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chos en los ribazos , que por dicha desprecia el labrador ignorante , quedariaii sin
fruto los algarrobos. Fuera de esto cuidan tan poco de educarlos, que causa compasión
ver el matorral de varas y retoños que circuyen al t ronco, y el gran número
de otras muertas, secas tí imitiles que lo cargan sin utilidad.
13 j . Un solo monte separa á Fanza'ra de Ribes-albes , y sus cuestas alargan
la verdadera distancia. Desde la altura se descubre este último pueblo , y aunque
el piso es pedregoso , sostiene muchos arbustos y plantas , todas conocidas. El rio
forma un grande rodeo para buscar las gargantas de aquellos montes , y pasar luego
junto i Ribes-albes , que está á la orilla , prolongándose cuesta arriba. Quarenta
años hace no pasaban de 30 sus vecinos, y hoy llegan á 130. A l g o ha contribuido
á este aumento el de la agricultura, que da mayor copia de frutos , si bien
proporcionados al corto término de tres quartos de hora, por lo común montuoso,
sin mas huerta que unos quaterna jornales ; pero la principal causa es la fábrica establecida
allí por D. Joseph Ferrer, pintor de profesion, dotado de luces para quanto
quiere emprender, el qual por sí solo concibid y executó en Ribes-albes una fábrica
semejante á la de la Alcora. Se aprovechó de la naturaleza del terreno contiguo
á la fábrica , compuesto de arcilla amarillenta , que destinó para materia primera
de la obra ; y consdtuyéndose él mismo arquitecto, maquinista y director,
levantó el edificio con un taller completo , mejoró la condicion de los hornos , y
construyó una buena máquina para moler los materiales del barniz. De modo que
desde el año 8 r en que puso mano á la execucion de su proyecto, ha dado tal
aumento á la fábrica , que anualmente consume 700 arrobas de plomo, y el correspondiente
estaño para barnizar la obra, que vendida por mayor á los cargadores
produce mas de j S pesos. Esta fábrica ha dado nueva vida al pueblo, y ocupacion
á muchas familias, empleándose en ella hasta los niños de diez años. Co n estos
provechos, y con los que les facilita la agricultura , viven con decencia los del pueblo.
Los frutos son s o o cahices de trigo , 150 de maíz , 500 libras de seda , 600
arrobas de higos , 15© de algarrobas , y 500 de aceyte.
132. En este término y en los inmediatos á la Alcora y Onda son freqüentes
las minas de excelente arcilla, de que se hace el barro para las fábricas. Los montes
son por lo común calizos, bien que hay porciones areniscas , y algunas minas
•de hierro micáceo ya compacto , y ya reducido á polvos. E n los barrancos contiguos
á Ribes-albes se hallan masas considerables de marga endurecida de un blanco
obscuro , dispuestas en capas desde un dedo de grueso hasta lo sutil de un papel
: están muy penetradas de betún , que se da á conocer por el olor fétido que
sale frotando algún pedazo ; puesto sobre las aguas arde , y es insoportable el hedor
que exhala. Algunos han creído que es carbón de piedra , sin mas fundamento que
arder aquella materia , y aun esto con dificultad. La mucha tierra de que se compone
, y el fèndo é insoportable olor que despide, la hacen inútil para usos eco-
LIBRO SEGUNDO.
CENTRO DEL REYNO DE VALENCIA.
H e m o s visto en el primer libro montes interrumpidos por barrancos, eriales
sin agua , sin vegetales , sin colonos , ftios msoportables , muchas ramblas , y
un corto no que se consume en Cataluña : ahora entramos en llanuras dilatadas á
la vista del mar , en un jardin continuado por mas de quince leguas , en un suelo
fértil, templado y siempre v e rde , en tm bosque de naranjos, moreras , olivos, algarrobos
y frutales : vamos á ver tres rios , cuyas aguas repartidas por mil canales
de riego dan vida y lozanía á los vegetales , y útil ocupacion á millares de fami -
lias. Para proceder con algún orden , y guardar cierta union con los últimos pueblos
descritos en el libro antecedente , empezaremos por la Plana.
IDEA GENERAL DE LA PLANA.
3. Ha y en el reyno de Valencia algunas porciones que sobresalen entre otras
por hallarse transformadas en jardines útiles , donde se ve casi siempre viva la naturaleza.
Entre ellas merece un lugar muy distinguido la conocida con el nombre
de la Plana ó Llanura. Báñala por el nordeste el mar ¡Mediterráneo, y por los otros
rumbos la cierran montes dispuestos en arco , que apoyan sobre Benicásim y A l -
menara , siendo los principales los que hacen parte de la sierra de Espadán ; de
los quales va el terreno descendiendo en cuesta suave hasta el ma r , compuesto
siempre de marga arcillosa, cuyo color roxo es mas subido en Villa-real. Las faldas
y raices de los montes , como también gran parte de la llanura , es secano i sígnense
luego huertas termmadas por marjales mas ó menos areniscos , mas ó me -
nos abundantes de agua, que el arte conduce hasta entrarla en el mar. Desde el
collado de Almenára hasta las faldas y raices meridionales de los montes de Bor -
riol hay como seis leguas , y mas de dos desde el mar á los montes opuestos. El
rio IVIilláres cruza la Plana por la parte septentrional, dexando por su izquierda
los pueblos de Castello y Alma z ó r a . y por la derecha los de On d a , Bechi y Vi l a -
vella , situados al poniente del camino real ; la Llosa , Chi lches, Moncófa , Bur -
riana y Mas cardi , están al oriente del camino que corre de mediodía á norte , pasando
por Nul e s , Villa-real y Castellò. Seis son los lugares principales , Castellò,
Villa-real, Burriana , Almazóra, Nules y Onda i los otros son de corto vecindario.
Distinguió el Autor de la naturaleza á la Plana con un terreno férdl y abundantes
aguas , con un cielo hermoso y despejado -, dispensó á los vivientes un ayre
puro y una atmósfera sana , á los hombres robustez, amor al trabajo , y talento
para sacar del suelo preciosos frutos. Al l í crecen y prosperan quantas producciones
desea el hombr e , no solamente para la v i d a , sino también para recrear los sentidos.
Aunque las tierras de este recinto son de la misma naturaleza en huertas y
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