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y media de norte á sur, confinando con los de Bcnaguacíl, Altura , Alcublas, el
Villar y .Pedralba. Todo está cultivado , excepto la undécima parte ; consta de
dilatadas llanuras y de algunos montes, que podrán formar la décima parte de su
extensión. Las llanuras de riego caen al sueste de la v i l l a , y componen 2® jornales
; las demás que se prolongan como quatro leguas hácia poniente hasta la iSaronía
de Chulilla , teniendo en parces dos leguas de ancho, no tienen mas agua que las
lluvias, muy de ordinario escasas en aquel recinto. Apenas quedan eriales en esta
extensión pingüe y seca , donde alternan viiías, olivos , algarrobos y sembrados.
No bastan los vecinos de Liria para cultivar su término , en el qiial muchos
de la comarca poseen tierras en propiedad d por arriendo, sacando de ellas gran
cantidad de frutos. Los que produce todo el término son 7600 cahíces de trigo,
38 de cebada , 20 de maiz , 3002> cántaros de vino , 4® arrobas de pasa , 300©
de al^^arrobas , 5© de aceyte , 28 de higos, 120 de pimientos, 158 de todo género
de hortaliza, 2600 libras de seda , mucho esparto, y algunas frutas y legumbres.
Como gran parte de estos frutos pasan á los dueños y cultivadores de otros
pueblos, los de Liria reemplazan esta falta con varios ramos de industria : la principal
es la del esparto , del que fabrican sogas y pleyta en valor de 308 pesos,
ocupándose en estas obras muchos hombres, nifios y mugeres : hállanse corrientes
seis fábricas de alfarería, y otras tamas de teja, cinco de aguardiente, cinco de xabon,
doce telares de lienzos, y muchos mas de cintas.
74 Si el campo de Liria y otros de la comarca pudieran lograr riego , serian
las cosechas mas abundantes y seguras sin comparación. Los monumentos que
hoy quedan en el Vizcondado de Chelva de aqüeductos antiguos, parecen probar
que los Romanos llcvàron o intentaron llevar aguas á Liria ; pero sin duda la desidia
de los que vivieron despues, y los trastornos políticos destruyéron aquel proyecto
útil ; y convendría executar otro para multiplicar las subsistencias y riqueza.
Si se sacaran del Xucar las aguas que los arroces consumen en perjuicio de la especie
humana, y otras con que pueden aumentarse el Xucar y el Cabriél ántes de su
confluencia , creo que buena parte de ellas llegaría á los campos de Liria. Acaso
bastaría introducirlas por la derecha del Tur ía, y sacarlas por la izquierda hácia
dichos campos , escogiendo en el río un punto que facilitase el desnivel necesario
para el riego. Entretanto no se verifique este proyecto útil deben los de Liria cuidar
mejor y multiplicar los árboles, como higueras, olivos y algarrobos. Estos por
lo común se hallan provistos de ramo macho j pero tienen sobrada leña inútil, como
asimismo los olivos. También debieran armarse contra los que talan , o hurtan
sin vergüenza parte de las cosechas : no es el remedio cogerlas con anticipación
como hacen para evitar el daño ; deben precaverlo estableciendo guardas que velen
y aseguren el fruto , como vemos en otros pueblos.
75 Contiguos á Liria se hallan los cerros de Santa Bárbara y de San Miguel,
este al mediodía de la villa , y aquel hácia poniente. El de Santa Bárbara se compone
de bancos y pedruscos sueltos de un morado obscuro , que contienen greda,
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arena y puntos brillantes : el de San Miguel es calizo , y por lo común de un
mármol sonrosado con vetitas espáticas. E n su falda hácia el sueste hay una cantera
de mármol amarillo muy cargado de manchitas de rosa, y puntos negros y blancos,
pai'ecida al llamado vulgarmente hrocatdci de España. En la cumbre del cerro
está la Iglesia y hermosa imágen de San Miguel contigua al Beaterío , donde habitan
quince doncellas vestidas de negro con velo blanco. No hacen voto alguno^
ni están sujetas al superior Eclesiástico j reciben visitas, y aun convidan á comer
i alguno del pueblo. Me aseguraron en Liria que no hay exemplo de que alguna
de ellas haya dexado el velo para casarse ni salirse, y mucho ménos de haberse
visto jamas allí acción ménos digna del estado á que voluntariamente se consagran.
Desde el Beaterío se descubren vistas agradables. Vese Liria á los pies tendida
de oriente á poniente , y mas allá hácia el norte su dilatado campo , que limitan
los montes de Portaceli, Olocau y Alcublas. Mirando hácia el mediodía
se ve correr el Turia desde que sale de los montes de Pedralba hasta mas allá de
Ribaroja , y se descubren las verdes alfombras que presentan las huertas de aquel
valle : mas distantes y á la derecha del río parecen las de Vülamarchante y R i -
baroja , separadas por cerros ; y á la izquierda las de la Pobla , Benaguacil, Benísanó
y Li r ia, que ocupan dos leguas : blanquean entre aquella verdura de diferentes
tintes los edificios de los pueblos y las casas de campo , distinguiéndose
entre aquellos objetos el pueblo inmediato de Benisand , situado en una loma junto
al camino real.
76 Tuvo este pueblo un castillo fuerte con tres murallas que miraban al
oriente , mediodía y poniente , y en cada una de ellas había quatro torres , puestas
á distancias iguales , y uua ^crcA. Las puertas se conservm , peco varias torres
y porciones de murallas están arruinadas. Hácia el norte en el sitio mas elevado
de la loma cerraba la fortaleza un palacio donde estuvo preso Francisco I
Rey de Francia ' , cercado de foso, y guarnecido con quatro torres. Las aguas
I En un libro de memorias compuesto por Francisco
Beneyco , autor coetáneo , se lee lo siguiente:
„ D i a de San Pedro de i g a g subieron los Escolanes
„ ( esto e s , los Sacristanes) á la torre del Migueleó
t e á tocar á vísperas , y mirando hácia !a mar
„descubrieron la armada que traia preso al Rey de
„Francia i dieron luego aviso á la ciudad, y por
„momentos partieron para el Grao los Jurados
„ y apenas hubo Sefior ni Caballero que no fuese
„allá. Haciéndose de noche , y viendo que las g a -
„ieras no se acercaban á tierra , enviaron Jos Of i -
jjciales Reales en un barco á Don Leonardo Lóris
„para que dixese al Vi rey de Nápoles de parte de
„Valencia , que alli estaban aprestados para servir
„ a l Emperador i y respondiendo que no saltarían
„ e n tierra aquella noche , se volvieron todos á V a -
ciencia i y volvieron al día siguiente al romper el
TOMO I I .
„alba. Desembarcó el Rey el qual y el Vi r e y
„ d e Nápoles subieron en dos muías que estaban pre-
„venidas, y fueron á la casa de la Ciudad del
„ G r a o , y en el mismo dia á Valencia Det i ivo-
„ s e aquel dia y el siguiente en el Palacio del Real ,
„ d e donde fué llevado al castillo de Benisanó , en
„ e l qual permaneció hasta el 20 de Julio de aquel
„año 1525 , en que llegáron las órdenes del Empe-
, , rador para que fuese trasladado á Madrid. Lo
„acompañáron muchos Caballeros fué á dormir
„ a l castillo de Bufiol , y de allí á Requena, y 3Ie-
„vábalo siempre en guarda Alarcon , Gobernador
„ d e Calabria , con 300 peones." Esta entre otras
noticias del citado libro que se conserva inédito en
la biblioteca Mayansiana me ha comunicado el erudito
Señor Canónigo de Valencia Don Juan Antonio
Mayans y Sisear.
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