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convertirían on jardines útiles gran parte del termino. Muclio queda incul to, ya
por falca de brazos , ya por la aspereza del suelo, donde crece con abundancia el
romero, que sirve para sustentar las abejas. Vi v e n en los montes muchos ganados,
cuya industria y las colmenas rinde bastante. La agricultura produce 1 50 libras de
seda , 1200 cahices de trigo , y 900 cántaros de vino. El Cura de Titaguas me
d w o , que en su término y junto al de Aras liabia un barranco á la derecha del
camino , y en él cai'bon mineral , plata y oro , y que por eso se llamaba fuente
del Oro la que allí nacia. T omé bien las señas, y marché para Aras , que dista dos
horas hacia el norueste de Titaguas. Hi l lanse al salir del pueblo cerros y montecitos,
que siguen casi hasta Ar a s , los mas incultos , donde crecen pinos, romeros, xaras
y aliagas : hay no obstante algunos campos cultivados , y algún viiícdo , principalmente
en una hoyada que se dexa á la izquierda. En una hora llegué al citado barranco
llamado del Re g a j o , el qual examiné con cuidado subiendo hacia el origen de
las pocas aguas que traia. En anTbas riberas crecian yerbecitas y cesped sobre un
suelo arenisco, siendo las principales la anagálíde tierna, y la leclietrezna blanquecina.
E l ribazo contiguo al camino aumentaba de altura sucesivamente, y en él se descubrían
algunos bancos de arenas conglutinadas en un cuerpo muy duro j los quales
en partes eran de menor consistencia , y todos habían perdido algo de su volumen
por efecto de las avenidas : presenta'ronse luego capas negras y delgadas con
varias undulaciones, y mas adelante fragmentos de carbon á manera de losas, que
vi ser madera fósil peñerada de betún. A ú n se reconocen y distinguen en ella
diversas curvas , que manifiestan las capas y aun la corteza de los pinos que
diéron origen á esta materia. Las porciones de ellas que quedaron libres de la
humedad prcbcntan una fracción lersa , brillante y negra como el mismo azabache
i y aunque menos pesadas que el carbon fósil puro ; puestas sobre el fuego
arden fácilmente y con actividad , e.NJialando un olor muy fuerte de azufre. Qu a n -
do las aguas ablandaron y robaron la masa arenisca que servia como de matriz á
la madera fós i l , caída esta en el agua se altera de tal modo , que pierde su brillo,
peso , y basca el olor de azufre. A vista de las muchas capas de madera fósil que
se manifiestan lo largo del ribazo , parece probable que el carbon exista con abundancia
en las cercanías del barranco y del cerro, lo que podría comprobarse haciendo
tientas con la barrena entre el camino y barranco. L o cierto es que en el ribazo
por donde salen las fuentecíllas del pretenso oro, las capas carbónicas son mas gruesas
á medida que se hallan mas profundas, y mucho mas las que están hoy día de
nivel con la corriente de las aguas, esto es, dos píes mas baxas que el sítio por donde
brotan las fuentecíllas. E l vulgo creyó haber allí oro y plata por las píricas que
se hallan ya enteras, ya medio descompuestas, y por los puntos blancos y brillantes
que relucen en las ma^as compactas y pesadas de arena
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E n ménos de una hora llegué desde el barranco á la villa de A r a s , situada
en'una llanura. Fué también Ar a s aldea de Al p u e n t e , del qual se separó tomando
para sí dos leguas de término de oriente á poniente entre los de Alpuent e
y Castilla , y legua y medía de norte á sur líijdando por la parte septentrional con
Santa Cruz de Mo y a en el reyno de Cascílla, y con Ar cos en el de A r a g ó n , y
por la meridional con Titaguas. Tiene hoy día 200 vecinos, todos labradores, cuy
a ciencia agraria se limita á arar , sembrar , y cuidar de algunas viíías. La llanura
donde está la villa tendrá como una legua , cuyo suelo es marga arcillosa roxa,
sin mas árboles que un corto número de nogales. L a felicidad ó desdicha del pueblo
depende de la cosecha de granos, por faltar allí los recursos de otras tierras
templadas y de abundante riego , donde se varían y multiplican las producciones,
reparándose con unas los daños que en otras se padecen. Por fortuna aciertan casi
siempre las cosechas, que consisten en 392 7 fanegas ' de centeno, 1 3 7 4 de cebada,
393 de avena, 120 de trigo, 1 50 de maiz, y 4$ cántaros de vino, con algima porcion
de miel y de ganados. A dicha llanura se siguen cerros por todas parces, y á
estos montes de mayor altura sobre el nivel del ma r , aunque aparenten poca respecto
de A r a s , que se halla en situación muy elevada y fría. Ent re los montes
se distingue el llamado Mu e l a , situado á medía legua hacía el nordeste de la villa.
Hállase coronado de bancos calizos casi horizontales con muy poca tierra , y por
eso sin cultivo en lo alto ; pero sus faldas están enteramente cultivadas por ser de
tierra fért i l , la qual se halla sembrada de ostras llamadas allí orejas de Mo r o , que
parecen madras , de la misma especie que las descritas en Vístabella y Ví l laf ranca.
Gr an número de ellas se desprende de la parce inferior de los bancos calizos
inmediatos á la cumbre ; pero muchas mas se descubren con el arado ; de modo
que parece que la Muela entera se formó de las dichas ostras. La s mas están ya
reducidas á tierra , y aun van descomponiéndose otras para aumentar los campos:
buena porcion de ellas perdieron su forma para pasar á peñas calizas 5 y las restantes
aunque petrificadas conservan su forma exterior, y alguna v e z el brillo. Ab r í
algunas , y observé que sus dos válvulas eran algo desiguales , y que una de ellas
tenia el interior cóncavo, y la otra algo convexo en la parte contigua á la charnela,
Hállase las mas veces una petrificación caliza , que ocupa • enteramente lo que
en otro tiempo el animal que pereció ; y no pocas un cuerpo terreo amarillento
gredobo, que la humedad y el agua ablandan y deshacen. No hallé el menor
vestigio de ostras en la esplanada de la Muela ni en sus canteras , de que se han
sacado sillares y piedra para la nueva fábrica de la ermita de Santa Catalina , la
qual se construye en la falda del monte á bastante elevación , donde nace una
I Et Señor Bowles exámiti<
co y sus inmediacioneSj como st
pág. 106, donde dice : „ A um
también el barran- ,jnio lugar (Titaguas) sobre ei camino real me mosadvierte
en su obra „tráron una mina de carbon de piedra, que yo juzlegua
de este üUi - „ g u é luego era de la misma naturaleza que Us prejjCedentes
j pero como quisieron que la eximinase,
„hi c e cavar , y hallé que el terreno se compone de
„capas alternativas de piedra arenisca , de madera
„bituminosa, de piritas , de arena mezclada con
„ t ierra, y en lo mas hondo de bouille correosa co-
,,mo greda, que no es otra cosa que madera podri-
TOMO I I .
„ d a mezclada con betún. Las capas del mal azaba-
„che se han engendrado de las raices de los pinos,
„ de que todo aquel pais está llenoj porque estos árboles
„ echan sus raices casi horizontales como las ramas."
I ^ Cada quatro fanegas hacen un cahíz valenciano,
y casi una décima parte de otro.