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 cris,  un  andropogo  nuevo  ,  la  adormidera  i i íbr ida,  el  lino  estrellado,  el  (foiis  y  
 otras  muchísimas.  Ibame  acercando  al  Monas ter io,  y  pasé  por  el  sitio  l lamado  
 Barranco  de  la  Pobleta  ,  que  en  otro  t iempo  fué  un  desierto  inculto  ,  cubierto  de  
 maleza  ,  y  erizado  de  peñas  areniscas  con  varios  precipicios,  y  hoy  son  huertas  
 hermosas  ,  y  un  recinto  delicioso.  Ro zds e  la  ma l e z a ,  se  excavaron  en  parte  las  
 peñas,  y  en  otras  se  aseguraron  los  campos  con  r ibazos,  y  estos  con  almeces  ;  las  
 aguas  que  nacen  en  lo  alto  del  barranco  se  conduxéron  por  canales  sólidos  para  
 fertilizar  aquellos  campos ,  y  á  fuerza  de  gastos  y  constancia  se  efectuó  la  útil  transformación  
 que  hoy  se  admira.  A l l í  cogen  los  Cartuxos  maiz  ,  trigo  ,  aceyte  y  al - 
 garrobas.  Ti enen  ademas  la  heredad  considerable  llamada  la  To r r e t a ,  y  en  ella  
 uno  de  los  mas  hermosos  viííedos  del  r e yno ,  que  produce  el  delicioso  vino  llamado  
 de  la  Car tuxa.  La  leiía  ,  el  carbón  y  los  pastos  rinden  anualmente  sumas  considerables  
 :  con  estos  productos  subsiste  la  Comu n i d a d ,  excmplo  de  retiro  y  de  mor - 
 titicacion  5  la  qual  socorre  á  quantos  necesitados  acuden  ,  y  obsequia  á  los  que  por  
 otros  títulos  visitan  aquel  desierto.  
 7 1  La  tierra  cultivada  hacia  el  oeste  del  Monasterio  es  de  corta  extensión:  
 siguen  i  ella  pinares  espesos  hasta  el  contiguo  término  de  Olocau.  El  suelo  es  c a - 
 lizo  ,  en  cuya  superficie  se  observan  mármoles  negros  con  vetas  blancas ,  mucho  
 esparto,  y  la  siempreenxuta  :  así  continúa  hasta  llegar  al  bar ranco,  donde  presenta  
 nuevo  aspecto  ,  siendo  aUí  las  peñas  de  amoladeras,  y  la  tierra  roxa  granugienta. 
   Ensánchase  el  cauce  á  cada  paso  ,  y  van  quedando  por  uno  y  otro  lado  
 altos  murallones.  Un o  de  ellos  es  mu y  singular -, mirado  en  globo  semeja  las  ruinas  
 de  una  fortaleza  ,  v  presenta  nn  lienzo  de  600  pies  de  altura  casi  perpendi - 
 cular  ,  terminada  por  hiladas  sobrepuestas  con  poca  union  ; hállase  esta  como  mu - 
 ralla  namr a l ,  separada  algunas  varas  del  monte  contiguo  ,  cortado  naturalmente  á  
 pico  :  no  se  ven  allí  vegetales  ,  y  solo  se  descubren  rayas  obscuras  interpuestas  entre  
 los  bancos  hendiduras  de  la  peña  roxa.  Siguiendo  contra  la  corriente  del  barranco  
 descubrí  las  huertccitas  y  la  poblacion  ,  que  dista  una  hora  del  Monasterio.  
 Fué  Olocau  en  otro  tiempo  villa  de  bastantes  v e c inos ,  que  las  repetidas  epidemias  
 habían  reducido  á  quatro  solamente  á  principio  del  siglo  :  descubrióse  la  causa  de  
 las  enfermedades ,  aplicáronse  los  remedios  opor tunos ,  y  se  aumentaron  las  fami - 
 lias  hasta  el  número  de  60  que  hoy  tiene.  Las  aguas  que  suelen  baxar  por  el  
 barranco  quedaban  embalsadas  y  sin  movimiento  en  las  cercanías  del  pueblo  ,  que  
 está  en  un  hondo  sin  ventilación  5 se  corrompían  en  verano  , y  los  vecinos  tragaban  
 aquel  ayre  infecto  ;  pero  facilitaron  curso  libre  á  las  a gua s ,  limpiaron  las  bal - 
 sas  ,  y  recobraron  la  salud.  De sde  entonces  se  fomento  la  agricultura  ,  y  se  han  
 plantado  higueras  ,  olivos  y  viñas  :  los  árboles  se  cuidan  b i e n ,  y  apenas  iiay  un  
 algarrobo  sin  inxerto  macho  ,  con  lo  que  aseguran  el  fruto.  Y a  se  cogen  ^^  cántaros  
 de  v i n o ,  400  arrobas  de  liigos  ,  1 2 0  de  algarrobas,  y  algo  de  aceyte.  La  
 huerta  se  reduce  3 2 5  jornales  ;  pero  siendo  inciertas  las  aguas  para  el  r i e g o ,  lo  son  
 también  los  frutos  que  debe  producir.  
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 Continuando  como  una  hora  por  el  mismo  barranco  hacia  el  norte  se  halla  
 el  lugarcíHo  de  Marines  de  38  ve c inos ,  y  casi  á  igual  distancia  mas  arriba  la  cor - 
 ta  aldea  de  seis  casas  llamada  la  Ol l a ,  cercados  de  montes  que  permi ten  poc o  
 cultivo.  L o  mismo  con  corta  diferencia  sucede  á  Ga t o v a  y  Cucaló  ,  situados  al  poniente  
 de  la  Ol la  y  Mar ine s ,  con  quienes  forman  una  especie  de  quadrado.  L o s  
 montes  y  cerros  mudan  de  naturaleza  en  Cucaló  ,  siendo  ya  cal i zos ,  y  cont inúan  
 asi  hacia  norueste  por  la  Cuevasanta  y  Al cublas .  N o  lejos  de  Cuc a ló  en  el  distrito  
 llamado  Pozomortero  hay  una  cantera  de  mármol  negro  con  manchitas  de  
 color  de  naranja  ,  del  qual  vi  en  Segorbe  piezas  pulimentadas.  
 7 3  De  Olocau  pasé  á  Li r ia  en  dos  horas  caminando  hácia  el  mediodía:  observaba  
 al  paso  los  progresos  que  hace  la  agricultura  en  el  término  de  Olocau  ,  ya  en  
 lo  interior  de  los  montes  y  bar rancos,  ya  en  las  llanuras  contiguas  al  campo  de  
 Liria  ,  que  por  lo  común  es  de  tierra  caliza  :  continué  por  entre  v iña s ,  olivos  y  
 algarrobos  como  una  hora  hasta  ciertas  l oma s ,  donde  crecen  humildes  pino s ,  y  
 esparto  con  abundancia  ;  y  alternando  despues  eriales  con  campos  cultivados  l l e - 
 gué  á  la  ermita  y  fuente  de  San  Vicente.  Pisaba  aquel  suelo  fértil  en  1 7 9 2  ,  año  
 el  mas  seco  del  presente  siglo  ,  notando  tristes  efectos  en  los  vegetales.  Es taban  
 arrugadas  y  medio  secas  las  hojas  de  los  olivos  y  algarrobos  ;  gran  número  de  c e - 
 pas  sin  sarmientos  y  como  muertas  5 otras  con  pocas  hojas  y  corto  número  de  r a - 
 cimos  ,  y  la  tierra  reducida  á  polvo  sin  union.  El  Tur i a  entero  no  era  capaz  de  
 saciar  la  sed  de  aquellos  c ampos ,  cuyas  cosechas  dependen  de  lluvias  oportunas.  
 Dicha  fuente  brota  por  entre  peñas  calizas,  y  sus  cristalinas  y  deliciosas  aguas  unidas  
 á  las  de  otros  manantiales  vecinos  forman  un  canal  de  tres  muelas.  Ma s  abundantes  
 fuéron  en  otro  tiempo  ,  inundando  en  los  inviernos  las  inmediaciones  ,  cubiertas  
 hoy  día  de  juncos  y  otras  plantas  que  aman  la  humedad.  Formábanse  entónces  
 balsas,  que  corrompidas  en  verano  alteraban  la  atmósfera  de  mod o  que  enfermaban  
 y  morían  los  Padres  Tr ini tar ios ,  que  por  esta  causa  trasladaron  su  Conv ent o  
 á  Liria  :  aún  se  conservan  muchas  pai-edes  del  edificio  antiguo  en  las  cercanías  de  
 la  fuente  ,  donde  vi  crecer  con  lozanía  y  abundancia  la  asclepíade  fruticosa  ,  que  se  
 reproduce  naturalmente  como  en  la  Amé r i c a  su  patria.  N o  tienen  los  de  Li r ia  mas  
 aguas  para  mantenerse  y  para  regar  sus  huertas  que  las  de  la  fuente  ,  que  vienen  
 á  descubierto  por  mas  de  media  legua  ,  expuestas  á  emporcarse  ,  y  calientes  en  
 verano  ;  descuido  reprehensible  en  un  pueblo  rico  y  numeroso  qual  es  Liria.  L l a - 
 móse  antiguamente  Ede ta  ,  y  fué  capi tal ,  ó  la  que  dió  nombre  á  los  pueblos  E d e - 
 tanos.  Do s  siglos  hace  tenia  poco  mas  de  500  v e c inos ,  que  se  han  ido  mul t ipl i - 
 cando  hasta  mas  de  20  :  hállase  actualmente  colocada  parte  en  la  falda  de  un  cerro  
 contiguo  al  montecito  de  San  Mi g u e l ,  y  parte  en  la  llanura  ,  cercada  de  pr e - 
 ciosas  huertas  :  tiene  pocas  calles  espaciosas  ,  muchas  en  cuesta  ,  y  edificios  acomodados  
 á  la  ocupacion  de  sus  vecinos.  L o s  mas  son  labradores  ,  algunos  arrieros  
 ,  y  muchísimos  se  ocupan  en  arrancar  y  manufacturar  el  esparto  de  que  abunda  
 el  termino  i  el  qual  tiene  quatro  leguas  y  media  de  oriente  á  poniente  ,  y  tres