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Convendría introducir el cultivo de los almendros, y destinar mas brazos á h agricultura.
Ahora la desidia de los que viven en las cercanías del monte , y mucho
mas la aspere/:a de la superficie favorece sobremanera la vegetación de gran número
de plantas espontáneas. En las inmediaciones de lo inculto antes de llegar al
Monasterio llamado de la Murta se hallan la hiniesta de España, conocida vulgarmente
con el nombre de cascaula, la tulipa silvestre , el iris sisirinquio , el tomillo
pipirella, la violeta cenisia, las flómides lictiitis, purpúrea y la especie nueva
descrita en mis obras con el nombre de crinha, la cebolla albarrana , el coris, los
linos sufruticoso, de Mompeller, y otros. En las quebradas crecen el durillo, el díctamo
real ó fresnÜlo, la madreselva, los ramnos alaterno y licloides, el arísaro d
bien dragontea menor de Laguna , la palomilla de nueve hojas, la estatice nueva
que llamé aliácea , el ranúnculo con hojas de grama , coronillas, cardos, dafnes,
xaras, lentiscos, fresnos, y una multitud que sería largo referir.
155. Hay varias sendas para pasar desde la Murta á los valles y pueblos vecinos
i por una de ellas con dirección al norte se llega en media hora á Corvera.
Desde lo mas alto del cerro que media entre el Monasterio y la villa se descubre
un castillo sobre una loma , y mas allá la llanura en donde están Fortaléñ , Rióla
y Poliiiá , que con la citada villa forman lo que allí llaman la villa y honor de
Corvera. En las raices del monte hay algarrobos y olivos, seguidos de huertas , á
donde alcanza el riego. El Xucar atraviesa é inunda con sus aguas la llanura que
hay entre los montes de Cullerà y Corvera, convirtiéndola muchas veces en un
lago de dos leguas. Aun quando el rio no sale de su cauce se ve aquel recinto
cenagoso y lleno de manantiales, á excepción de las alturas, en donde están las
poblaciones, y algunas huertas plantadas de moreras ; lo demás está desarbolado y
cruzado con canales para facilitar la cria del arroz, y poner en movimiento las
aguas , que rebosan por todas partes, inutilizan el suelo para otras producciones, y
vician la atmosfera. A esta sola causa , inseparable de la naturaleza del terreno, se
debe atribuir la destrucción de ios lugares que han desaparecido, y las enfermedades
que reynan. Con todo sería tal vez un yerro político prohibir el cultivo del
arroz en aquellos sitios pantanosos, porque quedarían sin subsistencia y sin ocupación
muchas familias, y el Estado sin las riquezas que hoy resultan. Es cierto que
aquellos hombres no disfrutan la salud que en otras tierras sanas j pero sín el cultivo
del arroz sería mayor sin duda la infección; porque dormirían las aguas, se corromperían
con mas facilidad , y sería también mayor el número de plantas y de insectos.
Así pues, lejos de prohibirse el cultivo del arroz en aquellos marjales, se debiera
extender á los que quedan incultos y anegados. Las familias, que despreciando
riesgos prefieren vivir en aquel terreno inútil y cultivarle, merecen la protección
de los superiores : ni debiera alterarse la ocupacion de estos dignos ciudadanos con
la alternativa de licencias y prohibiciones, con los pleytos, persecuciones y exacciones
que sufren de pane de los comisionados y visitadores. En el término general
de Corvera se destinan al arroz 18380 hanegadas de tierra, que dan al aiío
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120 cahíces de fruto : el secano reducido á cultivo asciende á 40© hanegadas, y
la huerta á 3500 , que se riegan con las fuentes que nacen en la raíz de un cerro
situado casi en el centro del término. El secano y huerta producen 1600 cahíces
de trigo , 350 de habas, igual número de maiz , 100 de judías, 50 de cebada,
15) arrobas de aceyte, 4® de algarrobas, y 4© libras de seda. Viven en los quatro
pueblos 643 familias repartidas de este modo : 213 en Poliñá, 150 en Rióla, 30
en Fortaléñ, y 250 en Corvera. El número de nacidos es casi siempre menor
que el de los muertos. Ya quedarían pocos brazos para el cultivo sin los advenedizos.
En Llaurí, pueblo de 83 vecinos, y en Favaréta de 20 , es mas sensible
el daño que experimenta nuestra especie por hallar los vientos un obstáculo insuperable
en los montes de Corvera, y acumularse los vapores corrompidos. Apénas
quedan en Llaurí nueve familias de las antiguas, y en Favaréta se renuevan como
en una plaza sitiada de enemigos. Las rebeldes tercianas talan los vivientes, y
los que evitan la muerte viven enfermizos. En Llaurí se cogen mas de i d cahíces
de arroz, 100 entre maiz y trigo, 300 libras de seda, y 1500 arrobas de
algarrobas.
156. Al go mas de dos leguas hay entre el Xucar y las raices del monte de
San Juan , por donde se entra en la huerta de Gandía : queda el mar al oriente,
y al poniente los montes de Corvera y Valldigna , distantes de la playa como una
hora. Por lo común es Incapaz de cultivo este recinto por las muchas arenas sueltas
que lo forman , mas abundantes y mas altas al largo de la costa. Las aguas que
baxan de los montes, y mucho mas las que brotan i cada paso , anegan los parages
hondos, y para aprovechar algunos pedazos de tierra se han excavado azarbes
que reunidos forman como ríos. No léjos del Xucar hacia el mediodía hay una
laguna que allí llaman Están (^Estanque) , á donde van á parar las aguas que sirvieron
para los arroces, y otras de los marjales. Se atraviesan aquellos riachuelos
sobre puentes de madera, ofreciéndose á la vista por mas de hora y medía arenas,
aguas y eriales. Muda de aspecto y disminuye en anchura aquel terreno á medida
que nos acercamos á Xaráco y Xerésa : queda el mar oculto por el bosque de
pinos o dehesa de Gandía, y los marjales occidentales se componen de tierra casi
negra por los despojos que allí dexan los vegetales. Tal vez estos marjales obligaron
á decir al Señor Bowlcs, que la tierra de la huerta de Gandía era feraz y negra
, siendo en realidad por todas partes marga roxa, á excepción del corto espacio
que ocupan los sitios cenagosos d marjales. Se reúnen aquí muchas veces en el
invierno tantas aguas , que forman una laguna , sobre la qual navegan los barquichuelos
i pero quando llegan á enxugarse aquellos sitios son muy fértiles, y producen
gran porcion de maiz , y varias hortalizas : tienen al poniente las raíces del
Monduber, y los lugares de Xaráco y Xerésa. Las monedas de plata y cobre,
como también las varias lápidas con inscripciones Romanas que se han liallado en
el térmiuo de Xerésa , indican que allí habito esta nación culta , y que hubo pueblo
de alguna consideración en la antigüedad : en 1536 se vio el de Xerésa redui
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