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mas de 1 8 1 9 hanegadas. L o s que no saben aprovechar las aguas con economía
piden una lila para 400 hanegadas. Bien sé que se equivocan, como lo manifiesta
la distribución que vemos en las inmediaciones de Valencia ; pero me conformaré
con el dato de una tila para 400 hanegadas, porque estoy seguro de demostrar
mi pvoposicion. El Xuc a r tiene 1 2 9 9 lilas de a gua , de las quales la acequia de
Castello toma 50 , la de Antel la 12 , la de Carcaixént 6 6 i , y la Re a l de Al c i r a
6 1 8 , siguiendo las restantes por el cauce del río. Por encabezamiento de los pue -
blos que toman aguas de la Re a l acequia de Alci ra consta que las 6 1 8 filas se consumen
en regar 8 1 9 1 8 I hanegadas de tierra ; de estas las 4 9 0 6 5 1 son huertas, y
las restantes 3 2 8 5 2 ^ se destinan al arroz. Para regar las huertas, no con la úcil
economía practicada en las cercanías de Valencia , sino con extrema profusion empleando
una fila en solas 400 hanegadas, bastan 1 2 3 filas ; quedan por consiguiente
4 9 5 para las del arroz ; de modo que cada una de estas últimas filas solamente
riega 67 hanegadas. Si las empleadas en arroz se destinasen á otros qualesquiera
f rutos , resultarla un ahorro de aguas suficiente para regar 1 6 5 1 4 6 hanegadas.
As í que por la proscripción del arroz en los campos que disfrutan la Re a l
acequia podría haber siete veces mas huer ta, y en ella las producciones análogas
al terreno multiplicadas en igual razón. N o sé sí algún abogado del arroz se atreverá
á sostener , que una hanegada de tierra destinada á esta planta dé igual beneficio
al de siete hanegadas de huer ta, mayormente despues de haber visto lo
contrario en Ribaroja y otros pueblos del Turia. Ma s estrechado se verla si distribuyéndose
el riego con economía se le presentasen 30 hanegadas de huerta por
cada una de arroz que se suprimiese. Este argumento poderoso se puede hacer
también á los de Castello y Car caixént , que habiendo recibido del Criador un
precioso suelo, lo han manchado con arroces.
1 1 6 . Si estas reflexiones produxesen el efecto que deseo en los cultivadores del
arroz, d si el Gobierno á vista de ellas tomase la providencia de desterrar esta planta
de los pueblos indicados, lograrla el reyno un grande aumento en riqueza y población;
porque aííadiendo entonces las aguas que se ahorrarían á las 5 5 2 filas que
desde la presa de Ant e l l a siguen por el Xuc a r , resultaría el beneficio de mas de
im millón de hanegadas de huerta. El llano de Qi iar t , y las llanuras de Car lét ,
Alcudia, Tur í s , y aún de Murviedro y Li r i a , presentan un campo inmenso y pingüe
, pero sin riego. Gr an parte de estas llanuras se convertirían en huertas, unas
de verano , y otras de invierno para asegurar las cosechas, haciendo los canales y
demás obras proyectadas tantas veces para el riego general , y reparando en pri -
mer lugar la acequia del R e y . La poblacion se aumentaría en mas de 2oo@ al -
mas, puesto que cada 100 hanegadas de huerta mantienen tres familias de siete
personas cada una. Esta operacion deseada y aún solicitada en varias épocas , sería
la felicidad del reyno , pues libertaria de la muerte á muchos millares de hombres,
restituirla la salubridad á la atmósfera, la fertilidad al suelo, y presentarla al E s -
tado la doblada ganancia de hombres y de riquezas.
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