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secano, no todas rinden iguales producciones. El Millares es la fuente de la abundancia.
Por su beneficio en poco mas de dos leguas de diámetro se ocupan y mantienen
mas de 30© almas , que habitan en Cas tel lo, Vi l l a - r e a l , Almazdra y Bur -
riana. Parece increíble la suma de riquezas que produce el sucio. Solos los pimientos
forman un producto de tres millones de reales, y mas de quatro las frutas y me -
lones 5 casi igual es el del cáiiamo, y la seda vale mas de dos millones ; el t r igo, el
maiz , el aceyte , las algarrobas, la cebada , las judías y otros frutos componen una
suma que asombra. ^Donde hay en Espai ía, fuera del reyno de Va l enc i a ; do'nde
hay en la Europa entera igual porcion de tierra tan út i l , sana, alegre y divertida ?
^Dónde se ven quatro lugares tan inmediatos y con tantos vec inos , en gran parte
aumento de este siglo ? Se glorían los de la Plana de poseer una de las mejores
porciones de la Eu r o p a , y presentan las pruebas mas ciertas, que son la poblacion y
los frutos. Si estas poblaciones privilegiadas no hubieran conocido jamas la cultura
del arroz j si se hubieran introducido en ellas las manufacturas análogas á sus producciones
; si á lo menos se hubieran fomentado aquellas de que se ve algún principio
establecido , mayores serian las riquezas, la poblacion y sus comodidades. Es -
peremos que el tiempo concluya lo que se empezó en este siglo , y que las luces
rompan las barreras puestas al comercio y agricultura para llegar á la maj 'or per -
fección.
3. Caminando de Ribes-albes hacia el mediodía á una hora de distancia se halla
la villa de O n d a ' . E n este camino se pasa el Mi l láres, y luego se presenta un
elevado cerro plantado de alganobos j aumenta el cul t ivo, y empiezan los olivares
y viñas á medida que nos acercamos á la v i l l a , la qual yace á la raíz de un cerro
coronado de los muros y torres desmoronadas de una antigua fortaleza, extendiéndose
por la cuesta y llanura que mira al sudueste, y formando calles espaciosas. Lo s
edificios anuncian un pueblo acomodado y numeroso, que pasa de id vecinos, todos
labradores, á excepción de los empleados en la fábrica de l o z a , semejante
pero inferior á la de Ribes-albes . El cerro es calizo , y las raices de y e s o , que se
beneficia con riesgo de los trabajadores, no permitiendo sus cortas facultades asegurar
la bóveda y partes superiores de la mi n a , que amenaza ruina por las continuas
brechas que los yeseros liacen en las inferiores. L a vi l la, que tanto interesa en
conservar sus individuos út i les, debiera á sus expensas desmontar d asegurar la tierra
y peiías que están á punto de caer. Tamb i én debiera reparar los grandes algibes
de la fortaleza para recoger allí las l luvias, y socorrer con ellas á los vecinos que
habitan en las cuestas. Y ya que por la indolencia de las generaciones pasadas se
convirtió en muladar uno de los algibes , y de ese y otro se arrancaron muchos
sillares, fuera bien que los presentes enmendasen los yerros de sus mayores. Al
rededor de la villa y del cerro hay 1 500 jornales de huerta, regada con las aguas
de la fuente del C a ñ a r , que nace en el cauce del barranco ó riachuelo de Sonel laj
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Onda y Burriana son Encomiendas de la Orden de Moncesa.
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