstáculos
, gobiernan las moreras del mismo modo que en la huerta de Valencia,
cortándoles cada tres años todos los ramos hasta la corona. Son frequences y considerables
las heridas que esta práctica ocasiona á las moreras , resultándoles enfermedades
que pudren el corazon del árbol, y lo matan ; pero se reemplaza con
otro, sin que los gastos lleguen con mucho al beneficio que rinde el suelo , el qual
quedaría inútil por la sombra que echarían las moreras gobernadas de otro modo.
Las mugeres añaden allí su industria y laboriosidad á la de los maridos : tienen
regularmente delante de sus puertas ó junto á las paredes de sus casas una especie
de caxones de 30 pies en quadro, que forman con cañizos sostenidos por medio
de estacas ; llenan de estíercol lo interior , que tiene tres pies de profundidad , y
allí hacen sus semilleros ó almácigas de pimientos, que por estar á la mano cuidan
sin faltar á las ocupaciones domésticas. Las huertas de estos quatro lugares, y
buena parte de las de la ciudad se riegan con las aguas del rio Bernísa, que tiene
su origen en el sitio llamado Cañar del Clot, distante una hora de Gandía. Hállase
allí un copioso manantial en el barranco, á donde concurren otros muchos que baxan
de los montes situados entre Monduber, Azafór y Coli de Llautó. A un quarto de
hora del nacimiento se construyó una presa para levantar las aguas, y poderlas conducir
á sitios altos. Con el transcurso de los tiempos, y mas aun por la mala construcción
de la obra se halla hoy día la presa en tan mal estado , que la mayor parte
de las aguas se pierden por entre la manipostería del liiuro, ó por las grandes brechas
que se han ido abriendo en la última hilada. Igual defecto se observa en otras
presas en perjuicio del riego. Los de Gandía deseando remediar el daño han hecho
ya examinar los terrenos por un arquitecto de Valencia, quien calculó los gastos
indispensables en 26© pesos. Ahora trabaja una memoria para mejorar las presas
y el riego de la huerta el Señor Don Antonio Vivanco , patricio zeloso é instruido
, el mismo que pocos años hace enseñó á sus compatriotas un método fácil de
mejorar las haciendas, reduciendo á huertas los campos de secano. Tenía buena
porcion de ellos en un sitio á donde no llegaba el riego, y viendo que en el invierno
, por no necesitarse de riego , se perdían en el mar las aguas del rio , concibió
y executó la idea de recogerlas entonces en cantidad suficiente para regar sus
campos en verano. Para esto mandó construir en la parte alta de la hacienda un
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