comodan y embarazan. Vol v ía los ojos al barranco, y me parecía cada vez mas
profundo y obscuro : las curvas que las avenidas describen en el fondo , parecían
líneas blancas tiradas sobre un lienzo negro. Deseaba saber á qué distancia perpendicular
me Iiallaba del fondo, y escogí el punto mas oportuno llamado Ro c a -
parda, que está á la derecha de la rambla. Se avanza diclia roca hácia dentro, desviándose
de la perpendicular ; apoya su enorme base sobre un ancho descanso, y
desde allí se siguen cuestas hasta lo mas hondo. Me aseguraron los prácticos que
me acompañaban , que el descanso superior era la mitad de la altura, y aunque
privado de instrumentos recurrí al medio de dexar caer un fuerte canto, contando
las pulsaciones que empleaba en llegar al primer descanso. Od i o veces batió
mi arteria mientras que el canto baxaba hasta dicho sitio sin desviarse de la perpendicular
; y si se regula cada pulsación por un minuto segundo, tendremos, según
las leyes , que los cuerpos observan en su descenso libre, 960 píes de altura perpendicular
desde lo mas alto hasta el primer descanso -, y siendo esta la mitad solamente
, resultarían 1920 píes de altura total en aquel sitio. Las aguas que por
allí pasan corren una extensión de doce horas hasta el río Camarón , y otra tanta
para llegar despues al mar con las del Ebro. Este largo trecho, compuesto las mas
veces de planos muy inclinados, debe aumentar mucho la verdadera altura de la
roca, esto es , la que tiene sobre el nivel del mar. Aunque es considerable la elevación
de este recinto , debe considerarse como un fondo si se compara con Ares,
Vístabella , y mucho mas aun con Peñagolosa i monte al parecer el mas alto de]
reyno , que tal vez se acercará á las mil toesas.
29. Desde la Roca-parda se veía Porteli colocado en una altura, y tan cerca
que en línea recta podría haber poco mas de un quarto de legua. Se compone de
150 vecinos , ocupados en la agricultura, sin fábricas ni otra industria ; cultivan
quanto permite el término, que se extiende hasta la raya de Aragón , distante me -
día hora , y todos los recursos para subsistir se reducen á 20 cahíces de granos , y
algún ganado. N o hay que buscar en estas tierras aquella agricultura perfecta ya
en el número de rejas, ya en limpiar los campos de las plantas que les perjudican.
E l carraspique aparasolado, y el miagro de España se apoderan del suelo ; de
modo que los trigos, centenos y cebadas parecen plantas que nacieron en campos de
carraspique ó de miagro. Dase una reja á la tierra despues de un año de descanso! celiasele
la semilla en Octubre , y así queda abandonada hasta la siega , que se verifica
por últimos de Julio. Los labradores se justifican de este descuido , diciendo que
los gastos indispensables para limpiar los sembrados importarían tanto como la
coseclia. No hay duda que el suelo es infel iz, faltándole también las aguas y el
estiércol ; pero ciertamente la falta de brazos y el descuido contribuyen á disminuir
la suma de fmtos que podrían cogerse.
30. Cerca de la citada Roca-parda está la partida llamada Bobalar , y en esta
la cueva alta. Casi por todas partes se ve erial el suelo y cubierto de pinos,
enebros y sabinas : todo el monte es cal izo, dispuesto en bancos mas ó menos grue-
SOS, y con poca inclinación al horizonte : la piedra es dura, compacta, de fracción
tersa y de un color gris claro. Paralela á estos bancos corre una mina de hierro,
descubierta al poniente del monte en las vertientes que caen á la rambla. Presenta
alh la mina casi doce pies de superficie , y se ve como encaxonada en una materia
de espato calizo casi blanco , el qual tiene apenas una pulgada de graeso , y sirve
para separar las substancias del monte y de la mina. Esta es poco dura , de un roxo
acastañado y en partes brillante, se resuelve enteramente en ocre con el tiempo
, y del color roxo que tiene al salir del monte pasa despues á un amarillo obscuro.
Quando esta substancia se maneja en la mina dexa en las manos manclias
de color de sangre ; pero si se toca algunos meses despues de sacada, la mancha es
amarilla, y en ambos casos dificil de quitar. Se halla ya la mina en el término de
Castellfort, que desde la citada rambla de Sellumbre se extiende'por dos horas
hasta el de Mo r d í a , y otras dos entre los de Cinc-torres y Ares. Apenas se cultiva
la octava parte por presentarse á descubierto los bancos calizos en donde crecen
carrascas, pinos y varias matas, siendo muy común el tragacanta. Lo s montes
dexan una hoyada casi en el centro del término , y en la mitad de la cuesta
se halla la poblacion rodeada de campos cultivados. Según los vestigios que se
conservan al poniente , parece que en otros tiempos estuvo la villa mas abaxo, y
defendida con torres. Pudo ser fuerte entonces como lo indica el nombre de Ca s -
tillo fuerte, á que corresponde d valendano de Castel l - fort, y las ruinas que se
conservan; pero oponiéndose la nami-aleza estéril de aqud suelo á los progresos
de la agricultura , siempre debió ser muy corto el vecindario. En medio de los
aumentos que ha tomado en este siglo, solamente tiene 133 casas, y 34 cortijos,
en los cjualcs se advierte una medianía pobre. La agricultura les produce 1500
cahíces de trigo, y los pastos porcion de lana y 1500 crias. Infelices serian sin
duda los vecinos sin el recurso de las fábricas, en que se ocupan hombres y mugeres:
estas y las niñas se sirven de los tornos para preparar los hilados, y de
aquellos los labradores aprovechan los días lluviosos, y parte del invierno. Se hallan
corrientes 38 telares, en los quales se fabrican mil piezas de estameña, cuyo
valor pasa de 3508 reales , y á mas de esto varías piezas de cordellate y barragan
para el uso dd pueblo. En los peynes de hierro se ocupan 70 personas, que
benefician hasta tres mil libras de estambre. Prosperarían mudio estos ramos de
industria en Castellfort, si como son aplicados y laboriosos sus habitantes, tuviesen
caudales para acopiar las lanas en d tiempo oportuno; pero faltándoles se ven
en la dura necesidad de recurrir á los monopolistas de otro reyno , que adelantando
dinero á los ganaderos, se hacen con la mayor parte de las lanas , las estancan,
y puestos de acuerdo las venden á precios muy subidos. N i mas ni ménos que los
monopolistas de granos enriquecen con d sudor agcno; y su inhumana codicia es
la peste de la felicidad pública.
31. Ha y varias fuentccillas en las inmediaciones de la vi l la, pero insuficientes
para el riego; la mas abundante se iialla al salir d d término iiácia d mediodía