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 tendrá  unas  ocho  ,  terminándose  en  humildes  lomas  entre  Moixént  y  la  
 Font  de  la  Figuera.  Los  montes  que  las  forman  siguen  siempre  tan  unidos,  que  
 los  septentrionales  solamente  dexan  el  boquete  ,  o' Estnts  como  diccn  ,  por  donde  
 el  rio  de  Alba yda  engrosado  con  varios  riachuelos  pasa  desde  el  vi l le  de  sn  
 nombre  á  las  llanuras  de  San  Fel ipe  i  y  los  meridionales  la  garganta  ,  ó  bien  puerto  
 de  Al l i a yda ,  por  donde  sigue  el  camino  real  desde  el  valle  hacia  el  Condado  
 de  Concentayna  y  Al c o y .  Por  la  parte  occidental  queda  abierto  el  valle  ,  y  se  comunica  
 con  las  llanuras  de  Villena  ;  por  la  oriental  se  estrecha  hasta  qu¡  prolongándose  
 las  faldas  do  los montes  llegan  á  unirse  en  el  Col i  de  Llauto  ,  formando  
 alli  como  una  barrera  divisoria  enti-e  la  huerta  de  Gandía  y  el  valle.  Casi  todos  
 sus  montes  son  calizos  con  bancos  inclinados  hacia  las  faldas  : los meridionales  son  
 fragosos  ,  y  en  ninguno  pasa  la  base  de  una  legua  ,  aunque  no  pocos  se  levantan  
 á  mucha  altura.  Su  suelo  se  compone  de  marga  blanquecina  desde  el  Col i  de  
 Llautd  hasta  Ont iniént ,  y  de  roxiza  desde  aquí  hasta  salir  del  reyno  :  todo  es  
 feraz,  mayormente  donde  logra  r iego;  y  aunque  hay  pocas  fuentes  en  la  parte  
 occidental  conocida  con  el  nombre  de  Al for ins  ,  se  hallan  muchas  y  abundantes  
 caminando  desde  Ontiniént  hácia  levante,  brotando  casi  todas  en  las  raices  septmtrionales  
 de  los  montes.  Adema s  de  las  fuentes  corren  por  el  valle  distintos  
 nos  i  el  principal  se  denomina  de  Al b a yd a  ,  que  junto  á  Montabernér  recibe  al  
 Ciarlano  ,  siguiendo  despues  con  este  aumento  la  vía  de  oriente  hasta  lo  mas  profundo  
 del  valle  é  inmediaciones  dils  Estrets  :  aumentase  alli  con  el  que  viene  de  
 Beniatjár  y  Otos  ,  y  con  el  barranco  que  desde  Lluchént  le  entra  por  la  parte  
 oriental  despues  de  pasar  por  Quatretonda  y  Beninganim.  Aunque  quedan  incultas  
 en  el  valle  varias  porciones  ya  por  falta  de  brazos  ,  ya  por  lo  fragoso  del  terreno  
 ,  es  mucho  mayor  la  parte  cultivada  :  el  secano  está  plantado  de  olivos  ,  algarrobos  
 y  viñas  i  las  huertas  de  moreras,  frutales  ,  y  otras  producciones  de  riigo:  
 resultando  de  esta  variedad  de  vegetales  y  cultivo  un  pais  delicioso  por  la  multitud  
 y  lozanía  de  los  árboles,  y  por  la  frescura  y  fecundidad  que  le  comunican  
 las  puras  y  cristalinas  aguas.  Échase  de  ver  por  todas  partes  la  industria  é  hiteligencia  
 del  cultivador,  y  se  recrea  el  ánimo  al  considerar  que  la  aplicación  de  
 aquellos  hombres  compite  con  la  bondad  del  terreno,  y  que  la  superficie  entera  
 del  vaUe  anuncia  á  cada  paso  la  constancia  y  laudable  codicia  de  los  habitantes:  
 los  quales  han  complanado  cerros,  Ò  formado  en  ellos  graderías  de  campos  anivelados  
 i  han  reducido  á  culti-o  sitios  reputados  estériles  ;  cuidado  con  esmero  las  
 viñas  y  los  ol ivos ,  y  aumentado  los  frutos.  A  este  aumento  ha  correspondido  el  
 de  vecinos ,  contándose  hoy  dia  8 5 3 ;  ,  que  repartidos  en  33  lugares  ,  se  empeñan  
 í  porfía  en  multiplicar  las  producciones,  y  añadir  á  las  riquezas  de  la  agricultura  
 las  Utilísimas  de  las  fábricas.  
 3  Aunque  precioso  todo  el  valle  , no  rinden  igualmente  sus  tierras  las  orientales  
 , menos  abundantes  de  aguas,  y  dispuestas  por  lo  común  en  cerros  de  bastan- 
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 te  altura,  no  corresponden  á  los  afanes  del  cultivador  :  las  del  centro,  bien  que  
 fértiles,  están  expuestas  á  contratiempos  que  disminuyen  los  frutos.  Los  vientos  
 del  norte,  que  entran  con  violencia  por  donde  el  rio  pasa  al  espacioso  término  de  
 San  Felipe  ,  yelan  ó  deterioran  las  viñas,  los  olivos  y  algarrobos.  En  Febrero  
 d c i 7 9 i  causaron  daños  considerables  en  los  campos  del  canal  del  rio  ,  en  los  del  
 vallecito  de  Bixquér t ,  y  en  los  contiguos  del  valle  de  Alba yda  la  adelfa,  aunque  
 situada  en  lo  mas  hondo  y  abrigado,  perdio  su  hermoso  verde  y  lozanía  ;  secáronse  
 enteramente  algunos  olivos  ,  y  perecieron  varios  algarrobos.  Notóse  entonces  
 la  dirección  del  viento  ,  y  el  rigor  de  su  intemperie  en  los  efectos  que  produxo  
 :  quedáron  muertos  los  olivos  y  algarrobos  que  se  hallaron  en  la  corriente  
 del  viento  ; y  mas  ó  menos  lastimados  los  que  distaban  poco  de  ella  : por  esto  se  
 viéron  algarrobos  vivos  en  la  inmediación  de  olivos  casi  secos ,  y  al  conn-ario  
 olivos  intactos  muy  cerca  de  algarrobos  que  perecieron.  A  este  poderoso  enemigo  
 de  los  vegetales  ,  y  no  al  descuido  de  los  habitantes  ,  se  debe  atribuir  la  falta  de  
 árboles  que  se  nota  en  el  cennro  del  valle.  A l  paso que  desde  aqiú  se  camina  hácia  
 poniente  empiezan  á  verse  olivos  y  algarrobos  ,  cuyo  numero  se  aumenta  sucesivamente  
 por  mas  de  tres  leguas  :  van  quedando  en  los  sitios  hondos  preciosas  
 huertas  ,  y  en  ellas  bosques  de  moreras  y  frutales.  L a  corpulencia  y  lozanía  de  todos  
 aquellos  árboles,  la  variedad  y  abundancia  de  producciones,  anuncian  la  bondad  
 de  los  campos ,  que  siguen  con  mejoras  hasta  el  rio  mas  allá  de  Ontiniént.  
 Levántase  allí  de  repente  el  terreno  de  la  izquierda  del  rio  ;  siguen  cerros  cubiertos  
 de  pinos  y  carrascas  hácia  el  norte  y  mediodía  hasta  las  cordilleras  de  los  montes, 
   y  á  poco  trecho  se  descubren  las  llanuras  llamadas  Al for ins ,  que  continiían  
 como  tres  leguas  hasta  los  confines  de  Vi l lena.  En  ellas  quanto  alcanza  la  vista  
 se  hallan  sembrados  y  viñas,  únicas  producciones  de  aquel  suelo  destemplado,  
 tan  diferente  del  inferior  del  vaUe,  que  quando  en  este  tienen  las  viñas  largos  
 sarmientos  bien  poblados  de  hojas  ,  apénas  allí  empiezan  á  brotar.  C omo  el  terreno  
 es  seco  y  mas  d  ménos  arenisco  ,  rinden  poco  los  sembrados  quando  no  han  
 precedido  lluvias  oportunas.  Ni  la  incertidumbre  de  estas,  ni  la  pobreza  del  suelo  
 pudieron  enfriar  el  ardor  de  aquellos  Valencianos  ,  hombres  al  parecer  diversos  
 de  los  de  Vi l lena  sus  vecinos  ;  porque  los  montes  y  la  tierra  en  los  confines  
 de  Murcia  y  de  V'alcncia  son  de  la  misma  naturaleza  ;  pero  es  muy  diversa  la  
 industria  y  aplicación  do  sus  dueños  :  y  así  se  ven  incultos  los  campos  de  Vi l lena  
 inmediatos  á  las  llanuras  cultivadas  del  reyno  de  Val enc ia;  y  cubiertos  de  pinos  
 los  montes  de  este  reyno  ,  quando  en  los  próximos  de  Murcia  no  se  encuentran  
 mas  de  uno  ú  otro.  
 4  Hecha  la  descripción  general  del  valle  pasemos  á  la  particular  de  sus  pueblos. 
   El  mas  occidental  de  todos  es  Ont iniént ,  que  yace  á  la  derecha  del  rio,  
 cercado  por  todas  partes  de  deliciosas  huertas.  Su  figura  se  parece  á  la  de  un  barco  
 ,  en  cuyo  fondo  ó  quiUa  está  la  plaza,  siguiéndose  después  por  ambos  lados  
 espaciosas  calles,  sucesivamente  mas  altas,  las  mas  de  ellas  incómodas  por  la  desj 
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