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caballerías, y se inutilizan en pocos años ; los hombres y las mugeres enferman muchas
veces del pecho á fuerza de baxar y mucho mas de subir cargados, despues
de haber trabajado todo el dia ; están por lo común lejos de sus heredades -, faltan
sitios para aumentar las casas, y en todas viven con estrechez sin tener corrales indispensables
al labrador. Por falta de ellos no pueden acopiar el estiercol necesario
para el campo, ni criar muchos animales domésticos, que despues de aumentar la
masa de estiercol, dan utilidades y recursos conocidos.
9 5 . Todo el término de Cervera está lleno de montes, y por consiguiente
desigual, dexando varias cañadas y faldas que se cultivan. E n algunas se ven robustos
olivos, en muchísimas bosques de algarrobos , en otras de mayor extensión
viñedos , en otras sembrados , y por todas partes higueras , y tal qual almendro.
No hay que buscar aquí árbol alguno en que brille ó el cuidado d la ciencia del cultivador
: ni iin solo algarrobo se hallará en el término, que reúna por inxerto los
dos sexos : todos los mas son hembras : los poquísimos machos que hay solo por
su poca corpulencia se libraron de la cuchilla del labrador ignorante. Ningún olivo
está limpio , y la multitud de ramas iiiútiles y niuertas abultan la mole sin utilidad.
Añádese á esto el mal cultivo de los campos, de los quales el que necesita
tres rejas, se queda con una, y aun esa á saltos. Nace esto de que los de Cervera
quieren cultivar mas tierra de la que permiten sus fuerzas -, y es lástima que esta
buena gente sobria y laboriosa no tenga la instrucción que corresponde para doblar
con el mismo trabajo el fruto del algarrobo : cogen hoy 40© arrobas, y llegarian
tal vez á i o o 9 cuidando de limpiar los árboles, y multiplicar los ramos machos.
También podian aumentarse las higueras, cuyo fruto pasa de 120 arrobas ; el
vino llega á jod cántaros, el trigo á 1500 cahices, y el aceyte á 200 arrobas. Hay
ademas de esto mucha fruta, y 1700 crias. Pero esta suma de frutos, aunque resulte
del término de Cervera, no es toda de sus vecinos, porque muchos de Calig y de
otros pueblos tienen aquí parte de sus haciendas, y se llevan el fruto á sus lugares.
96. Por todo el término escasea el agua, defecto general en esta parte del
reyno. Tal vez á esta sola escasez debe atribuirse la corta poblacion del Maestrazgo
de Montesa, y el haberse despoblado varios lugares antiguos, de que se conservan
castillos, ruinas d memoria; porque en otros siglos pudiéron existir algunas
fuentecillas para el pasto de los vivientes, y haberse secado despues, de lo qual
hay algunos exemplos. Los que echan menos en España la antigua poblacion de
los Romanos , sin duda exagerada, como también la de los Moros en nuestro reyno
de Valencia, deben acordarse que los pueblos de estos últimos eran de corto
vecindario , y que las aguas en otros siglos corrían mas cerca de la superficie de la
tierra ' . Los trastornos que sobrevinieron ya por terremotos, ya por repetidos hundimientos
de porciones considerables , han podido alterar el equilibrio y curso
1 El Señor Horacio Benito de Saussure en el
primer tomo de sus Viages por los Alpes, pág. 161,
piensa que la cantidad de agua en nuestro globo disminuye
continuamente. Si esto es cierto como él
pretende , tendremos otra causa de las pérdidas que
observamos en esta parte del reyno.
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de las aguas. El propio peso de estas , y el correr por terrenos que se ablandan y
ceden, d por entre peñas con millones de grietas y filtros , las obliga continuamente
á huir de niiestra vista, hasta desaparecer para siempre muchas de ellas. Así
pues no es siempre culpa de la actual generación si quedan tierras incultas ; y si
nuestra especie no es hoy tan numerosa como algunos pretenden lo fué en otros
tiempos. En quanto al de los Moriscos demostraré en el discurso de esta obra,
que si en la expulsión general del año 1609 y siguientes salieron del reyno de
Valencia 300© individuos , se hallan en el dia reemplazados con mucho aumento.
97. No hay pueblo en el reyno que reúna en su término mayor copia y variedad
de mármoles que Cervera. Muy cerca de las últimas casas de la villa en la
partida llamada la Trinchera, está la cantera del precioso mármol que se empleó
por primera vez en las columnas del altar mayor del real convento de Montesa.
Los bancos forman ángulos agudos abiertos al mediodía i están separados por una
capa delgada de marga caliza, que observé reducirse á polvo muy fino quando
quedaba expuesta al ayre, conservando varios fragmentos de las conchitas que se
descubren en el mármol, del qual se distinguen tres variedades. L a primera se
compone casi enteramente de conchitas de diferentes géneros , y presenta un color
gris con algo de amarlEo i en la segunda el fondo es amarillo dorado con minchas
de color gris, y las conchitas mayores conservando su nácar y brillo natural
; y en la tercera el fondo es gris azulado sin manchas doradas ni amarillas. 0 : r a
cantera se halla en el camino de Calig y partida llamada la Perdiguera, que se extiende
como media legua formando lomas y cerrltos. El mármol se presenta allí
sin excavación en pedruscos de algunos pies de diámetro, mezclados con marga
arcillosa colorada ; y es dlficll hallar dos cantos del mismo color, aunque estén
contiguos. Se estiman y prefieren los que sobre un fondo de color de carne reúnen
pedacltos menudos mas encendidos y otros blanquecinos, todo revuelto como picadillo.
Los hay de fondo blanco ó amarillo con manchas mayores , pero en corto
número. Otra cantera mas abundante se halla en el barranco de les Tendes.
Quando separados los cerros que lo forman pueden correr las aguas con libertad,
van dexando los cantos que arrastráron , y hacen montones de tres y quatto varas.
Estos cantos de varios colores y tamaños son como las muestras de lo que
se encuentra por mayor subiendo el barranco. En efecto á un quarto de hora de
distancia ful hallando las masas de donde se desprendiéron ; unas en pedruscos
enormes embutidos en tierra arcillosa muy dura , y otras en bancos Inclinados al
horizonte. En solas dos horas escogí once suertes de mármoles, cuyos fondos color
de rosa , de aurora , blanquecino , roxo y amoratado, todos con variedad de
matices. La multitud de conchas que se conservan en los mármoles , los buccinos
petrificados , y las ostras estriadas que se hallan sueltas por los montes de Cervera,
prueban con evidencia que aquel recinto estuvo antiguamente cubierto del mar.
98. A hora y media al nordeste de Cervera está Calig sobre una loma á la
derecha de la rambla. Al principio del siglo vivían allí 350 vecinos, que se han ,
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