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HUERTA DB VALENCIA, T SUS CERCANÍAS OCCIDENTALES.
42. La inmensa poblacion y riquezas del recinto que vamos á examinar depende
del Turia, y quizá mas del modo con que allí se aprovechan las aguas, y de
la inteligencia, constancia y ardor infatigable con que se cultiva el suelo. Para
apreciar el mérito del cultivador es preciso conocer á fondo la condicion del terreno
que cultiva. Veamos pues qual es la posicion fisica , qual la naturaleza de este
terreno, siguiendo el cauce del rio desde Villamarchante hasta el mar , y desde
Puzdl á Catarroja. Entre estos dos pueblos, limites hasta donde la industria ha
podido guiar las aguas del Turia por mil canales, media un espacio de casi quatro
leguas de á 80 varas : queda el mar al oriente , y por el rumbo opuesto á una legua
larga empieza el terreno á levantarse en cerros, seguidos despues de montes. L a playa
sin la menor roca es de linas arenas , cuyo grueso , dificil de calcularse , se prolonga
hacia los montes cubierto de greda ' : sobre esta carga la tierra , cuya capa
aumenta de fondo según nos apartamos del ma r , y es de naturaleza marga'cea por
lo común arcillosa, bien que en mtichas partes arenisca, no solamente en las cercanías
del mar , sino también en las de algunos montes. Los cerros son calizos , y
sus raices se esconden en la tierra á quarenta y mas pies de profundidad : hállanse
en su interior vestigios y estampas de animales que vivieron en las aguas. En las
inmediaciones del mar y tierra adentro , en partes hasta media hora , se observan
varios manantiales tanto mas copiosos , quanto mas apartados del cauce del rio,
los quales humedecen el suelo, y lo convierten en pantanos y marjales, cuyas
aguas salen al mar por los azarbes que se han abierto. De l mismo modo que se
notan diferencias esenciales en la superficie de la tierra, se infieren otras en lo interior
por los efectos que se observan. Desde Valencia hasta Muséros por exemplo,
esto e s , por espacio de legua y media, las lluvias que se introducen en la tierra
corren ocultas sin obstáculos } pero desde Muséros hacia Puzdl , en una gran distancia
, los encuentran tan poderosos, que quedan sin curso en las entrañas hasta formar
pantanos y juncares en sitios ántes áridos, é incapaces de riego por su altura.
Jamas se verifica este feno'meno sin haber precedido abundantes lluvias, siguiéndose
entonces por tres ó mas aiios enfermedades y epidemias que disminuyen
nuestra especie. La verdadera causa de estos tristes fenómenos está aun oculta, y
parece ser de aquellas que ni se pueden determinar ni impedir ; pero su misma
gravedad exige mayor esfuerzo de nuestra parte para descubrir algo en un objeto
en que ¡ntcreia la salud. Ta l vez mis observaciones darán alguna luz, y por eso las
pondré aquí , añadiendo algunas conjeturas sobre la formacion de aquel suelo.
I El Señor Bowles en su introducción á la Hi s -
toria Naturai de España, pá g .38,di c e : „Es ta faxa
j,de tierra gredosa se halla á dos pies de la superfi-
„ c i e , está llena de gotas de mercurio virgen , lo que
„verifiqué en ditereutes parages haciendo varios poj,
zOs , con especialidad en casa del Marques de Dos-
„aguas. En San Felipe hemos visto el azogue v í r -
,,gen en tierra blanca caliza acompañado de petrifi-
„caciones^ y en Valencia ie venios en la greda sin
„ellas."
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