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del riachuelo j a y u d an á los de O n d a á beneficiar la tierra. S o n aldeas de O n d a , y
sus términos entran en el general de la vi l la. H a y en este di latadas l l anur a s , la
mayor parte sin riego : lógranlo a l guna s , pe ro tan escaso , que varias veces se pierden
los cal íamos y maices por falta de agua. Si pudiera sacarse la necesaria del Mi -
llares , serian incalculables las mejoras y el aumento de frutos. T o d a s las llanuras
darian ento'nces al año dos cosechas fuera de la s e d a , c omo sucede por lo general
en las huertas de l r e y n o , que dan t r igo y ma i z en el mi smo año. Sacados los 1 5 0 0
jornales de huerta que not amos a r r i b a , las huertecitas de Ar t e s a y T a l e s , y las l lamadas
de Ra t i l s y Mi r a l c amp , t odo el término es secano. Es t á mu y bien pl ant a -
d o de ol ivos y a l g a r robos , pe ro p o c o meno s que abandonados á su suerte. L a ma -
dera inútil los a b r uma , y las pobres hembras se v e n viudas y c on p o c o fruto.
Convendrá mul t ipl icar los ma cho s , operac ión fácil aun en árboles viejos ; pues basta
escoger a lguno de los ramos nuevos de la corona y poner le un inxerto , l impi and
o bi en las inme d i a c i one s , esto e s , cor tando lo v i e jo y muer to , y aun las ramas
que sirvan de estorbo. Ha s t a que cada árbol tenga un r amo ma c h o , la f e cunda -
ción será precaria y e xpue s t a , dependi endo de casual idades, quales son que el v i ent
o y las abejas traigan el p o l v o fecundante : el f ruto será tambi én en corta cant i -
dad , y de meno r peso. E n me d i o del general des cuido que se observa es cons i -
derable la cosecha de algar robas , pasando de 1 50© arrobas ; la de la seda es t ambién
de mu c h o Ínteres. L a s moreras se gobi e rnan aquí de dos maneras : conservan
los labradores en unas los r amos pr inc ipales , que cada año l impian de las varitas
débiles y r e t o ñ o s , y podan las otras hasta la corona cada dos ó tres a ñ o s , c omo en
la huerta de Va l enc i a . Amb a s prácticas deben ser recibidas o pros c r iptas , según la
experiencia que el labrador tenga del valor de sus c amp o s , e s cogi endo la pr imer a
quando el f ruto de l suelo produz c a meno s que las hojas de las mo r e r a s , y al c o n -
trario sacri f icando los ramos de estas para sacar ma y o r par t ido de la por c ion de l
campo q u e quedar la casi inútil por la sombra. L o s frutos de l término geiieral de
Onda , adema s de las algar robas arriba di cha s , se r educ en á 1 5 0 0 cahices de ma i z ,
d e t r igo , 4 2 0 0 libras de s e d a , 25© arrobas de a c e y t e , 62 de h i g o s , 6d de
cáñamo , 15© cántaros de v ino , mucha a l f a l f a , hortalizas y legumbres .
6. L a s hermosas vi l las de la Plana caen al oriente de O n d a , y á tres horas
con corta di ferencia. L a mas septentrional es Cas t e l lo ' , l l amado de la Pl ana p a -
ra distinguirlo de l que está en la gobe rna c ión de San Fe l i p e . Se halla en la l lanura
á una legua de l ma r , y á tres quartos del Mi l láres. L o ameno y t empl ado de
su t é rmi n o , la abundancia y var i edad de sus f rutos , y las hermosas calles y buenos
edificios la ponen entre las poblaciones mas dist inguidas del r e yno. La huerta t iene
tres quartos de legua de oriente á poniente , y c omo legua y medi a de norte á
sur ( c omo 6 3 jornale^). Presenta este recinto una hermosa vista quando de alguna
elevación se observan los c ampos cercados de mo r e r a s , y las áreas mat izadas con
I Aquí nació el limo. Señor D. Joseph Climent, Iglesia Metropolitana de Valencia. Murió día 28 de
Obispo de Barcelona, y antes Canoulgo de la santa Noviembre de 1 7 8 1 , á ios 73 años de su edad.
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cáñamos , maices , trigos , alfalfas y hortalizas ; se v e n serpentear las aguas por v a -
rios canales , que refrescan y f e cundan aquel la tierra pingüe ; el mar cierra el q u a -
dro por la parte or i ent a l , y los montes mas ó méno s distantes por las otras p a r -
tes , todas cul t ivadas y plantadas de o l i v o s , viñas y algar robos. La tierra aunque
llana va ba x ando hacia el ma r , y c omo el r i ego de pie (el úni co c ono c ido en el
reyno) pide c ampos anivelados , se han dispuesto estos en graderías. Sígnense á la
huerta los marjales que ocupan el úl t imo quar to de legua hacia el ma r . L a s aguas
y los manant iales son f reqüentes en aquellas partes h o n d a s , que quedar ían incultas
en poder de hombr e s ménos indust r iosos , y serian un manant ial perpetuo de v a -
pores mef í t icos para la villa. L o s de Castello' abr ieron zanjas c on var ias di rec c iones ,
facilitando así el curso de las aguas , y l e vantando la superficie de los c amp o s c o n
l o que sacan de las e x c a v a c ione s , de mo d o que muchos de estos c ampo s en nada
ceden á las huertas. Sírvense de las inmediac iones á los arenales de l mar para d e p ó -
sitos de es t ier col , que namralment e se acopia i y resulta de mul t i tud de plantas y
raices mue r t a s , que con la tierra arenisca y h úme d a f o rma una mater ia ne g r a , mu y
propia para fertilizar y abonar los campos . E n las arenas y sus cercanías crecen
muchas plantas , entre las quales hal lé tres n u e v a s , que son la ipome a asaetada , la
agróstide que p u n z a , y la p o a mar í t ima: es c omú n el senecio dor ia, la genciana e s -
pigada , los tártagos pepl is y paral ias , la correliuela de mar , la salicornia l eños a , las
barrillas de Al i c ant e y tragus , el l ent i s co, el torbisco y otras muchas .
7 . L a s abundantes aguas que el Mi l láres facilita á los de Ca s t e l lò y villas v e -
cinas , y las ideas lisonjeras de ganancia y oc io que supieron abultar los af i c ionados
al cul t ivo del arroz , tentaron é hiciéron caer en el lazo á muchos de las c i tadas
villas. Es c o g i e r on para arrozales los sitios hondo s y casi pantanosos mu y cerca
del ma r : emp e z ó el cul t ivo , y mu y pronto se vi c ió la atmós fera : siguiéronse e f e c -
tos tan fune s tos , que la humanidad y la justicia se a rmá ron cont ra este enemi go .
Desde lue go se convi r t ieron en hospitales las vi l las mas sanas : las tercianas eran
malignas y pestilenciales : días hubo de diez muer tos en la sola vi l la de Bur r iana.
N o pudiéndose sufrir el estrago que causaba el a r r o z , se prohibió su c u l t i v o , y
desde aquel la époc a emp e z ó la fel icidad renac iendo la salud, la abundanc ia de pr o -
ducciones y el aumento de la poblac ion. A u n cont inúa esta en hacer rápidos
progresos : basta ausentai'se tres ó quat to años para hallar nov edade s que admi ran,
advirtiéndose en tan p o c o t i empo formadas y llenas de v e c inos calles enteras.
Desde 1 7 9 1 hasta 93 se ha he cho en Cas teUó la calle nue v a de l Go b e r n a d o r , y
el palacio del l imo . Obi spo . H a y en esta vi l la mas de 13® a lma s , las 9 5 8 3 de c o -
munión : los vec inos pasan de 3 4 0 0 . T o d o s ó cul t ivan los c ampos , ó cont r ibuy e n
á el lo por me d i o de dependientes , á exc epc ión de 200 fami l ias ocupadas en ma -
nufacturar par te de la pr incipal c o s e cha , que es el cáñamo. Mu c h o se podr ía aumentar
la pobl a c ion si se int roduxeran nuevas fábricas , especialmente para ma n u -
facturar las materias primeras que suministra allí la agricultura. De cáñamo se c o -
gen cerca de 80ÍD arrobas i cada libra se v e n d e por dos reales de vel lón , y r edum