f S I
i
II
I f
M i
i f
'ÍJÍ.
i l o ' ì
P -
fc'iii'.
a !
p. ' • i
1
camino un profundo bar ranco, desde cuy o ribazo izquierdo comienza el terreno á
levantarse en lomas y cerros que últimamente forman montec i tos , cubiertos por
lo común de tierra roxa. El término de Picasént se prolonga mas de una hora
hacia Ni i í e r o l a , corta aldea de unos doce vecinos ; todo él es f e r a z , pero sobresalen
varios distritos, es á saber , los llamados el P í a , el Re a l d n , e l Levadi l lo y T e r -
rabona. E l Pía cae al sur de la poblacion en las cercanías de Niñerola , y se compone
de dilatadas llanuras de marga arcillosa, cubiertas de viñas y algarrobos} estos
bien gobe rnados , y por lo común provistos de macho ; las viíías per fectamente
cultivadas : ellas dan las sabrosísimas uvas de la calidad llamada Pl ant a , de que
por espacio de dos meses entran en la capital mu y cerca de l o o arrobas al dia.
E l Re a ldn esta al norues te, y presenta un bosque espeso de algarrobos, los quales
continúan por el Levadi l lo y Ter rabona , donde hay buena porcion de olivos.
Estos tienen sobrada l eña , y poco abiertos los ramos principales , mas con todo
eso fructifican , siendo el aceyte de los mas sabrosos y estimados del r eyno ; y aún
sería mejor si hubiese en el pueblo los molinos correspondientes á la cosecha. P e -
ro el Señor territorial tiene ó se arroga el dereclio de obligar á los vecinos á que
lleven á sus mol inos la a c e y tuna , y el de impedir construyan otros los particulares
, resultando de ahí largas demoras que alteran el f rut o, y di sminuyen la bondad
del aceyte. Suelen ser tan crecidos los derechos que el cosechero paga en mu -
chos pueblos por moler la a c e y tuna , que el que adeudan 30 pies ' , es mas que
suficiente para pagar la construcción y reparos del mol ino. Pueblo hay cuyo Señor
se l leva la mi tad del aceyte. Si los vecinos pudieran tener molinos propios , sería me -
jor el aceyte, y ma yor la riqueza. T a i v e z si se averiguase el verdadero origen de lo
que algunos Señores l laman de r e cho , se hallaría poco f und a d o , y muchas veces
injusto. T amb i é n tienen los de Picasént varias huertas, que riegan con las citadas
fuentes de Niñe rol a , cuyas aguas parten con Al c á s e r , quedándose quatro séptimas
partes. Es mu y corta la cantidad de aguas que poseen respecto al número de campos
que pudieran regar ; procuran aumentarlas con 2 u a s , pero ni aun estas pueden
satisfacer los deseos de aquel pueblo industrioso. En 1 7 2 4 se componía de 1 2 0
casas, que formaban 500 personas ; ho y tienen 1 500 repartidas en 381 casas.
Los frutos corresponden al t rabajo, y se regulan en 1 200 cahíces de t r i g o , 4 5 0
de cebada , 200 de ma í z , l o d arrobas de aceyte cada dos años , 70© de algarrobas
, 2 500 de pa s a , 30© de uva , 2 3 ^ cántaros de vino , y 1 2 0 arrobas de hoja
para criar gusanos , que apenas dan aquí i S libras de seda ; cantidad mu y corta si
se compara con la que igual número de arrobas de hoja daria en el Cond a do de
Buñól y en T o u s , en donde llegaría tal ve z la seda á 2 500 libras.
87. L a s cercanías de Niñerola son de yeso , que se beneficia y consume en
la capital y otros pueblos. La s canteras están cubiertas de seis pies de tierra roxiza
algo gredosa : las orientales son de ye so melado duro medio transparente , que se
I Pie significa una cantidad de aceytuna, que resultan tres ó quatro arrobas de aceyte. En este
regularmente es de nueve barchillas , de las quaies hay mucha variedad según los terrenos.
labra con fac i l idad, y admite pul imento, aunque no tan permanente como el
mármol. De ellas se sacaron las piedras para formar las estatuas y demás adornos
que se ven en Valenc ia en la fachada de la casa del Excelent ísimo Señor Marques
de Dosaguas. Al g uno s llaman alabastrite á esta materia , y los albañiles alabastro,
que sirve para blanquear los templos y las habitaciones de gente acomodada. E u -
•tre las grietas del yeso melado se ven porciones cristalizadas en agujas , que son el
yeso estriado blanco , el mi smo que vimos en las minas de Sabato junto á Mu r -
viedro. En los cerros y lomas distantes como tres leguas de Val enc ia está el ye s o
común en piedras duras , opa c a s , de color aplomado. Al t e rnan con ellas grandes
hojas de yeso cristalizado, compuestas de infinitas capas mu y sut i les, que se pue -
den separar con im cuchillo. Miéntras quedan unidas forman un cuerpo transparente
aunque sea de una pulgada de grueso, y pueden servir en defecto de vidrios
para impedir la entrada al a y r e , y dexar pasar los rayos de la luz. T amb i é n se
encuentra allí con abundancia el yeso cristalizado en prismas triangulares. Obs e rv é
en estas minas el mi smo descuido que en On d a y otras partes del r e y n o , donde
los trabajadores se exponen á desgracias por no desmontar el cascaron superior de
la mina. Pocos jornales empleados en quitar la tierra y cantos que están sin base,
bastarían para asegurar la vida de muchos infel ices, que los hundimientos matan
ó estropean.
MONSERRJT , MONTROr, REAL, MARQUESADO DE LOMBAT, T CARLÉT.
88. L a s cañadas y sitios hondos al sudueste de Niñerola estuvieron incultos
por los muchos y copiosos manantiales que ahí había. Desaparecieron casi de repente
las aguas como diez años hace , y un suelo ántes cenagoso se ve ya cubierto
de hermosos plantíos y sembrados. A ú n queda inculta media legua de cerros ha -
cia poniente hasta mu y cerca del col lado por donde se entra en la hoyada de
Real ' , Mont r o y y Monser rát , la qual es una corta llanura entre muchos montes,
cayéndole al sur y sudueste los de Tous y Do s a gua s , al oriente la sierra de A l e -
dua, y al norte los cerros que median entre ella y Tur í s . L o s montes son calizos,
y los cerros de y e s o , especialmente los septentrionales. Lo s manantiales de las
arroyadas y barrancos son salobres, como sucede en las inmediaciones de yesares.
E s mu y áspero y fragoso el terreno que por muchas leguas continúa hácia el sur,
poniente y septentrión , reducido ordinariamente á montes y barrancos, por lo común
incultos y desiertos. AUí se forman varios ríos que últimamente se reúnen en
el l lamado Juane s , ó bien rambla de Al g cme s í 5 los principales son el de Re q u e -
na , Mi jares , Buñol y Chi co. Emp i e z a el primero en las montañas de Ut iel y R e -
quena , corre hacía levante con alguna inclinación al mediodí a , entra en el reyno
de Valenc ia , y recibe el riachuelo Mijares junto al monte Mot ratdn , por cuyas
raices meridionales continúa con el nombre de rio Ma g r o , hasta que mu y cerca
Se llamó Ra a l , nombre que le dieron los Moros por s n caserío puesto en la ribera del r