
 
		.1.  I  
 son  ma y o r e s  en  los  conf ines  de  Oni l  é  I b i ,  cubiertas  de  vegetales  nat ivos  ,  d  de  
 otros  qne  poso  el  l abr ado r :  signese  una  cordillera  de  cerros  eada  v e z  mas  altos  y  
 paralelos  a  B t s c o y ,  que  v an  de x ando  en  sus  raices  septentrionales  la  ho y a  de  su  
 nombre.  I s a e e  all,  t,na  fueiue  que  fertiliza  30  jornales  d=  t ier ra,  donde  se  erian  
 m a , c « ,  mg o s  y  delicadas  frutas  :  en  las  cuestas  y  campos  que  no  logran  riego  se  
 r c n  frondosos  v.nedos  y  sembrados  hasta  las  innaediaeiotres  del  b a r r a . L  de  la  A r - 
 cada.  Cont tnuat rdo  hacia  el  oriente  se  presenta  una  dilatada  llanura  ,  y  en  ella  dos  
 cerros  conteos  atslados.  Sub!  al  p r ime r o ,  que  es  el  oc c ident a l ,  cuyas  raices  y  faldas  
 son  de  tterra  yesosa  y  la  cumbr e  de  peñascos  calizos  ,  donde  ¿stá  la  ermita  de  
 San  Mt gue l .  De s d e  ella  veia  en  la  parte  oriental  la  vi l la  de  Ibi  ,  que  recostada  s o - 
 bre  las  ratees  del  otro  cerro  coni co  se  prolonga  hacia  el  mediodía.  E l  alto  mo n t e  
 de  Fo y a d e r e s  le  cae  al  n o r t e ,  el  carrascal  de  R i c o  al  sur ,  y  al  este  la  canal  d=  
 A l c o y . c u y o  terreno  baxo  respecto  á  los  laterales  permi te  ver  el  Ronton.ál  ,  y  
 otros  montes  que  y a c en  por  aquel  rumbo.  De sde  la  villa  hasta  el  c e n o  de  San  Mt - 
 guel  todo  son  ht j e r t a s en  graderías  que  se  prolongan  h.ícia  el  sur ,  vistosas  por  la  
 multitud  de  arboles  y  produc c ione s ,  c u y o  conjunto  forma  una  hern,osa  vista  ,  que  
 he  procurado  copiar  en  la  estampa  adjut.ta.  Ba. .é  del  c e r r o ,  atravesé  los  barrancos  
 d e  Santa  Mar ta  y  de  les  Ra b o s e s ,  y  á  breve  rato  entré  en  la  poblaeion  ,  cuyas  calles  
 son  espac iosas ,  y  mu y  decente  el  caserío  ,  donde  v i v en  800  v e c i n o s ,  quando  
 apenas  habta  3 0 0  al  pr incipio  del  siglo  pasado.  Débe s e  este  aumento  á  tres  me - 
 dios  principales  de  que  se  han  aprove chado  aquellos  industriosos  vecinos  pata  me - 
 jorar  sus  fortunas  y  haciendas  ;  la  agr ictJni ra,  las  fábricas  y  la  nieve  ,  que  cubre  las  
 montanas  del  término.  E n  invierno  ,  quando  la  agricultura  no  necesita  tantos  brazos  
 ,  se  ocupan  muchos  en  recoger  la  n i e v e ,  deposi tarla  en  pozos ,  y  arranear  ma - 
 tós,  c on  que  la  cubren  y  conservan  para  llevarla  en  verano  á  A l i c a n t e ,  El c h e  
 X i x o n a  ,  A l e o y  y  otros  pueblos  de  la  comarca.  Durant e  quatro  meses  ,  emp e z a n - 
 d o  en  J umo  ,  salen  diariamente  de  Ibi  50  cargas  ,  y  unas  25  en  A b t i l ,  M . y o  y  
 Octubre  ,  c u y o  tragino  ocupa  igual  ninnerò  de  caballerías  ,  y  muchos  h omb r e s ,  y  
 dexa  a  los  abastecedores,  que  son  de  la  mi sma  vi l la,  de  6 0 0  á  7 0 0  reales  diarios  de  
 benelicto  l iquido.  Ma y o r  sin  comparac ión  es  el  que  resulta  del  hi lado  y  otras  o p e - 
 raciones  con  que  los  de  Ibi  preparan  lanas  para  las  f ibricas  de  A l c o y  y  Bo c a y r ént  
 Según  un  c omput o  prudencial  entran  en  Ibi  cada  semana  mas  de  3 0 0  pesos  v  
 se  reparten  entre  la  clase  que  sería  pobre  ,  y  tal  v e z  infeliz  sin  este  socorro.  C o n ' é l  
 v i v e n  mas  de  80  cardadores  y  ó o o  hi landeras ,  mugeres  d  niñas.  A  estas  r iqueza,  
 se  anaden  los  frutos  de  la  t ier ra,  que  son  23  cahíces  de  t r i g o ,  6 3 0  de  cebada  
 2 Í 3  de  ma i z ,  , , 8  entre  avena  y  c ent eno ,  , 2 6 o  arrobas  de  almendra  ,  la  mas  
 preciosa  del  r e yno  ,  9 8  de  aceyte  ,  , 4 4 0 o  cántaros  de  v ino  ,  muchos  pimientos,  
 melones  ,  alfalfa  y  hortalizas.  
 8 1  La  tierra  de  los  campos  es  blanquecina  y  arcillosa  i  yesosa  la  de  las  colinas  
 cerros  y  faldas  de  los  montes  ;  y  la  substancia  de  estos  por  lo  c omún  caliza  con  
 mezcla  de  arenas.  De  la  des compos i c ión  de  los  mi smos  montes  y  de  las  continuas  
 ' i '  :  
 1