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blo las aguas de la fuente Paratclla , que nace en el término de Bcnisa, una le»„a
al nordeste de las ruinas. Estas han quedado muchos siglos ocultas , y cubiertas^de
tanta a r ena , que en ella se han ido descubriendo sepulcros de los Mo r o s , s e .un
o t d e c r . Convendría registrar á fondo aquel recinto para descubrir lo que queda,
y espero lo hagan otros amantes de la antigüedad erudita.
145 Ent r e las peñas algo sumergidas en el tnar vi eon abundancia la ,„h,lar,
a a c M m de Li n n e o , producción hermosa por su figura , pequeüe. y colores
, y junto a ella la „ha pavoma, planta vistosa por su forma y zonas t L s p a -
rentes blancas, roxas y azules. Esta suele tener al rededor del pie d punto de
apoyo mucha coralina , llamada vulgarmente erba c,u¡ucra, aunque en realidad ni
es y e r b a , m pertenece al reyno vegetal. Tambi én hallé la ulva intestinal, varios
fucos, y a mayor profundidad la alga d zosura mediUrrúma. En las arenas sueltas
de la playa son muy comunes las enunciadas paserina y frankenia, con otras muchas
plantas que prosperan en semejantes sitios. Seguí hacia Calp , villa de 2 o , vecinos
pisando un suelo árido y estéril, donde crecen arenarias , llantenes, ondnides y
otros vegetales i la poblacion está sobre una loma á 2 0 0 varas del mar : los edifiaos
demuestran la pobreza de sus moradores, poco aplicados á la agricultura y
casi privados de propi edad, que pertenece a' varios de Benisa. Estos perciben en
gran parte los frutos, que suelen ser 1200 cahíces de granos, i j o de habas, 0 8 0
cargas de almendrón , 8 4 0 0 arrobas de pasa , 2 4 0 0 de higos, 3 8 8 de akarrobas
y 9 5 0 0 cántaros de vino; y por eso desalentados los de Calp en vez de pmmover
y mejorar la agricultura , se dedican á la pesca , y no pocos al contrabando; vicio
común en aquellas costas , que fomenta la abundancia de calas mal resguardadas
y la aspereza de los montes por donde se introduce en lo interior del reyno El
agua para el pasto común tiene el defecto notado ya en las de la marina; y aunque
no le,os de la poblacion nace otra pura en las faldas de tm mo n t e , no la conducen
d por falta de medios , d porque se hallan bien eon la que bebiéron siempre
No lejos de la villa en la misma costa está el cabo Toix , que es el occidental
de la ensenada de Calp , en cuyo c a b o , como queda dicho , se termina la cordillera
que viene desde Confrides con los nombres de Serrella , Bérnia y Toix Me
día entre Serrella y Bérnia un profundo barranco que parece úiterrumpir la comunicación
i y entre Bérnia y Toi.-c un collado , que llaman vulgarmente el puerto de
Calp: por este atravesé el monte , dexando atras háeia el nordeste el llamado Oltá
cuyas raices son de yeso . las faldas bien aprovechadas, y aptas para almendros!
algarrobos y sembrados, y el resto hasta la cumbre sumamente escarpado y estéril
Pisaba un suelo pelíaseoso , y la poca tierra que se percibía era de albaris • cultivanse
en aquel terreno almendros, algarrobos é higueras, con algunos sembrados.
Las plantas nativas son todas conocidas, y entre ellas la carlina afelpada Iba baxando
el puerto , y quedaba á la izquierda sobre un cerro la torre del Mascaráf
atravese el cauce seco del barranco Salado , y ladeé un cerro batido por las olas,
siguiendo una espaciosa senda hasta llegar á otra segunda torre llamada de la Ga -
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lera Hállanse las dos en una ensenada de mas de media legua, cuyos extremos
son'el cabo Toix , y otro mas occidental llamado Negrét por el color negro de
sus rocas en las quales se ven cristalitos de feldespato engastados en una pasta
de piedra córnea. Sobre este cabo hay un castillejo : la costa es en general penascosa
y quebrada
MARUJA DESDE CALP HASTA EL TÉRMINO DE ALICANTE.
, 46 Antes de describir los pueblos de la costa Al t e a , Beniddrm y Villajoyosa
y los situados á mayor distancia hasta Relléu , convendrá conocer el recinto
que yace entre el mar y el valle de Guadalést, cerrado al nordeste por Bèrma.
Quise atravesar esta montaiía de norte á sur , y para ello retrocedí hácia el norte
hasta las raices septentrionales de la Solana de Benisa : allí empecé á subir cuestas
¡ncdmodas por mas de una hora hasta el collado que queda entre las dos puntas
cónicas del monte , y aunque estaba aun muy distante de la cumbre veía con claridad
á Cullerà y gran parte del seno Sucronense. Empeoraba el camino a cada
paso por la multitud de dientes que van dexando los cantos y losas, unas sueltas,
y otras unidas á las peñas, de modo que en mi juicio es el terreno mas incómodo
del reyno para viajar. Baxé luego las cuestas meridionales, y atravesé los cerros
que medían hasta Bérnia , en cuyas raices queda el profundo barranco que la separa
del carrascal de Parsént. Vela muy cerca en las faldas elevadas de este tiltimo
monte áTá tbena , pueblo de 3 0 . vecinos, ocupados en cultivar parte de su término,
extendido como dos horas de oriente á poniente entre los de Xa l ó y Castéll de Castélls,
y otras dos entre los de Pa r s ént , Alcalalí y Benígembla , que le caen al norte
, y los de Bolulla y Callosa de en Sarria al mediodía. Es muy quebrado aquel
terreno, pero hay sitios pingües, y aguas para regar algunos c ampos , donde se
co=en 1600 cahíces de trigo y otros granos, 250 de maíz , 200 entre judias, garbanzos
, habas y lentejas, . 5 0 0 «robas de almendra , ! o S de algarrobas, r o o de
aceyte, 1 d e pa s a , de higos, 3® de cerezas, 4 0 0 libras de seda , i lOO cántaros
de vino, y varias frutas para el consumo de la poblacion. Visto de lejos el
recinto de esta y lo fragoso de los alrededores parece imposible sacar de allí t antos
y tan preciosos frutos, los quales van en aumento , y á proporcion el número
de vecinos, que apénas llegaban á 100 en tiempo de Moriscos, según reíere E s -
colano, quien llamó Taberna á este pueblo (pág. r o í ).
147 Continuaba hacia el collado de Bérnia que debía atravesar, viendo por
I Escolano en la pág. 107 de su historia dice,
„que á la misma lengua del agua (en el cabo Toix )
„labró naturaleia una cueva junco á ia boca de
„esta , á li misina lengua del agua sale de la peña
un rio tan impetuoso y gr ande , que aunque no se
'',dcxa ver como se entra en el mar, por ser allí muy
„fondable,los baxeles que allí tocan sienten su furia,
" y de miedo de volcarse se van alargando lo que
TOMO 11.
„basta." Yo no lie visitado aquel s i t io; pero oí decir
í los naturales que hácia la parte occidental de
dicho cabo se observa una corriente en las aguas
del ma r , y que los marineros quando están en aquel
sitio sacan agua dul c e , introduciendo hasta cierta
profundidad un cántaro vacío y tapado , que destapan
quando está sumergido en contacto de la c o r -
riente.
NNN