J
- 1 if
, 4 -
I -
ir
1
•1,1
l i
[ 2 8 4 ]
yendo las de las Fias fundaciones , las de Bonijofar, y el brazal de Sarachc. Gran
numero de dichas tahullas se destina á hortalizas, otro casi igual á cáñamos y linos,
muchas á trigos , maices y legumbres , y al pie de 4® á naranjos de la China, que
ritiden mas utilidad que qualquicra otra cosecha ; por lo qiial se coníicrten cada
dia en huertos de naranjos aquellos campos que producian trigos y maices , granos
que se van sembrando en tierras mas apartadas de la ciudad , mal cuidadas antes
, d enteramente abandonadas. No solo son útiles los naranjos , sino que amenizan
y embalsaman el recinto : siempre vistosos por el verdor y brillo de sus hojas
, por la multimd y fragrancia de sus Hores , y por la hermosura de los frutos,
forman vergeles hermosos con los quales alternan otros de frutales, multitud de
moreras y otros árboles. Recréase el ánimo al descansar baxo aquellas sombras,
donde el gusto , la vista y el olfato reciben agradables impresiones : el movimiento
de las aguas que corren por aquellos canales, la variedad de frutos, la alegria
de los naturales, y la pureza del cielo producen grandiosas ideas, tanto que algunos
e-xtrangeros ' han creido hallar allí los sitios deliciosos que Milton pintó en su
Paraíso perdido. Grato es también el aspecto que presenta la huerta vista de alguna
altura : los muchos pueblos esparcidos por aquel recinto , el laberinto que resulta
de la multitud y variedad de acequias y canales, el rio, las arboledas, los sembrados
que entre ellas quedan para que resalte la espesura y verdor de tanto árbol,
forman un quadro poco común fuera del reyno de Valencia. Son sitios oportunos
para verle los montes contiguos á la ciudad, especialmente la Muela, cuya
altura domina aquel recinto. Con este fin subí á ella en Jul io, y lo hice por las
cuestas que tiene al norte , suaves y de fácil acceso. Llegué á la cumbre en hora y
media, y mirando hacia el mediodía veía á los pies y á mucha profundidad el
monte del Castillo ; mas abaxo el Colegio de San Miguel; y en las raices del monte
parte de la ciudad , cruzada por el rio , y cercada de jardines : seguíanse en la
misma dirección árboles y cultivo hasta el monte Urchíllo , situado en la cordillera
que sirve de muro meridional á la huerta. Esta se presentaba en toda su extension
unida hácia poniente con la de Murcia , en la qual se veía una verde alfombra
por mas de quatro leguas, y allí la torre y edificios de la capital de aquel reyno.
Desde donde se observaba baxar el rio serpeando y f^'cundando las llanuras
hasta Onhucla, y las que restan hasta el mar : quedaba en la ribera derecha Be -
niel , último pueblo de la huerta de Murcia , y en la de Orihuela Bigastro , Xacarllla,
Benijofar y Guardamar j Benejuzar, Almoradí y Roxales en la izquierda.
I El Sefior Juan Talbot Dillon en su Viage de is the beautiful Valencia ]il{e te garden of Paradi-
España, al concluir el reyno de Valencia dixo: „Such se in Milton:
A Happy rural seat of various view;
Groves whose rich trees wept odorous gums and balm,
Others whose fruit burnish'd with golden rind
Hung amiable ! Hesperian fables true,
If t rue, here only , and of delicious taste.
[ . 8 j ]
Por la parte oriental se descubría el mar Mediterráneo desde el cabo de Santa Pola
hasta mas allá del llamado Cervér , entre el qual y Guardamar brillaban las salinas
de la Mata : las de Torre vieja parecían caer al poniente de Cervér y á muy
corta distancia , seguidas hácia poniente del dilatado campo de Orihuela.
207 La Muela con los montes contiguos forma una curva terminada por
dos cabezos, uno oriental y otro occidental, entre los quales se avanza el monte
del Castillo , resultando dos senos hacia el sur. Por este rumbo tiene la Muela precipicios
horribles y cortes perpendiculares hasta muy cerca de las raices donde está
el cerro Orlolét, que media entre ella y el monte del Castillo, no menos escarpado
que la Muela. Ambos son calizos, y sus bancos casi horizontales hasta en la
misma cumbre. Los de la Muela son de mármol negro que pardea, sembrado de
vetas blancas : hay por allí pedruscos de alabastro cristalizado en agujas, y en partes
capas de arcilla laminosa parda, brillante y untuosa. Parece extraño hallar entre
aquellos montes otro , unido con ellos por sus raices, de naturaleza muy diversa
: tal es el Or iolét , mucho mas baxo que el del Castillo , y de figura cònica,
con cuestas suaves prolongadas hácia poniente. Todo él se compone de peiías de
un verde obscuro , y estas de cristalltos de feldespato y mica parda , engastados en
una masa que parece mediar entre las que We rne r llama hornschufer y fechstein,
según me dixo al examinar las muestras que trase el Señor Don Andrés del Rioj
el qual añadió que dicha masa no estaba aun analizada, y que la piedra era un
porfido apizarrado j bien que el Señor Don Floriano Coetanfao ' la colocó entre
los granitos. En el barranco que corre entre el Oriolét y el monte del Castillo
hay vetas de arcilla bolar roxa , otras de color de hígado , y algunas de un negro
azulado : estas liltimas, aunque arcillosas, son tan duras como piedra. Apenas hay
árboles en dichos montes, ni en el citado Urchíllo , porque los vecinos los han ido
cortando para leña, la qual es muy escasa actualmente, y por eso arrancan hasta
las raices de los arbustos. Crecen no obstante en aquel suelo árido y peñascoso
muchos vegetales, algunos nuevos como la siderítide juncál, la sálsola amarillenta,
y la boerhaavía parecida á la velesa , descritas y figuradas en mis obras : también
lo están el teucrío con hojas de romero , el de peñas y la fisálide acorchada. V i con
abundancia el tomillo pehrella , el espliego con hojas muy recortadas, el aguazúl ó
a'í z oon liispan k um de Linneo, la melisa fruticosa , el cardo siríaco, el marrubio
de España , la violeta ccjúsia, y otras muchas plantas.
208 Antes de recorrer los pueblos de la huerta daré la descripción del naranjo
, de su cultivo y utilidades. Este árbol pertenece á la clase 18 ó Folyad d phüi
de Linneo, porque sus estambres se hallan reunidos en varios manojicos 5 y aunque
Tournefort le llamó aiiranthim distinguiéndole del cHrenm, Linneo y otros
Botánicos modernos lo colocan en el género citrus, juntando en este solo las l i -
meras , limoneros y naranjos, por tener todos la misma fructificación. Esta con-
I A este digno profesor de Mineralogía , indivi- gran parte la determinación de los objetos del r e y -
duo de la Rcai Academia Médica de Madrid,debo en DO mineral, mencionados en esta obra.
TOMO I I . CCCC