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BENICJSIM, DESIERTO DE LAS PALMAS , POBLA-TORNESA , BORRIOL,
riL^F^MÉS r SIERRA DE ENG^RCER^N.
68. En el termino de Oropesa hay mucho monte por lo comun inculto ; sin
embargo se ven campos de algarrobos , viííedos y sembrados. Se unen estos montes
por el poniente y mediodía con el grueso murallon que separa el centro del
reyno de la parte septentrional, el qual se extiende de oriente i poniente como
quatro leguas, esto e s , hasta el rio Millares y rambla de la Viuda : se nota aquí
alguna interrupción entre estos montes y la sierra de Espadan , pero aparente en
mi juicio, pues creo se comunican las raices por debaxo de los cauces del rio y de
la rambla , vista la semejanza que hay en la naturaleza de los últimos cerros por
una y otra banda. N o reyna en este grupo de montes la uniformidad que en los
antecedentes en quanto al género de piedras. Ha y porciones calizas hacia el oriente
y mediodía -, pero en el centro y parte septentrional son d apizarradas o areniscas,
variando en la dureza , color y grueso de los bancos. En las raices de los bancos
inferiores se ve mucho quarzo ya embutido en las grietas de las penas, ya suelto
por haber resistido mas que la matriz en donde estuvo. T o d o el recinto es muy
fragoso y en gran parte incul to, donde crecen pinos de mediana corpulencia, y
muchos arbustos. Quatro lugares se hallan o encerrados en las gargantas y anchuras
, ó edificados en la falda del monte , que son Vi la f amé s , Bor r iol , la Poblatornesa
y Benicásim. Hora y media se emplea en cruzar los montes y baiTancos
que separan á Oropesa de Benicásim. El camino es fatal y peligroso por la soledad
y recodos de que se aprovechan los malhechores, pero es al mismo tiempo divertido.
Unas veces se descubre el mar , cuyas olas se estrellan contra peñas calizas, y
otras se presenta la naturaleza sin que el arte ni la industria la trastornen. Crecen
en aquellos baiTancos y lomas infinitos arbustos como lentisco, x a r a , madroño,
romero y torbisco, hay algunos trozos bien plantados de algarrobos y viñas ; pe -
ro en general se ve la falta de brazos, quedando sin cultivo mucha tierra útil, aunque
privada enteramente de riego. Muda de aspecto el suelo al baxar la última
cuesta para Benicásim : allí los montes dexan alguna llanura y humildes lomas,
por lo comun pedragosas, bien que con bastante fondo de una tierra roxiza que
baxó de los montes. Aq u í se ve un bosque espeso de algarrobos desde el mar hasta
las raices y aun faldas de los montes opuestos ; los inmediatos á l i playa están
inclinados contra el sudueste, y tan lastimados en sus ramos que parecen como
cortados de proposito en diminución. Los vientos soplan con fuerza y con bastante
freqüencia de la parte del ma r , y repitiendo sus choques contra los árboles, los
doblan : así crecen sufriendo los ataques de un enemigo que se renueva cada día.
También hay algunas huertecitas en las cercanías del pueblo, regadas con zúas á
imitación de Benicarld.
69. Casi en medio de esta llanura se halla Benicásim, distante del mar como
medio quarto de legua: por todas partes y i corta distancia le cercan altos montes
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que limitan el horizonte ; los mas elevados son los del desierto de las Palmas que
le abrigan por el norte y poniente. En el año 1600 estaba casi despoblado por las
frcqüentes piraterías de los Af r i canos , y en el dia no llegan á quarenta sus veci -
nos : algo podrá aumentarse con las comodidades que le lia proporcionado el Ilustrísimo
Señor D. Francisco Perez Bay e r , protector y padre de este pueblo. Se veian
sus vecinos sin Iglesia , y sin otro Párroco que el de Oropesa , inútil en los casos
urgentes por la larga distancia ; deseaban tener imo y otro dentro de la poblacion,
pero se hallaban sm caudales. T o d o lo suplió la gran caridad de aquel ilustre l i -
terato. N o solamente gasto sumas considerables en la hermosa fábrica de la Iglesia,
sino que quiso que el Cura Párroco no fuese gravoso al pueblo en ningún t iempo.
As í pues destúió muchos campos que poseía, para que de sus frutos pudiese
vivir el Cura con decencia sin percibir cosa alguna de sus feligreses. Podrá aumentarse
como lie dicho la poblacion , pero nunca será crecida. La falta de agua en
todo el término, á excepción de sus inútiles marjales, y el hallarse la tierra mezclada
con arenas y muciio mas con cantos , impedirá siempre los progresos de la agricultura.
Los frutos de esta se reducen á 150 cahíces de granos , y á una multitud
increíble de algarrobas. Es lástima que en estos árboles, que son casi el único recurso
del pueblo , reynen los defectos de macho y de limpieza. El mar hace aquí
un arco que se apoya al norte en la punta , donde está la torre del Co í ome r , y al
mediodía en la de Almazora. En frente de Benicásim está la olla de su nombre,
ó la ensenada en donde se refugian y abrigan las embarcaciones pequeñas. La s galeotas
y .xabeques de los Moros se han valido de ella para ocultarse y hacer sus
piraterías. Siguiendo la costa desde el pueblo h.ícia el mediodía se observa que el
mar hace nuevas adquisiciones. Baten las aguas contra las raices de un ribazo de
tres ó quatro varas de altura , compuesto de marga arenisca rellena de cantos
redondeados bastante gruesos y de la misma naturaleza arenisca ro.xa que los
montes vecinos. Se formáron aquellas llanuras hasta los ribazos de las pérdidas
que sufriéron los montes, y fuéron de mayor e.xtension antes que el mar empezase
la obra que aun continúa , lamiendo y destruyendo las débiles murallas que encuentra.
A l pie de estas se hallan acinados los despojos que sacan las olas , entre
los quales noté la ulva intestinal, el alga marina y varios fucos. Es común allí el
polipo, llamado vulgarmente ortiga de mar , compuesto de infinitos filamentos
transparentes asidos á un canto ó peña , los que son del grueso de un bramante y
de dos pulgadas de largo , teniendo las extremidades libres algo obtusas y encarnadas.
70. De lo mas ingrato del término se propuso sacar partido el difunto Ba -
yer •, y escogió la falda del monte opuesto á la Iglesia. Er a un monton de peñas
en donde con dílicultad crecían algunos arbustos ; lo transformó en anfiteatro haciendo
campitos en gradería , y recogiendo en una cisterna las aguas de las lluvias.
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I Murió en Valencia dia 37 de Enero de 1794.