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arrobas de a c e y t e , h.üLíndosc varios olivos de aceytuna blanca , 1 5® libras de seda
, sin contar la lioja que v e n d e n , con la qual se beneficiarian 62> libras nías de
este precioso f ruto, infinita alfalfa , melones , pimientos y otras producciones de
huerta , de manera que los derechos seiíoriales de la Baronía se reputan en 36©
pesos. E n Albe r í c se ve aquella repentina mudanza de trigos en arroces. Un par -
ticular de la poblacion en el corto espacio de 24 horas plantó arroces de un pie de
altura en quarenta hanegadas, donde el dia anterior flotaban las espigas de trigo.
Esto hizo decir á un viajante: „Ti e r ra de Di o s , ayer t r igo, y hoy arroz." N o en
todos los campos se hacen las dos cosechas por los enormes gastos que acarrean.
Preparan la tierra sembrando habas , y las cortan antes de fructificar para que sirvan
de estiercol. Cada hanegada de arroz unas con otras cuesta quatro pesos de
arriendo, y los gastos precisos de cultivo importan o c h o , de mod o que siendo el
producto de cahiz y medio de arroz blanco , que vale por lo menos 20 pesos , le
quedan al labrador ocho por cada hanegada pagado todo gasto. En las moreras
hay aquí la misma práctica que en la huerta de Va l enc i a : ellas suministran leiía
para el consumo de los vecLnoj , que la lograrían con dificultad sin este recurso.
E n arios secos suelen ser mas malignas las tercianas en la Baronía y pueblos occi -
dentales de la Ri b e r a , quando al contrario en San Fel ipe y partes orientales se
manifiestan con fuerza en años lluviosos. Es to prueba que el veneno pestilencial
de los arroces toma varias formas para hacer estragos: aumenta de acrimonia con
la falta de humedad en tiempos secos, y perturba la economía animal con el calor
húmedo en sitios lluviosos. L o s Médi cos deben observar con cuidado los síntomas
, y dar razón de los feno'menos que insinúo.
140. Catorce años hace aún existía Al c o c e r con su Igles ia, y buena parte de
la poblacion. Situado á la orilla del X u c a r , y no lejos de la confluencia de este
rio con el de A l b a y d a , estaba siempre expuesto á inundaciones: padecían los v e -
cinos repetidas pérdidas sin escarmentar, caian edi f icios, quedaban sin cosechas sin
desamparar sus hogares. Ll e g ó en fin el término fatal , acabando con el pueblo las
aguas de Se l l ént , Al b a y d a y X u c a r , y hoy dia son campos cultivados lo que poco
ha fueron edificios. L o s ríos de Sellént y de Al b a y d a se aumentan en varias
ocasiones de tal mo d o , que inundan y destruyen quanto se les pone por delante.
E l de Al b a y d a en una de sus avenidas arrasó el lugar de Paixarel la, cubrió de
tierra los cimientos de los edificios que había dest ruido, y dexó una llanura cul -
tivada de tiempo inmemorial con el nombre de Plá de Paixarella , situada en el
ángulo que forma el Xu c a r con el Al b a y d a . As í quedaron las cosas hasta 1 7 8 5 ,
quando saliendo con furia este rio , como arrepentido de haber reducido á campos
fértiles el antiguo lug a r , destruyó su obra , robó la tierra sobrepuesta, y descubrió
de nuevo los cimientos.
1 4 1 . A una larga legua de Albe r í c hácia poniente está An t e l l a , precedido
de Ga v a r d a , lugarcillo infeliz de 22 v e c inos , y último de la Baronía de Albe r í c .
A l salir de Ga v a rda se atraviesa la acequia del R e y , que queda á la izquierda.
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Antella está al píe de un cerro en las cercanías del X u c a r , tiene 186 v e c inos , y
cerca de una legua de t é rmino, donde hay mont e s , Uanuras y campos de riego.
Buena porcion de estos se destinan al cultivo del ar roz , y los restantes á las producciones
de huertas. H a y bosques de moreras , dilatados campos de melones , pi -
mientos y hortalizas :• el secano produce algún a c e y t e , y cantidad de vino y al -
garrobas ; en lo inculto crece mucho esparto , del que se cogen 4 5 0 0 docenas
de mazos. L o s frutos son 4 600 libras de s eda , 2 700 arrobas de toda fruta,
casi 2$ de algarrobas, 1 7 0 0 de pimientos , docenas de me lone s , 90 cahices
de ma í z , algo menos entre los demás granos y l egumbr e s , y conjo 100 cahíces
de arroz.
142. Mu y cerca del pueblo se ve la presa y principio de la acequia del R e y ,
que como dixe le bebe al Xuc a r sus caudales. Es te r i o , el mas caudaloso de los
del reyno de Va l enc i a , viene por la parte occidental del valle de Cofrentes entre
la poblacion de este nombre y la de Xa l anc e ; dexa por la derecha á Xa l anc e ,
y tuerce hácia el norte en busca del rio Gabr i e l , que se le junta al oriente y rnuy
cerca de Cofrentes. De sde aquí sigue por espacio de siete leguas hasta Ant e l la,
dexando á la derecha Córtes de Pal las , Millares y Sumacárcel , y á la izquierda
Dosaguas y T o u s , pueblos situados entre breñas. Do s cadenas de montes le sirven
de muros insuperables en este largo t r e cho, y le fuerzan á correr por un cauce
profundo y desigual , recibiendo las aguas de muchos barrancos y fuentes, y del
rio Es calona, que le entra por la derecha casi en frente de Tous . Dos leguas mas
abaxo entre Cárcer y Cótes admite el rio Sel lént , y á una legua mas al oriente el
de A l b a y d a , ambos por la derecha , como también el barranco de Bar che ta, que
desagua en Al c i ra. E l río de los Ojos y el Juane s , ó bien rambla de Al g eme s í ,
se introducen por la izquierda quedando Guadasuár entre ellos. Apéna s se ve l i -
bre de mont e s , y entra en las llanuras, describe curvas que altera con freqüencia}
se abre paso algunas veces destruyendo c amp o s , dexando lo que les roba en otros
sitios que antes le servían de cauce} fertiliza las Ri b e r a s , y al fin desagua en el
Mediterráneo las 7 5 4 filas que le quedan ' . Para dar riego á muchos pueblos el
R e y D. J a yme el Conquistador determinó hacer la presa que atraviesa obl iquamente
el cauce del r i o , guiando sus aguas entre las raices del monte y dicha presa.
Fo rma esta un murallon eno rme , reforzado hácia la parte oriental con emparrillados
rellenos de cantería en cuesta mu y suave hácia el cauce del rio. Ha y en
dicha presa cinco portillos con tablones levadi zos , por donde sigue el rio quando
sus aguas son inútiles en la Ribera. Para este fin se construyó sobre el principio
de la acequia un sólido edificio , dentro del qual hay tres compuertas. Quando es-
E1 Xucar ántes de Uegar á Tous tiene 1299 y el barranco de Barchera 182. De dichas i i a i fifiks,
de las quales toman 7 4 6 ! las acequias de Castellò,
de Ant e l l a, de Carcaixént y la Real de Ai c i -
ra. Le quedan por consiguiente 552^, que se van
aumentando hasta l a a r . Porque el rio Sellént Je
da 37 filas, el de Albayda 90 , el de los Ojos 3(10,
las la acequia de Rióla toma 7 7 Í , la de Sueca
la de Fortaléfi 63 , y la de Cullerà 163. Así pues
saciada y aún anegada ia Ribera baxa con tantas
aguas, lleva el Xucar al mar 7 54 filas, que podrían
aprovecharse.