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de Artana , y al nordeste de Eslida, distante corno media k g i u de una y otra población
, privado enteramente de aguas á bastante distancia, y mal vestido de vegetales
: prolóngase de norueste á sueste, es de poca altura,y se termina cti loma obtusa,
desde la qual empiezan las faldas mas d ménos rápidas, pero accesibles sin dilicultad
E n ellas se descubre la inclinación de los bancos hacia las raices ; los inferiores son
calizo-areniscos de un mármol duro casi negro, veteado de blanco ; los superiores
desde ántes de llegar á la mitad de la altura del monte son de arcilla endurecida
con rtrezcla de arenas y de rierra caliza. E n las faldas que miran al sudueste se descubre
el color encendido del cinabrio en ramificaciones sutiles, y alguna vez el cobre
con parriculas de cobalto. Conocieron los antiguos esta mina , é intentaron beneficiarla,
como parece por las e.^tcavaciones y galerías imperfectas que dexáron; mas
quedo olvidada hasta que pocos aiíos hace un cantero de Eslida, aficionado á registrar
los montes, reparo en el color encendido del cinabrio, y el verdoso de
cobre. Comunico su hallazgo , y practicadas algunas diligencias previas, comisionó
el Gobierno á Don Luis Bordesi para que comenzase las e.xcavaciones. Este dio
principio á su comision posesionándose del monte , y le puso por limites los regajos
ó barranqnitos que lo separan de los circunvecinos. Prohibió la entrada á toda
especie de ganado , y aun á los hombres , imponiendo multas á los transgresores
Vtóronse de repente los de Artana y Eslida privados de los pastos que tenían en el
nuevo coto , y coirminados con penas, si por curiosidad ó inadvertencia propasaban
las órdenes del comisionado. Este edificó una casa con su huertecito al pie del
monte , y abrió un camino que desde ella conduce á la boca do la mina : viniérot,
dos mineros Aragoneses, y un capataz Alemán , y empezáron los trabajos, que en
Agosto de 1793 se reduelan á un pozo de 25 pies de profundidad , y á dos galerías
, habiendo aprovechado parte de las antiguas. E.xàminé la mina , y v! que las
peSas eran de un pardo obscuro o' amarillas, las mas veces duras, sonoras y bien
unidas ; y otras sin union , mediando entre ellas arcilla apizarrada , y marga endurecida
, quebradiza con ángulos vivos. Esta es como la ganga del cinabrio, diseminado
en un espato blanquecino , penetrado de cobre gris. El color del cinabrio es
hermoso , y las peñas en gran parte calizas. Habían ya sacado multitud de escombros
, casi todos íniitíles por su pobreza, y separado multitud de fragmentos que
contenían mas cinabrio , de los quales los mas preciosos sirvieron para los ensayes
que por orden de S. M. hizo el Sefior D. Domingo Garda Fernandez - , y dieron
I Este sabio profesor me permite copiar aquí el
resultado de su analisis química , sobre que infor -
mó á la Superioridad en estos te'rminos:
„ E n cumplimiento de la orden de S. M. de 30
de Noviembre de 1793, he hecho el ensaye siguieate
de las muestras de la mina de cinabrio descubierta
en la montaña de la Creu en el reyno de Valencia.
Aunque ambas muestras son de cinábrio, se d i -
ferencian sin embargo por las disposiciones en que
se hallan sus minerales, y por las proporciones de
Jas substancias que las componen , por lo quai me ha
sido necesario hacer doble analisis.
MUESTRA CON LA LETRA B EXTRAIDA DE LA GALERIA DE SAN CARLOS.
Es efectivamente de cinabrio <
mellón , al qual acompaña la mii
i estado de beri
lie cobre gris,
tan íntimamente mezclada , que se hallan penetradas
mutuamente , ya formando lo que se llama
estos hasta >3 libras de azogue, d e ^ c o L ^ . S de azufre y arsénico, con una muy
corta catrttdad d. plata, stendo lo restante hasta completar el quintal docimàstico^
riiíón, ya dividiéndose en una multitud de vetas delgadas
, que parecen tener por partes al bermellón en
celdillas, al modo como se halla el xugo en algunos
frutos tales como el l imon, naranja &c. La parte
de estas ramificaciones , que viene á terminar en Ja
superficie exterior , está convertida en malaquita;
sefiai de que el mineral, de que proviene esta muest
r a , ha estado expuesto á las injurias de la atmósfera
, ó experimentado algún otro influxo. Igualmente
contiene una veta de hierro en el estado de óxido,
ó sea ocre pardo.
P a r . proceder co» ¿rden , y dar algona conexión
á mis idea, y operimentos , e«S„¡n,ré esta
m.na por las himiia y a fin de lener « n .
masa común , sobre que debe recaer mi análisis , tome
porciones iguales de los fragmentos qne pa r e -
cían pobres, medianos y ricos , los reduje á polvo
muy fino, y formé de ellos un todo.
V I A H U M E D A .
1 Cien quintales docimásticos puestos á disolver
en ácido nítrico debilitado comenzáron á formar
efervescencia sin vapores rutilantes : pasada esta
efervescencia puse la vasija al fuego, donde estuvo
el tiempo necesario para que el ácido se combinase
enteramente con las substancias disolubles en él , y
desase libres las demás. La disolución adquirió un
color azul intenso , y la parte que quedó por disolver
pesaba 41 quintales.
í A esta parte indisoluble en d ácido niirico
añadí ácido nitro-muriático, ó sea agua regia, que
pesaba ocl,o veces mas que 1. parte indisoluble, piiseía
á un fuego suave, y concluida la disolución separé
el residuo , el qual después de seco pesó JÓ
quintales.
3 De esta disolución ( n. j . ) precipité por m. ^
dio del zinc p quintales de azogue.
4 La tierra ó residuo que quedó intacto en los
ácidos nítrico y nitro-muriático tenia nn color pa r -
do claro : rociado con agua despedía un olor de btícaro
5 era suave al gusto, y no rechinaba entre los
dientes : puesto por mas de tres quartos de hora á
un fuego que lo mantuvo siempnj hecho ascua, a d -
quirió un color mas obscuro , despidiendo al pr incipio
un vapor blanco que tenia el olor de azufre y
arsénico , y perdió 16 quintales de peso , quedando
solamente 10 de los zó que tenia ántes de esta operación.
5 Dividí la disolución nitrica ( n . i. ) en dos
partes ¡guales , y de la una separé por medio del
ácido oaSlico , quintales y medio de cal pura.
6 Hice evaporar la otra con sumo cuidado , y
logré dos crlstallzaclo..es muy diferentes , pues la
un, se presentó en cristales azules muy hermosos, y
la otra era verdosa y en agujas concéntricas , ó en
lorma de estrella, la q„al for,,,aba tinta con la agalla.
Para separar estas sales me val, de su diferente
deliqüeseencia , estando siempre á la vista , y e s -
perando el momento en que el nitrate de' hier -
ro se re,solvlese todo en l i c o r , y as, obtuve ,r
quintales y medio de nitrate de hierro cristalizado.
y 31 de nitrate de cobt« también cristalizado. Pero
como esta separación no me pareciese e i i c t a , pasé
a calcinar estas dos sales separadamente, afiadieudo
á cada ona la suficiente cantidad de ácido nítrico
debilitado, dexando despues las mezclas en f r i ó , á
fin de que se disolviese el cobre solamente. Por este
medio hallé un óxido de hierro de un color encendido
que pesó 3 quintales y un quarto.
7 Puse á disolver 100 quintales docimásticos en
una cantidad suficiente de ácido suifiirico : la disolución
tomó luego un color aiul , y el residuo un
encarnado de clnábrlo el mas Intenso. Evaporada la
disolución , ó por mejor de c i r , continuándola lentamente
hasta la sequedad, adquirió un color bl anquecino
, en que se notaba el dnábrio de na color
mas obscuro. Extendida despues en corta cantidad
de agua destilada , separé por un filtro 54 , „ ¡ . , . , e s .
8 Como en estos 54 quintales debí, haber sulfat
e de cal , por ser poco soluble esta s a l , hice h e r -
v,r dicho residuo repetidas veces en agua destilada
cuya cantidad peso 800 vece, mas que el dicho residuo,
á fin de separar el tal sulfate de las demás
substancias: por este medio .separé zó quintales y
medió de sulfate calizo baxo la forma de escamas
blanquecinas , en las quales entran 14 quintales , coa
corta diferencia, de tierra caliza pura. Pero hallándose
esta tierra en la mina de la Creu combinad,
con iz quintales y medio de ácido carbónico, su
verdadera proporcion ha de ser la de afi i .
¡> De los a, quintales y medio restantes en el
experimento antecedente ( n. 8 . ) , puestos á disolver
en ácido nitro-muriático, obtuve por medio del zinc
P quintales y medio de azogue, , quedáron ,7 quintales
y tres quartos de una substancia blanquecina
tirando al pardo , 1. qual expuesta al fuego despidió
olor de azufre y arsénico, y se reduxo á 8 quintales.
10 De la disolución sulfúrica ( n. 7 . ) , evaporada
ántes y puesta luego en alcohol, quedáron . 4 0
quintales indisoluble, en este licor : evaporado e s -
te esprritu de vino , dexó una corta porción de s uj -
fates de cobre y alúmina ; lo que debe atribuirse ó á