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s i l , caparrosa y Iiierro. Es te metal es tan abundante , que en todas partes se hallan
minas ó señales. L o s montones de escorias que hoy dia existen junto á Fredes ,
parecen exceder al trabajo de dos siglos empleados en beneficiar las minas. Ent r e
el Boixar y Corach.í se ve una micacea con escamas brillantes reducida á polvos
de color de Venturina : otra hay de color pardo en el barranco del hierro , y otras
reducidas lí ocres de diferentes colores titiles para la pintura, de lo qual ha heclio
repetidas pruebas uno de los individuos del Monas t e r io, el Padre D. Mauro Sos -
peda , hombre no menos curioso que instruido , destinando los momentos de ocio
al examen del pais que habita. A s í ha recogido algtmas observaciones , una es que
muchos ocres amarillos mudaban de color pasando al roxo después de algtmas
lluvias que cayeron sobre las minas de hierro y caparrosa. La tierra arcillosa que
las cubre , quando el sol sale , se endurece de nue vo dexando varias grietas en su
superficie : es regular que por estas saliesen muchos vapores cál idos , t p e se for -
maron quando el vitriolo extendido en el agua atacó al hierro , cuyo calor pudo
muy bien mudar el color amarillo en roxo. Ot ra es que de los bar rancos , donde
hay minas de hi e r ro, quando el t iempo está nublado se levantan columnas que
parecen humo dens o , esparciéndose despues para formar nieblas. T amb i é n observ
ó que en las inmediaciones del Motrasterio y Bellestar no hay escorias c omo
en Fr ede s y en el barranco del hier ro, sin duda porque abundando aquellos sitios
de caparrosa , harian dificil y costoso el beneficio de la mina. Otras observaciones
tiene hechas sobre la corteza y hojas de varios vegetales para teñir de negro , de
qtie hablaré en la parte botánica. Si en cada pueblo hubiese uno que por gusto
dedicase algunos ratos al estudio de la naturaleza y á perfeccionar la agricultura,
estaríamos mas adelantados. El que viaja con instrucción y cuidado , puede des -
cubrir algutras cosas , pero los que están establecidos en los pt ieblos , son los úni -
cos que pueden completar los conocimientos titiles á las ciencias y al estado.
6. Me j o r seria la suerte de la Tenenc i a si se pudiesen aprovechar- las aguas que
allí nacen ; pero la multitud de p eña s , el suelo por lo común arenisco , y las continuas
desigualdades del terreno son obstáculos invencibles. E n este recinto nace
el rio C e n i a , cuyas aguas fertilizan aquella parte del Principado de Cataluña , que
hasta el mar linda con el reyno de Val enc ia. A tres quartos de Fredes hácia el
norte nace la fuente pr inc ipa l , cuy o curso tuerce para el oriente junto á dicha al -
dea ; sigue con la mi sma dirección hasta el salto l lamado de F r e d e s , en donde se
precipita de bastante altur a i é imi tando las curvas que forman los barrancos cont i -
núa hasta el rio Mangraner y sitio l lamado tolkt d'en mu, en donde revuelve al
mediodía : engrosado luego con la rambla de la Po b l a , baxa dirigiéndose al or iente
con el irombre de rio de Beni fazá , mudándole en el de Ceni a apenas entra en
el término de este pueblo. La rambla de la Pobla baxa de poniente á oriente por
detras del Bellestar , y ántes de la Muela- rasa recibe las de la T e n a l l a , y la tjue
corre entre el Espelrar y Monas ter io.
7 . En un pais tan montuoso y tan vestido de vegetales como es este , debe