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55. En ci corto espacio de legua y media que hay desde el Puig hasta el barranco
de Carraixét se cuentan muchas aldeas, y 12 pueblos considerables •• cinco de
ellos caen al poniente del citado camino de Barcelona , y son Büancsa, Museros,
Bonrepós, Mirambéll y Foyos ; tres en el camino mismo, es á saber, la Creu, Masamagríll
y Albalát; los quatro restantes, Masalfasár, Heliana, Albuixéc y Almásera
al oriente. Los términos de estos siete pueblos componen una superficie estrecha
de norte á sur, la que podrá tener una hora con corta diferencia de poniente á
oriente hasta el mismo mar. Todo el suelo se aprovecha en este recinto delicioso,
las huertas se suceden sin interrupción , y las cosechas sin pérdida de tiempo. Son
allí los hombres tan aplicados al trabajo , que d campo parece ser su habitación y
sus delicias : verdad es que la tierra les corresponde con ricas y abundantes cosechas.
En los pueblos del camino y oriente viven mas de i6o o familias, inclusas
las de Foyos. Ha y en este lugar 224 vecinos, 170 entre la Cren y el Moratáll,
lugarcillo que se aumenta cada dia; 230 en Masamagrell, 130 en Masalfasár , igual
número con corta diferencia en Albalát, =5° » Meliana , i .0 en Albui..ec , 2 1 4
en Almá»era, 60 en Macarella, aldea que se compone de la mitad de las casas
de Barcena , y los restantes en los caseríos de Chirivella , Mauella , Teuladella y
Rafalill. La ocupacion de todos ellos es la agricultura, y muy pocos la dcxan,
destinándose á texet lienzos caseros. En Meliana hay 24 operarios , que fabrican
al año .00 varas, y á proporcion algunos en los demás pueblos. Es aquí el lienzo
casi la única tela que usan los labradores p,»ra el campo , cuyo vestido se reduce á
camisa , calzoncillos anchos y chaleco muy corto , todo de lienzo , faxa de estambre
á seda , y alpargates , sin calcetas ni otro abrigo aun en el invierno. Cubríanse
ántes la cabeza con monteras de terciopelo de Hgura emisfèrica, con caídas semicirculares
una i cada lado ; hoy se ven muchos con sombreros gachos y gorros catalanes
alterando así el vestido nacional. En los dias de fiesta aSaden una chupita
corta d ¡ seda, filadis , ú otra tela decente que llaman capotét (casaquilla corta) , un
secundo calzón ancho de lana llamado de negrilla , pañuelo de seda al cuello con
un nudo á la punta, medias que no llegan á la rodilla, con sus ligas de seda, alpargate
fino <5 zapatos ; y en el mvierno capa de paño azul, ó de otro mas basto pardo
, llamada borreguera. La capa anuncia ceremonia ¿ frío ; en las demás ocasiones
, quando no van á trabajar , llevan el capotét al hombro sin meter los brazos
en las mangas, de modo que es regular envejecer y llegarse a destruir esta
especie de chupa sin haber servido jamas para ajustar el cuerpo : dexan crecer el
pelo , que es casi siempre negro , y lo recogen en una redecilla de seda, matizada
.Luna vez con oro. La ligereza y limpieza se descubre en este trage nacional, que
dc° a el cuerpo con entera libertad. Tienen descubiertos los brazos, piernas y casi
siempre el pecho ; son duros como bronce é infatigables ; sobrios en sus comidas,
reducidas á lo necesario para vivir con robustez y fuerza. Cansados de traba|ar durante
el día, no necesitan de colchones para conciliar el sueño. Un serón, una
piel lanuda de carnero , y una de las mantas de sus caballos forman ordinariamente
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la cama : tienen algunas de colchones que empiezan á usar quando se casan. Se
levantan antes de amanecer, y empiezan sus trabajos al romper el dia. A esto y
al vivir cerca de sus haciendas se deben en gran parte los preciosos frutos que recogen.
Son estos 12© libras de seda, 4600 cahíces de trigo, 3290 de maiz, 1600
de judías, 7o2> docenas de melones, fruta superior á quantas se conocen en Europa,
21® arrobas de varias frutas, entre ellas buena parte de las ricas uvas que llevan
á Valencia, 52® cántaros de vino , id arrobas de aceyte, y 38 de algarrobas.
Hállanse pocos olivos y algarrobos por ser muy reducida la porcion de secano en
donde se crian : casi todo son huertas, regadas con las aguas del Turia d con manantiales.
Muy cerca de la décima parte de las huertas son alfalfas para el sustento
de las caballerías, las que consumen también unas ^od arrobas de zanahorias.
A dichos frutos se añade uno peculiar á los lugares de Almásera y Alboraya, que
es la juncia avellanada, llamada vulgarmente chufas , y por Linneo cyperus esculentus.
56. Pertenece esta planta á la familia que en el o'rden natural precede á las
gramas, y á la tercera clase del sistema sexùal de Linneo. Tiene las raices fibrosas
y roxizas, á las que están asidos muchos tubérculos, que son las chufas. Sus
tallos son triangulares, lisos, sin hojas y de dos á tres pies de altura, terminados
por una especie de parasol, cuyos rayos desiguales sostienen las espiguitas angostas
y doradas donde están las flores. N o hay corola en estas, ni mas cáliz que las escamitas
que en dos órdenes opuestos se recubren j hállase en lo interior de cada escama
un pequeño embrión terminado por un estilete muy largo , y este por tres
estigmas : también hay tres estambres cortos, y otras tantas anteras oblongas , resultando
por fruto una semillita üiangular con punta. Sirven de gorguera á los rayos
quatro ó mas hojítas lineares , agudas y desiguales entre sí. Las hojas radicales
son mas cortas por el tallo, lineares con punta , algo aquUladas por la parte inferior
, y planas por la opuesta. Crece espontáneamente en sitios húmedos y ligeros
del reyno de Valencia , y la benefician de este modo. Se escogen campos areniscos
, preparados con bastante estiercol, y dos d tres rejas, en los quales se pudieron
hacer otras producciones hasta principios de Julio , tiempo oportuno para hacer
la siembra. Armado el labrador con uu azadón pequeño, da un golpe en la
tierra, y en el vacío que hace el instrumento echa diez ó doce tubérculos, d sean
chufas, que cubre inmediatamente con la misma tierra que habia levantado. Continúa
así por todo el campo, dexando mas de un palmo entre hoya y hoya para
que puedan multiplicarse las raices y tubérculos, y luego da un riego general : al
quarto d quinto dia se descubren ya los tiernos tallos, y entonces repite nuevo
riego, aunque la tierra se mantenga blanda y con humedad, estableciendo despues
riegos periódicos , que se deben dar de diez en diez días con corta diferencia.
Sucesivamente en tres ó quatro veces y diferentes épocas entra despues de haber
regado , y cava superficialmente las inmediaciones de los tallos, arrancando y matando
las yerbas extrañas que disfrutan el suelo en perjuicio de la juncia. Esta se
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