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 á  poniente  y  se  introduce  en  el  de  Murcia  se  termina  en  Guardamar ,  sin  llegar  Í  
 las  aguas  del  Mediterràneo.  La  playa  es  allí  de  arenas  sueltas,  y  sigue  casi  dos  horas  
 con  dirección  al  sur  iiasta  el  cabo  Ce r v é r ,  llana  y  casi  horizontal  en  las  cercanías  
 de  las  aguas  i  ondeada  á  corta  distancia  por  cerros  de  arena  conducida  por  
 los  vientos.  Estos  cerros  forman  un  muro  que  impide  ver  el  mar  desde  el  camino  
 que  conduce  á  Torre  la  Mata  ,  pueblo  de  unos  30  vecinos,  situado  en  la  misma  
 playa  una  legua  al  sur  de  Guardamar  ;  son  incapaces  de  cul t ivo,  y  en  ellos  solamente  
 vegetan  plantas  nativas,  como  la  crucianela,  atanásia  y  pancra'cio  marítimo,  
 la  paserina,  lentisco,  palmito  y  otras  matas.  Otro  aspecto  ofrecen  los  campos  
 Imcia  el  poniente  del  camino  ,  todos  cultivados,  plantados  de  viñas  ,  ó  sembrados  
 de  barrilla  y  granos  hasta  las  inmediaciones  de  la  poblacion,  célebre  por  las  salinas  
 de  su  nombre.  Hállanse  estas  al  norueste  del  cabo  Cervér  y  al  poniente  del  
 pueblo,  distantes  del  mar  1 5 4 7  varas  castellanas,  y  ocupan  un  fondo  cenagoso,  
 cuya  superficie  tiene  legua  y  media  de  perimetro.  Aunque  no  aparezca  comiuiicaclon  
 entre  el  mar  y  las  salinas,  se  infiere  liaberla  subterránea  por  los  mananuales  
 salobres  que  se  hallan  en  dicho  fondo  : mézclanse  estas  aguas  con  las  de  lluvia  que  
 allí  acuden  ,  y  sin  mas  agentes  que  la  naturaleza  empiezan  á  cristalizarse  por  Ma - 
 y o  ,  y  a' principios  de  Agos to  presentan  un  cortezon  de  sal  tan  duro  á  veces  como  
 el  mismo  ma'rmol.  Vi  pedazos  de  un  palmo  de  grueso  ,  y  de  una  vara  en  quadro,  
 que  se  conservan  sin  alteración  despues  de  18  años  en  la  torrecita  que  está  frente  
 la  habitación  del  adminisn-ador  de  la  Mata.  Perfeccionada  enteramente  la  cristalización  
 entran  los  obreros  con  hachas  ,  y  la  van  rompiendo  en  pedazos  ,  que  con  
 caballerías  conducen  á los  depo'sitos  y  almacenes.  La  sal  de  estas  salinas  se  preliere  
 á  quantas  se  conocen  ,  por  exceder  á  todas  en  la  virtud  de  preservar  de  la  corrupción  
 las  carnes  y  pescado.  Si  algunas  carnes  saladas  con  otra  sal  empiezan  á  
 corromperse  ,  se  ataja  el  daño  ,  y  se  conservan  lavándolas  bien  en  agua  dulce  ,  y  
 salandolas  de  nuevo  con  sal  de  la  Mata.  De  esta  se  surte  buena  porcion  del  reyno,  
 y  no  poca  del  de  Ar a g ó n ,  como  vimos  en  el  artículo  de  Vinaróz.  Para  que  los  
 barcos  pudieran  cargarse  con  alguna  comodidad  se  construyó  24  años  hace  un  corto  
 embarcadero  ,  que  en  breve  cega'ron  las  arenas  í  porque  el  director  de  aquella  obra  
 o  conocía  mal  lo  bravo  de  la  costa  ,  ó  no  pudo  hacer  los  gastos  que  pedia  lo  importante  
 y  útil  de  la  obra.  Por  lo  qual  en  1 7 9 2  se  empezó'  ot ra,  reducida  á  un  
 muelle  que  debe  entrar  en  el  mar  quanto  se  necesite  para  que  los  barcos  se  carguen  
 con  facilidad  :  ya  en  Agos to  de  diclio  año  vi  construidas  muchas  varas  de  un  ancho  
 y  solido  camino  que  entra  mar  adentro,  y  empezada  la  era  ó  espacio  mas  capaz  
 ,  donde  debe  acopiarse  la  sal  para  extraerse  :  el  muelle  seguirá  adelante  internándose  
 mas  y  mas  en  el  mar.  Not é  que  los  sillares  empleados  en  la  obra  eran  de  
 una  cantera  situada  en  las  cercanías  del  mar  del  nivel  con  las  arenas,  y  que  la  piedra  
 se  componia  de  fragmentos  menudos  de  conchas  de  varias  especies,  unidos  
 por  un  gluten  y  porcion  de  menudas  arenas  :  también  observé  en  lo  interior  de  los  
 sillares  camas  enteras  de  las  especies  que  actualmente  viven  en  aquel  mar  ,  y  en  
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 general  poca  dureza  en  la  piedra  ; bien  que  me  aseguraron  se  endurecía  despues  
 de  empleada.  <Pero  sucederá  lo  mismo  quando  las  obras  deben  quedar  en  contacto  
 con  las  olas,  y  expuestas  á  continuos  choques  í  L o  t íerto  es  que  peñas  de  igual  
 naturaleza  expuestas  á  las  furias del  mar  se  han  deformado  en  poco  tiempo,  y  muchas  
 destruido.  La  costa  del  reyno  de  Valencia  ofrece  á  cada  paso  pruebas  incontestables  
 ,  como  se  puede  ver  en  el  cabo  Mar t ín,  Peñón  de  Hifác  ,  Baños  de  la  
 Reyna,  y  otras  partes.  Por  frente  de  la  torre  ,  y  de  los  embarcaderos  nuevo  y  
 viejo  corre  una  barra  o  serie  de  peñas  paralela  á  la  costa  ,  sin mas  paso  que  un  solo  
 boquete  de  algunas  varas,  lo  que  hace  peligrosa  la  entrada  para  llegar  al  muelle.  
 220  Quantos  pozos  se  han  excavado  entre  el  mar  y  la  poblacion  ,  o  entre  esta  
 y  las  salinas  ,  dan  agua  salobre  é  inútil  para  el  sustento  de  los  hombres  ;  y  al  
 contrario  los  abiertos  hacia  el  norte  y  mediodía  la  dan  dulce,  que  sin  duda  baxa  
 por  filtros  subterráneos  de  los  montes  occidentales.  El  que  se  termina  en  el  cabo  
 Cervér  es  de  poca  altura  aun  dentro  del  mar  ,  y  de  menor  en  el  continente  :  consta  
 de  lomas  progresivamente  mas  humildes  ,  que  ocupan  como  una  hora  de  terreno  
 , y  separan  las  salinas  de  la  Mata  de  las  antiguas  de  Onhuela.  Enn-e  las  lomas  
 orientales  y  el  mar  queda  un  trecho  de  arenas  sueltas,  que  parecen  Indicar  se  retiró  
 allí  el  mar  hácia  levante  :  sigue  el  mismo  suelo  como  media  legua  desde  la  
 Mata  hasta  el  cabo  Cervér  ,  y  en  él  empiezan  las  rocas  que  el  mar  baña  por  mas  
 de  una  legua  circular.  Apenas  se  dobla  el  cabo  hácia  el  sur  tuerce  la  costa  y  forma  
 una  ensenada,  que  se  extiende  hasta  el  cabo  Ro i g  ( Roxo  )  ,  desde  el  qual  hasta  
 la Horadada,  ó  término  meridional  del  reyno  de  Valencia  ,  queda  otra  mucho  
 mas  pequeña  y  poco  segura.  L a  primera  está  abierta  contra  el  sur  ,  defendida  por  
 el  cabo  Ro i g  que  le  cae  al  sudueste  ,  y  por  el  cabo  Cervér  al  sueste  :  tiene  poco  
 fondo  hasta  media  milla  de  la  playa ,  á  cuya  distancia  quedan  en  quatro  brazas  
 las  embarcaciones  que  vienen  á  cargar  sal.  Contiguo  al  cabo  Cervér  mirando  al  
 sudueste  se  ha  ido  formando  una  poblacion  llamada  Torre  vieja, donde  2 5  años  hace  
 habla  tres  familias  ,  y  actualmente  106  ,  ocupadas  casi  todas  en  las  varias  faenas  
 de  las  salinas  que  vamos  á  describir.  
 221  Cinco  leguas  al  sueste  de  Orihuela,  y  1684  varas  castellanas  antes  de  
 llegar  al  mar  hay  una  laguna  de  2 5 4 10  varas  de  periferia,  cercada  por  varios  hi - 
 tos,  que  forman  una  linca  de  29946  varas.  Desde  esta  va  el  suelo  basando  en  
 cuesta  muy  suave  hasta  el  fondo  ,  donde  las  aguas  tienen  regularmente  cinco  pies,  
 compuesto  de  cieno  negro,  cubierto  de  una  capa  sutil  de  tierra  arenisca  de  un  roxo  
 muy  claro :  la materia  de  que  se  forma  tiene  tan  poca  union  , que  en  partes  se  
 Introduce  con  facilidad  una  caña  de  18  palmos,  y  en  ninguna  puede  estar  un  hombre  
 sin  hundirse  á mucha  profundidad.  No  comunicaba  antiguamente  el  mar  con  
 la  laguna,  donde  se  acopiaban  las  aguas  de  lluvia  que  calan  en  el  recinto  é  inmediaciones  
 ,  las  quales  evaporadas  en  verano  dexaban  la  sal  cristalizada  ;  reconocióse  
 en  ella  cierta  amargura  y  virtud  purgante,  y  por  tanto  empezó  á  despreciarse,hasta  
 que  se  descubrió  el  modo  de  hacerla  út i l ,  introduciendo  en  aquella  hondonada