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que desde el mar llegase á la capital transportar por agua los géneros ultramarinos.
L a idea fué admi rable, siendo su objeto facilitar el comercio , y dar abrigo á las
embarcaciones. Pero murió su autor en la desgraciada expedición contra Ar g e l ,
y se sepulto con él la execiicion del deseado puerto.
129. T o d a la substancia del monte es caliza dispuesta en bancos horizontales
de un mármol gris con puntitos blancos, muchas veces brillantes. E n las alturas desde
la villa hasta mas allá de la ermita de nuestra Seiíora las peñas están descubiertas,
bien que unidas , con poca tierra y muchas plantas. E n la extremidad contigua al
mar las peiías tienen poca union y muchos agujeros en varias direcciones , son de
un color negruzco , y apenas crece allí planta alguna. Se componen regularmente
de conchas bívalves que parecen camas muy pequeñas, en cuyo interior se hallan
arenas. Muchas están enteras, agrupadas y medio cubiertas de piedra , otras mutiladas
, y otras se reducen á polvo. Ha y también en aquellos grupos la estampa,
y á veces la figura del gusano del mar del género tubipora, que parece el serpens.
Las faldas están llenas de cantos de diferentes tamaños , y en las raices inmediatas
al mar hay bancos de marga endurecida mezclada con fragmentos marmoreos,
donde los repetidos golpes de las olas han hecho excavaciones. N o hay árbol alguno
en todo el monte , pero si arbustos y yerbas : en las alturas crece el alcaparro
, el alaterno , el marrubio aliso , el gordolobo parecido á la candilera , el buftalmo
de ma r , y el loto comestible j en las faldas y raices la clavellina filiforme , la
centaura menor , el ornitdgalo aparasolado, las xaras racemosa, fumana, y la l lamada
halimus por Linneo , el liipérico parecido al br e zo, con otras muchas plantas.
Es graciosa la vista que se desaibre de lo alto del monte. Queda el mar al
oriente tendido de norte á sur. N o lejos de Cullerà se ve entrar el X u c a r , que
viene haciendo curvas desde A l c i r a , corriendo unas veces por llanuras sin árboles,
y otras oculto por entre las freqüentes masas de moreras, cuyo verde amarillento
contrasta con el obscuro de los algarrobos que alternan con olivos. El monte de
Corvera se ve prolongado de oriente á poniente, y en sus raices los lugares de Fa -
vareta , Llauri y Corvera. El gran lago de la Albufera al nor t e , y mas cerca las
preciosas huertas de Cullerà hace interesante el quadro que ofrece alli la naturaleza
y el arte.
130. En el término de Cullerà hay z i d hanegadas destinadas al arroz en los
antiguos cotos de 1 7 5 3 , y despues se han añadido otras muchas ; todas juntas producen
34© cahices. L o s cultivadores padecen ménos en Cullerà que en los otros
pueblos por la situación ventajosa de sus habitaciones. Tienen ademas preciosas y
dilatadas huertas, las mas á la derecha del r i o , que se atraviesa por un puente de
madera. Ent re la poblacion y el mar á la izquierda del rio á donde no llega el rieg
o hay algunos campos que se riegan con zúas , hallándose el agua á poca profundidad
; y estas huertas en nada ceden á las mejores del término. N o es dilatado
el que poseen los de Cul l e r à, pero sí fért i l , ameno y bien aprovechado : una legua
tiene desde los términos de Taberna de Val ldigna y Favareta hasta la playa
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de San Lo r enz o , y tres quartos con corta diferencia desde la playa de San A n t o -
nio hasta los términos de Llaurí y Sueca. V i v e n hoy en Cullerà mas de 1200 v e -
cinos, y al principio del siglo solamente habia 3 50. El aumento de brazos y la
aplicación se echa de ver en los frutos que recogen, y se conocerla mejor si tuviésemos
noticia de los que producía aquel suelo en otras épocas. L o s del día son
2© libras de s eda, sin contar la mucha hoja que venden á otros pueblos , 2500
cahíces de t r i go, mas de de ma i z , 800 de habas , mucha al fal fa, verduras,
frutas y hortal iza, á mas de los 34© cahíces de arroz.
1 3 1 . Muchas son las plantas que crecen en el término de Cul lerà : en las
playas se hallan la alfalfa , caucálíde, crucianela y escorzonera n:iarítima8 , las lechetreznas
paralias y pepl i s, la buglosa de tintes, la romaza marina y el llantén,
el bunias cáldle, y la campanilla soldanela : junto al rio y á los azarbes el ruido,
los esquenos puntiagudo y marisco , los cirpos de lagunas , romano, y el que L i n -
neo llamo holoschoenus , la juncia , miriófilos y potamdgetos : en las márgenes de
los campos las caucálides de Es p aña , de grandes flores, y la parecida á la zanahoria
, el jacinto tardío , la caña arenosa, el mi jo desparramado , la tapsia vellosa,
y otras : en lomas en fin y sitios pedragosos r amnos , teucrios , brezos , xaras , hi -
péricos , y muchas que describiré en la parce botánica.
132. A mas de dos leguas de Cullerà hacia poniente yace Albalát de Pardi -
nes á la izquierda del Xuc a r : su situación honda y la inmediación al rio dexa
esta poblacion expuesta á las furias de un enemigo siempre temible , principalmente
en las avenidas. Ya se han visto sus casas con tres varas de agua y á punto de
caer, perdidos sus f rutos , y los vecinos en el mayor apuro. Ll egan estos á 400,
los mismos que se contaban al principio del siglo : tienen en su término algo de
secano , pero sus delicias son la huer ta, y mucho mas los arrozales. En estos emplean
como 3 6 3 hanegadas , y cogen 25© cahices : de los otros campos resultan
1200 de t r igo, 240 de ma i z , 120 de judías, 600 arrobas de aceyte , y 6400 l i -
bras de seda , sin contar las frutas , alfalfa y hortalizas. Su término confina por la
parte septentrional con Almusáfes y Sollana , por la meridional y hácia el oriente
con el Honor de Corvera , y hácia el poniente con Al g eme s í , del que dista una
legua.
133. Algeme s í es villa de 1 1 0 0 vecinos. No son en ella freqüentes ni pel i -
grosas las tercianas quando soplan levantes, como sucede ordinariamente en verano
; pero los ponientes alteran la atmosfera y la salud, causando pulmonías y c a -
lenturas agudas , que suelen cortarse con sangrías y refrescos. Usan mucho en
estas tierras del agua de i i i e v e , poderoso preservativo contra las enfermedades
que mas d ménos reynan en verano y otoño. L a villa está cercada de hanegadas
de huer ta, regadas con las aguas del Xuc a r . A tres quartos de legua hácia el
nordeste las tierras son hondas y pantanosas : el cultivo del arroz ha dado allí mo -
vimiento á las aguas ántes detenidas, y ha disminuido la úifeccion. Quince mi l
hanegadas se benefician con los desperdicios (escorrims^ de la acequia del R e y ,