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aígarrobos, olivos y viñas. Mientras hubo arroces se veian con freqüencia eriales,
dcsaiido y falta de brazos : cesaron estos males luego que desapareció aquel ene -
migo de la salud y felicidad pública} se fomentó la agricultura, y se multiplicaron
los vcciíios hasta el número de 250. Dos molinos eran mas que suíkientes
para la cosecha del aceyte en 1 7 6 9 , y actualmente no bastan los ocho que hay,
aun con ser mu y jóvenes gran número de olivos. La s huertas, convertidas antes
en cenagales, están plantadas de mor e r a s , y producen quanto desea el labrador.
Cogen los de Paterna mucho a c eyt e , algarrobas y s e d a , y ademas como unos
1500 cahíces de trigo , 4 0 0 de ma i z , y 2 1 $ cántaros de vino : tienen sus huertas
á la izquierda del r i o , el qual las separa de las de Manises que quedan á la derecha.
Aq u í los campos forman graderías vistosas, donde vegetan con lozanía mo -
reras , trigos, maíces y otras producciones. Ya pasan lioy de 1260 los vecinos de
Manises, la mitad labradores, y los otros alfareros. Estos aprovechan el barro
blanquecino de su t é rmi n o , y lo mezclan con el colorado de Qu a r t , preparando
la masa de mo d o que | partes sean del colorado , y las restantes del blanquecino.
Allí se hacen aquellos ladrillos barnizados para solar las piezas de la capital, d o n -
d e se admiran los dibuxos, la solidez y hermosura. Se ven corrientes en el pue -
blo 3 4 fábricas , y en quatro de ellas , que son las principales , se imitan las obras
de la AJ cor a , bien que aún no ha podido lograrse igual perfección. E n cada una
de ellas se hacen al año 30 hornada s , que á 150 pesos producen 4 5 0 0 , y todas
quatro juntas i82>. En las otras 30 fábricas es menor el número de obr e ros , y
mas ordinaria la obra. Sácanse al aíío en cada una de ellas 13 hornada s , que á
6 0 pesos hacen 7 2 0 , y todas treinta juntas 2 1 6 0 0 . As í prospera el pueblo socorriéndose
mutuamente la agricultura y la industria. Los campos dan 1 5 0 0 libras de
seda, 3 0 0 caliices de trigo, 2 0 0 de ma i z , y id arrobas de aceyte.
80. A un quarto de Manises por el rumbo del sueste está Qu a r t , y á mas de
media hora en la misma dirección Chirivella : Mislata se halla á igual distancia
que Chirivella en el camino real hacia Valencia : Alaquás cae al sudueste casi á
media hora , y Al d a y a entre Manises y Alaquás. El suelo en todos ellos es fértil
y excelente, reducido á huertas hacia el or i ent e , y en la parte opuesta á secanos
que se extienden por el llano de Quart. Son infatigables aquellos labradores, p e -
ro pudieran cuidar mas los olivos y algarrobos : en estos debieran multiplicar los
inxertos de ma c h o , y quitar á todos el exceso de leiía, que solo sirve para disminuir
las cosechas. Casi la mitad de los vecinos de estos pueblos es aumento de
unos 60 años. Quart tiene 3 1 0 , Aldaya 3 5 0 , Alaquás mu y cerca de 4 0 0 , Mislata
2 2 5 , y Chirivella 1 9 6 , donde al principio del siglo solamente había 73.
Los frutos de Quart y Al d a y a juntos componen 38 libras de s e d a , 3 2 0 0 cahíces
de t r igo, 4 0 0 de maíz , 4 8 0 0 arrobas de c á ñ amo, 20© de a c eyt e , i o© de
algarrobas , 5 2 © cántaros de v i n o , mucha alfalfa , me lone s , pimientos y liortalizas.
Los de Chirivella se aumentáron en este siglo á proporclon del vecindario, y
se regulan en 2 0 6 0 libras de s e d a , 1 3 0 0 cahíces de trigo, 4 0 de ma i z , 4 7 0 0 ar-
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robas de cáñamo , 1 3 0 0 de a c eyt e , y otros artículos que se consumen en el p u e -
blo. T o d o esto produce la corta superficie de medía legua de largo , con un qua r -
to de ancho , en que se echa de ver la fertilidad del suelo , y la aplicación de los
vecinos. Igual extensión con corta diferencia tiene el término de Al a q u á s , pero
mucho menor número de f rutos , reducidos á 4 0 0 cahíces de t r igo, 6 0 0 libras de
•seda, 4 0 0 arrobas de c á ñ amo, 2 0 0 de a c eyt e , i © de algarrobas, y 1500 cántaros
de vino. Sus vecinos para subsistir y aumentarse recurríéron á cultivar dilatados campos
en los términos inmediatos , y fomentaron las fábricas de alfarería, que es el
alma y la riqueza del pueblo. Fabrican aquí los utensilios de cocina , y surten la
capital y pueblos de la huerta de pucheros, platos y cazuelas. El barro es fino y
roxo , las formas agradables, el barniz sólido , brillante , de un dorado obscuro.
Los de Mislata se ocupan en cultivar sus huertas, que les producen mucha seda,
cáñamo, maiz , hortalizas , y como 2 6 0 cahíces de trigo , y algunos de judías. La
mucha huerta de todos estos pueblos fuerza los labradores á buscar estiercol y abonos
para reparar las continuas pérdidas de los campos. Ot r o de los recursos es barrer
los c aminos , robándoles el polvo y quanta tierra cede á sus esfuerzos. Resultan
de aquí desigualdades en el suelo , y hallarse este las mas veces dos varas mas b a -
xo que el nivel de los campos. Se hacen intransitables en invierno despues de las
lluvias, y se camina con riesgo. Es sobrado coman este defecto en los caminos si
exceptuamos los reales de Madrid , Barcelona , Ar agón y San Felipe , y se p o -
dría remediar sin perjuicio de la agricultura. Debieran los pueblos levantar el suelo
con cantos y guijo de ios rios y bar r ancos, hasta dexar los caminos mas altos
que los c amp o s , y establecer despues una policía análoga á la que se observa en la
ciudad : podrían entonces barrer el polvo con la obligación de traer cierta porcion
de guijo para ir reparando al mismo tiempo las pérdidas del c amino , el qual por
este medio se conservaría siempre igua l , y mas alto que los campos.
81. Siguiendo hácia el sur desde Alaquás como á un quarto de legua se atraviesa
el barranco, que empieza en las montañas de Buñdl con dirección á Chiva ,
entra en esta villa , y continúa por el término de Cheste , donde recibe otro considerable
: engrosado con este aumento y con las vertientes de aquellos montes,
cruza el llano de Quar t junto á la venta de P o y o , pasa despues por las cercanías
de T o r r e n t , que dexa á su derecha , como igualmente Ca t a r roj a , y desagua en la
Albufera de Valencia. Su profundo y ancho cauce siempre está seco , salvo en las
avenidas quando recibe tantas aguas y corre tan fur ios ament e , que destruye quanto
encuentra. E n 1 7 7 5 causó muchísimas desgracias en Ch i v a , sorprehendíendo á
media noche sus vecinos ; asoló un nume ro considerable de edificios, esparciendo
por mas de dos leguas los tristes despojos y los cadáveres de los pobres que no pudiéron
evitar la muerte. A la derecha del barranco y á muy corta distancia, bien
que en un sitio e l evado, está To r r e n t , la mayor poblacion del reyno despues de
las ciudades y villas principales. De 4 0 0 vecinos que tenia ántes de la expulsión
de los Moriscos verificada en 1 6 0 9 , se han ido aumentando hasta 1200. Su térf