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sembrados y viñedos hasta las inmediiciones de la villa , edificada sobre una loma.
Sus edificios son bastante decentes, en que viven lioy dia 340 vecinos , de
los quales apenas había 1 70 al principio del siglo. Se ocupan en cultivar los campos
, y lo hacen con tesón, pero sin las luces necesarias para sacar todo el partido
que pudieran de las moreras, olivos y algarrobos. Poseen un término de una
hora de diámetro, del que apenas queda inculta la tercera parte, aquella solamente
que rehusa dar fruto por las muchas peñas de que se compone. To d o está
bien plantado de árboles, y lo estaba mas ántes de los crueles yelos que acabaron
con casi todos los algarrobos. Prevalecen los olivos contra yelos que no pueden
sufrir los algarrobos por el casi continuo movimiento de sus fluidos. Florece el
algarrobo dos veces , esto es , en otoño , y á últimos de Enero ó Febrero. E l xugo
que la naturaleza prepara para estas funciones necesarias á la reproducción , y el
no florecer jamas en los renuevos sino en los antiguos ramos, y hasta en el mismo
tronco , conserva en el invierno cierta blandura en estas partes que debían resistir,
y presenta así al yelo mil puertas por donde entre y destruya los árboles. A la
misma causa se debe atribuir el extraño fenómeno de abrirse y romperse enormes
ramos en tiempo de calores, y en días de calma. Es muy dura la madera
del algarrobo ; pero la sabia, esto e s , los fluidos de que abunda en aquel tiempo,
dilatados por el calor , aumentan de volumen , y á proporcion hinchan los vasos,
y los rompen , disminuyendo así la fuerza total-de los ramos, los que hallándose
entonces cargados con el enorme peso de sus frutos, ceden , se rajan y perecen.
Están mas expuestos á esta desgracia los de mayor volumen. As í pues debe el labrador
contener los ramos en una extensión proporcionada , cortando las puntas
quando llegaron á cierta medida. Sirvió el algarrobo como de termómetro en
aquel invierno, y por él se pudo regular de algún modo lo intenso del yelo. Ni n -
gmio pereció en las inmediaciones del mar por mas de quarenta leguas, esto es,
desde Alicante hasta Vinaróz ; muchos en el valle de Almonacír y rio de Millares
á medida que se elevan en las faldas de Espadan ; todos en el Mas -cremát , distante
hora y media de la Jana ; aquí ya se libertaron algunos , y muchos mas en
Trahiguera, y en las partes liondas de Cervera. De los que perecieron en la Jana
quedaron las raices intactas, y arrojaron renuevos, los quales se hallan tan crecidos,
que muchos tienen ya nuevos inxertos. De este momento debieran aprovecharse
los labradores para poner en cada árbol un inxerto de macho , y tres ó quatro de
hembra , para lograr despues cosechas abundantes. Sin el concurso de ambos sexos
no hay que esperar fruto. Apenas conocen esta circunstancia tan esencial los labradores
del norte , y pocos del reyno practican otra no ménos importante , que
es limpiar los algarrobos de las ramas muertas , quitándoles también aquellas que
por el excesivo número se oponen á que el fruto sea proporcionado á la multitud
de flores que arrojan.
47. También alcanzan á los de la Jana las providencias del Tribunal de Marina
; incomódales sobre manera aquella que manda cultivar las encinas aun en
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los campos cultivados. Esta sola disminuye mucho los frutos, y siendo corto el
término de la villa , pone obstáculos al aumento de la agricultura , cjue debia crecer
al paso que el número de vivientes. La suma de frutos se puede reputar en i © cahíces
de trigo, l f o de legumbres , como habas, lentejas &c . , 303 cántaros de vino,
que en parte se quema aquí para aguardientes, 700 libras de seda, 3400 arrobas
de accyte unos años con otros , 2® de higos , pocas algarrobas , y el producto de
500 colmenas. Si miramos á la Jana como á centro, queda al norte declinando
algo al poniente y á ima hora la villa de 'Canet ; casi al oriente y á tres quartos
Trahiguera , y algo mas apartado San Jorge i Cervera al mediodía y á dos horas}
Calíg , aunque mas distante , se iialla entre Cervera y Trahiguera } San Mateo al
sudueste y á dos lloras , y Cliert hacia poniente á igual distancia.
48. El terreno desde la Jana á Trahiguera se ve sembrado de lomas y de
cuestas ; pero cultivado y plantado de higueras, olivos y algarrobos. La loma que
sostiene los edificios de esta viUa es mas alta que la de la Jana : las cal les, y mucho
mas las entradas forman cuestas bastante rápidas. Apénas tenía 200 vecinos
despues de las guerras de sucesión , y hoy pasan de 400 , sin contar los i 50 de su
anexo San Jorge, conocido en el siglo pasado por el Mas de Estellés. El término
común de esta Parroquia tiene mas de tres horas de diámetro, extendiéndose desde
el de Cervera hasta el rio Cenia. A excepción de las llanuras orientales, casi todas
incultas , es montuoso y quebrado, especialmente en las inmediaciones del santuario
de nuestra Señora de la Salud. En los montes , y mas aun en los barrancos
meridionales y occidentales se empiezan á descubrir los hermosos mármoles que
en Valencia llaman de Cal íg y Ce r v e r a , de los quales hablaremos quando de estos
lugares. Ni lo quebrado del terreno, ni los montes han podido poner barreras
ai ardor de los naturales : han reducido y reducen aun á cultivo muchos eriales que
aumentan la masa de frutos ; y aunque no todos se ocupan en la agricultura , todos
contribuyen de varios modos á la felicidad del pueblo. Muchos fabrican alpargates
, que les producen mas de 40© reales ; otros en mayor número son alfareros
, y ganan al año 903 reales , aprovechando la leña de los montes , y la excelente
arcilla que poseen. La agricultura les produce 2400 cahíces de trigo , y o d
cántaros de vino , 20 arrobas de aceyte , otras tantas de higos , é igual número de
manzanas , 600 libras de seda , buena porcion de legumbrés y hortaliza que cultivan
sin r iego, y pocas algarrobas por la desgracia de 1789. Estas sumas componen
los frutos de Trahiguera y de su anexo San Jorge. El santuario de nuestra Se -
ñora , célebre desde el siglo 15 , se halla en uno de los barrancos que dexan los
montes de Cervera y Trahiguera. No es tan áspero aquel recinto como el de la
Avella y Val l ivana, pero casi todo está inculto por la condicion del suelo , incapaz
de fructilicar. En él hay algunas encinas , y gran número de xaras , dafnes y
tomillos : debía plantarse de algarrobos, principalmente los barrancos, puesto que
estos árboles vegetan con fuerza entre peñas descarnadas, y se crían robustos en
el término contiguo de Cervera. E l agua de la fuente es blanda, é inferior en el gusto