ocupan en hilai' laiw para las fábricas de Morella , y muchos hombres en aserrar
madera.
12. Si el camino para llegar á Vallibona por la parte oriental es quebrado y
desierto, mucho mas lo es si se intenta pasar al santuario de nuestra Señora de
Vallivana , que está al mediodia. Tres horas se emplean para hacer la única legua
que los separa. Apénas se atraviesa el Ce r vol , se sube por mas de una hora sin
apartarse sensiblemente de la villa. Por todas partes se ve el suelo vestido de vegetales.
Es común el fyteuma obicular , el dafne laureola , la vara de oro oficinal, la
verónica de hoja recortada, el andropogon de dos espigas y otras plantas. Los
montes son siempre calizos ; dexan al oriente profundos barrancos, y mucho mas
hondos hacia el mediodia. ¡Qué espectáculo ofrece aquí la naturaleza ! Colocado
un espectador en la cresta del elevado Turmel l , donde empiezan las vertientes
hacia Vallibona y Vallivana , solamente descubre picos sin límites y barrancos que
espantan : la naturaleza se presenta allí sin que el arte la altere : el tiempo solo ha
desfigurado la forma de los montes. Enormes carrascas y pinos vegetan de tiempo
inmemorial : muchos de estos árboles perdieron porcion de ramos, que medio
podridos cayeron para embarazar las sendas ya de suyo dificiles : las peñas que se
desprendieron de los picos y cintos, y las freqüentes quebradas multiplican los embarazos.
Baxando luego hácia el mediodia parece que no ha de tener fin aquel
barranco , mas profundo y obscuro á cada paso : cerca de dos horas se emplean
para llegar á lo mas liondo : alli se camina entre árboles y arbustos, que de.xan
unas veces verdes alfombras , y otras estrechos pasos que formáron las aguas, quedando
á descubierto los bancos iiorizontales de los montes. La doradilla , el helecho,
el polypodio común y algimos empeynes vegetan entre una multitud de
plantas : no se descubre cultivo alguno en esta larga extensión : reyna un silencio
profundo que solo interrumpen los cencerros de algún ganado : es fácil perderse
en aquel como laberinto de malas sendas, y como rara vez se encuentran hombres
, cada equivocación es un atraso. Siguiendo así por el barranco se entra en
otro mayor llamado de Val l ivana, y muy pronto se descubre el santuario. Se hospedan
en él los que viajan, y no es poca felicidad hallar abrigo en aquel desierto.
Aquí es ya muy anclio el cauce de la fui'iosa rambla de Val l ivana, conocida
despues con el nombre de Cervera.
13. Tres son los principales barrancos que se ¡untan para formarla. Uno baxa
desde Turmell que acabamos de v e r , otro desde el collado de Morella hácia el citado
sanmario , y el tercero empieza en la Llacoba. Este corre hácia el oriente por
la partida llamada Salvasoria , recoge las aguas de la Abellá y Ca t i , y sigue con la
misma dirección hasta entrar en el cauce de la rambla principal. Adelante va la
rambla por las inmediaciones de Chert ; dexa á su izquierda este lugar y continiía
el curso , haciendo curvas para atravesar aquella multitud de montes, cuyas raices
lame y destruye continuamente , hasta que recibe el barranco de San Mateo ántes
de llegar á Cervera. También dexa á su izquierda este lugar, y repitiendo curvas
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sigue por las inmediaciones de Calig , que está á la derecha , de donde tuerce hácia
Benicarló para entrar en el mar á un quarto de hora al norte de esta villa. Es
considerable la porcion de tierra que inutiliza la furiosa rambla por su largo curso,
que se aumenta con las freqüentes curvas, y por lo ancho del cauce que pasa de
400 pies. Quedan en sus inmediaciones algunas anchuras que intentan aprovechar
sus vecinos ; pero quando menos piensan ven destruidos sus campos, y perdidas
las cosechas. Una tempestad basta para frustrar las lisonjeras esperanzas y el fruto
de sus traI>ajos. N o hay este riesgo en las cercanías de Vallivana , porque ni
hay cultivo ni habitantes. Dos horas se emplean en subir hasta el origen de esta
rambla caminando hácia Morella : sírvenle de muros , altos montes cuyas cuestas
rápidas están cubiertas de robustas encinas ; en el profundo cauce que allí dexan
y en las raices crecen mil arbustos y yerbas que interesan la curiosidad de
un botánico : entre las peñas lentiscos , cornicabras, triedras, dafnes y airthilides
; en ciertas areas de tierra heleborastros, nepetas , sideritides , silenes, hieracios
y muchas gramas. El sol penetra en pocas partes de este abisino, y el suelo se
ve interrumpido con freqüentes cascadas. As í se llega á lo alto, en donde se dividen
las aguas corriendo unas hácia el mediodia , y otras hácia el norte : se ensancha el
horizonte , limitándole á lo lejos los montes ; empieza el cultivo , y muy pronto
se descubre el castillo de Morella.
MORELLA.
14. Todo el terreno que se pisa por mas de dos horas son tierras amontonadas
en colinas , o' que forman las faldas de los cerros y montes esparcidos por
aquel dilatado término. El de Morella se extiende desde la Belluga hasta la Pobleta
de Al col e a , esto es, mas de ocho horas de sur á norte , y muy cerca de cinco
de oriente á poniente entre los términos de Vallibona y Forcali. Estas distandas
se cuentan por cuestas y rodeos, porque la verdadera en línea recta es mucho
mas corta. Todo es montuoso principalmente en los confines de Aragón;
se respira un ayre puro , pero frió ; los calores lejos de incomodar en aquellas alturas
, se desean ; no hay viñas , olivos ni algarrobos ; granos, bellotas y ganados
son los únicos frutos del pais. Ha y pocas llanuras, y solo merece atención la hermosa
vega , conocida con el nombre de Mo l í , que está al mediodia de la vi l la, y
á tres quartos de distancia. Nadie se puede imaginar que en una altura tan considerable
rodeada de montes calizos, se encuentre la multitud de campos cultivados
que se observan en aquella llanura de una legua ; pero ménos aun el hallar manantiales
tan freqüentes y abundantes, que reunidos formen la masa de aguas que
se precipita en el rio Caldés. En años lluviosos se carga la atmósfera de humedades
y nieblas que se oponen á la fecundación de los granos. Eran en otro tiempo
mas contingentes las cosechas, quando los dueños de aquel recinto tenian un
grande estanque para su recreo , del qual se conserva aun el paredón en arco.
Consultáron mejor sus intereses, dieron curso á las aguas, y lográron despues coi