- h [ 3 4 ]
aquel suelo vista la facilidad con que crecen , se multiplican , y dan fruto sin mas
trabajo que inxertarlos. Los naturales d fiados en la liberalidad de la naturaleza , d
faltos de los conocimientos necesarios para educar y conservar estos árboles, los
tienen cargados de leña inút i l , y con poco número de machos. Pialle al paso la
fuente de la T e j a , y en sus peñas tapizadas de musgo y gramas algunas plantas
curiosas, como el anagálide tierna, la xabonera con hojas de albahaca , la clavellina
filiforme, la herradura pequeña 5 pasé el secano cultivado , que va descendiendo
en cuesta hasta el canal de riego , y llegué al pueblo, que tiene 200 vecinos,
todos labradores. Aprovechan estos para la agricultura mas de la mitad de su término
, que tiene media kgua de oriente á poniente entre los de Cotes y Na v a r -
ras , y algo mas de una de norte á sur entre los de Tous y Anna : riegan sus huertas
con las aguas que toman al Xucar en la confluencia de Es calona, y por eso
se llama el canal del riego , acequia de Es calona, cuyo curso explicamos en el segundo
libro. Ent re el Xuc ar y la acequia están dichas huertas, destinadas principalmente
á moreras, maices y trigos. Los frutos de Sumacárcel son 4 9 libras de
seda , 600 cahíces de maiz , 200 de trigo , y 800 cargas de algarrobas en años regulares
, siendo cada una de diez arrobas. E n el término de Sumacárcel y distrito
de les Argoleges hay una cantera de má rmol , color de leche de un grano compacto
y fino , y en el barranco del Santo Christo diferentes brechas. Algunas de
estas se componen de fragmentos de mármol negro engastados en una masa tèrrea
parda, y en otras los fragmentos son blancos, y la masa de color de sangre.
48 El Señor territorial percibe aquí la quarta parte de los frutos. Parece dura
esta cota , porque no se atiende al origen y pactos que dic?ron á los colonos primitivos
el derecho de propiedad, que ha venido de unos á otros hasta la presente
generación. Lo s antiguos Señores territoriales adquirieron el derecho o en recompensa
de sus servicios en la conquista, d en virtud de otros títulos que supongo
justos. Para multiplicar los frutos de la tierra, y no pocas veces para hacer felices
muchas familias pobres , juntaron cierto número de vec inos , repardendo entre
ellos el término, dándoles para siempre el dominio absoluto de la hacienda que
les c u p o , con la carga de pagar cada año la quarta , sexta ú octava parte de los
frutos j desigualdad originada tal vez del mayor número de pretendientes, de la
bondad y frutos del suelo, y de la mayor ó menor beneficencia de los dueños. No
hay hombre tan generoso que dé hoy día á un pobre labrador su hacienda en las
huertas del reyno , reservándose para siempre la tercera parte de los frutos j ni aun
en el secano y montes cultivados se hallará quien haga igual partido. N o pretendo
autorizar con esto las vexaciones que se experimentan y se reclaman , ni extender
el derecho mas allá de lo pactado. La actividad é industria de los Valencianos sería
mayor en varios distritos si los Señores territoriales no pusiesen obstáculos con
las pretensiones que renuevan apenas descubren nuevas producciones en terrenos
antes abandonados. No bien empieza el labrador á lograr el fruto de sus trabajos
y constancia , sacando aguas á fuerza de excavaciones, complanando cerros y pe -
ñas para formar huertas , reduciendo á cultivo breñas abandonadas, y terrenos
reputados eriales ; quando muchos Señores quieren percibir lo mismo que se les
contribuye por otros campos , que desde la antigüedad mas remota fueron huertas
d secanos fructíferos. Es preciso entonces buscar remedio en los Tribunales : de
otro modo se desalienta la industria, y se disminuye d destruye enteramente el
amor y buena armonía que debiera reynar entre los miembros del Estado.
4^ En Sumacárcel y Estubén se habla en valenciano , en los demás pueblos
que acabamos de ver en castellano. Un solo monte de media legua separa los
Montesianos de los Enguer inos, y difieren mucho en idioma , trage y genio. C o -
mo vamos subiendo desde An n a hacia los montes se observan gradualmente v a -
riedades en lengua, t rage, ocupaciones y aun inclinación. En An n a se habla un
dialecto que tiene mas del valenciano que del castellano ; en el resto de la Canal
hasta Navarrés es menor el número de voces valencianas, pero las castellanas distan
mucho de su pureza : ménos imperfecta es la pronunciación en Bicdrp y Quesa : en
Millares y Cortes desaparece el idioma valenciano ; pero el castellano está alterado
con los diminutivos que multiplican á cada palabra, como chiquiquia, y moc i -
quio en vez de chiquita y mocito. E n el valle de Cofrentes y Ay o r a se habla el
castellano como en el reyno de Murcia. Las ocupaciones y trage son en An n a como
en las inmediaciones de Valencia ; en los demás pueblos usan los hombres calzones
mas ajustados, mas largos , y por lo común de tela negra ; hay ya muchos
pastores, porque los montes y desiertos convidan á criar ganados. Lo s de Milláres
y Cor tes , como por influxo de las ásperas breñas que habitan , son duros y valientes?
mas bien pastores y alpargateros que labradores : se contentan con lo necesaiio
para vivir ; hombres y mugeres no gastan otro calzado que alpargates de esparto,
ni por lo común jamas han usado medias. Ll e van los hombres largos-monterones de
paño en lugar de sombreros y monteras valencianas ; y las mugeres un pañuelo, con
que creen adornar sus cabezas. E n Cofrentes y en el Val le sobresale la aplicación
á la agricultura ; pero muchos foragidos que se abrigan en aquellos mont e s , perturban
la comarca con sus robos y fechorías, si bien rara vez osan llegar á lo interior
del Val le , cuyos habitantes se hallan pacíficos , sociables y de una bondad
qual promete lo ameno del pais ; muy laboriosos y en una ocupación condnua,
que los enriquece sin corromperlos. En A y o r a , último pueblo, reynan los partidos
y domina el luxo , desconocido de todo punto en los demás pueblos : por di -
cha es sin límites el amor al trabajo ; se aumenta y perfecciona la agricultura , y
las fortunas se hallan repartidas con ménos desigualdad que en on-as tierras.
CORDILLERA IZQUIERDA DEL XUCAR , BARONÍA DE TURÍS,
r co:^'DADO de buñól.
50 Viniendo de Sumacárcel y atravesado el Xuc a r en el barco que hace v e -
ces de puente, inmediatamente se pisan las raices meridionales del Cabal lón , d
sea cordillera izquierda del X u c a r , que como queda dicho principia en Antel la,