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ra de Castello , y á dos horas de poniente á oriente entre el de Onda y el mar.
La mitad del término con corta diferencia es huerta, y la otra secano , preciosa
aquella y bien aprovechada, pero en el secano hay porciones floxas por las peiías
calizas que en varias partes ocupan la superficie sin tierra. El aprecio que los de
Almazora hacen de sus huertas, contribuye á deteriorar el secano : necesitan abonos
para reparar las pérdidas que las continuas cosechas causan en la huerta, y
no teniendo bastante estiercol, quitan tierra al secano , y la pasan á los campos de
riego. Esta operacion se hace siempre en perjuicio de los olivos, viñas y algarrobos
, que se ailtivan con el descuido tantas veces insinuado. Parece imposible que
la agricultura de taii corto recinto haya sido capaz de sostener y fomentar el aumento
de nuestra especie hasta el punto asombroso en que la vemos, mayormente
no habiendo en Almazora fábricas, ni mas industria que la agraria: 126 vecinos
habia dos siglos hace, 400 al principio del corriente, y hoy llegan á i©, en
medio de las crueles pérdidas que causaron los arroces. Por fortuna se prohibieron
á vista de las epidemias que diezmaban los habitantes, y desde entonces se
restableció la salubridad de la atmosfera. La aplicación de los Almazorános compite
con la fecundidad del suelo : le piden sin cesar cosechas, y lo fuerzan á satisfacer
sus deseos : no contentos con su propio término, pasan al contiguo de Burriana,
del que poseen y benefician una porcion considerable. Allí principalmente
crian aquellos pimientos tan celebrados por el gusto, tamaño y hermosura, muchos
de los quales pesan á quatro y cinco onzas. De ellos se cogen i ood arrobas,
de trigo 9© cahices, 1500 de cebada, de maiz , 38 de judias, 100 de habas,
2500 arrobas de cáñamo , 7© de algarrobas, 3© de higos, 5© de aceyte, 4^) de
frutas, 23 de hortalizas, i o 0 cántaros de vino , y i o 0 libras de seda. ¡Qué bien
pagados se ven aquí los sudores de los hombres !
12. Antes de llegar i Burriana se pasa el puente que está sobre el rio seco de
Bechi, cuyo origen y curso vamos á describir. Al poniente de la Plana corre la
sierra de Espadán de norueste á sueste , y en ella se notan varios picos elevados,
principalmente el llamado de Espadán. Aquí se dividen las aguas corriendo unas
á poniente hasta entrar en el rio Palancia, y otras hácia el oriente, que se reúnen
en el rio seco de Bechi por varios barrancos. Tres son los principales que principian
en Hain, Chinquér y Suera. El de Hain , que es el mas meridional, baxa
por entre los montes de Eslida y Artana, hasta encontrar la rambla de Onda.
El de Chinquér se precipita por la Alcudia , Veo , Benitandús, Tales y Artesa,
recibiendo el de Suera, que es el mas septentrional, é introducidos ambos en la citada
rambla de Onda , se juntan con el de Artana , y pasan por las inmediaciones
de Beclií 5 atraviesan la Plana dexando Villa-real á la izquierda , y á la derecha
Burriana, y siguen después en busca del mar. En el tercer libro explicaré la naturaleza
de los montes por donde corren los barrancos, como también la industria
y aumento de los vecinos de aquellos lugares. Vuelvo ahora á la villa de Burriana.
Colocada casi en el centro de una grande huerta, anuncia comodidades en sus
edificios. Tiene hoy dia 1400 vecinos, ocupados en cultivar la tierra, y en multiplicar
sus producciones, siendo común hacer dos cosechas de judías en un año y
en un mismo campo, como también en las tierras que sirvieron para cáñamos coger
después judías. De cincuenta años á esta parte se ha doblado el numero de vivientes
, y quadruplicado el cultivo , entrando en los campos de Burriana al pie de
1500 labradores de los pueblos vecinos, que poseen allí haciendas considerables.
El rio MiUáres es la verdadera causa de estos fenómenos admirables, del qual toman
los de Burriana tantas aguas, que han convertido en huertas todo el término,
esto es, dos horas entre los de Almazora y Nules, y una entre el mar y Villareal
Es lástima que abusen de las aguas en perjuicio de los de Nules. Inundan
sus campos sin necesidad conocida, y cuidan poco de contenerlas dentro de las
áreas. De aquí resulta que las aguas se derraman y pierden hasta formar atolladeros
en el camino , que es de marga arcillosa. La multitud de huertas, y el no tener
los de Burriana baldío alguno, á excepción de las arenas que baña el mar, ha
causado suma escasez de estiercol, el qual hace falta para beneficiar los campos, y
para lograrlo acuden á medios ruinosos. Uno es el ganado que pasta con sobrada
freqüencia á costa de lo que hurta, no obstante las multas señaladas : otro el ir
siempre robando tierras de las acequias, disminuyendo el grueso de los ribazos,
hasta dexarlos sin fuerza para contener las aguas, de las que gran parte se pierden
en perjuicio de los de Nules : otro en fin hacer hoyos en los caminos, llevándose
las tierras á sus campos. Parece duro poner límites al genio industrioso de los de
Burriana j pero resultando perjuicios conocidos, creo que se les debiera forzar á
conservar enteros y firmes los canales de riego , á contentarse con las aguas que les
pertenecen de justicia, y á regar por horas, como se practica en la parte meridional
del reyno. También sería útil hacer aquí, respecto á los de Niües, lo determinado
sobre las aguas de Castello y Almazora , que van ahora por diversos canales.
Y puesto que los de Nules pagan la tercera parte de los gastos, permítaseles
asimismo tomar por canal separado la tercera parte de las aguas, ó aquellas á que
tengan derecho. Burriana tuvo también la desgracia de cultivar arroces por algunos
años. Los que en aquella infeliz época no pagaban con la vida, diferian el momento
fatal entre enfermedades y congoxas. Por fortuna se prohibió el cultivo doce
años hace, y en este corto espacio hay una tercera parte mas de vecinos, y
mucho mayor de frutos. Tienen pocos olivos, y menor número de algarrobos ; pero
se ven bosques de moreras, mucho grano, fmtas y hortalizas. Se cogen 1521 cahices
de todo trigo, cerca de de cebada, 8© de maiz , 6© de judías, 3© arrobas
de cáñamo, 30 de higos, 32© de todo género de frutas, 2© de aceyte, 15©
cántaros de vino, libras de seda, y 6o9 arrobas de pimientos,con infinita
alfalfa y hortalizas.
13. El gran cuhivo que se observa en todo el término es causa de la escasez
de leña que padecen los de Burriana, viéndose precisados á traer de quatro y seis
horas de distancia la necesaria para los seis hornos de la villa. Alguna summistra
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