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que en otro pais pasatian por deliciosos jardines. Los paseos son de notable espaciosidad
y hermosura, señaladamente los del oriente , norte y mediodía , mas frondosos
y frescos por la inmediación del rio , sobre el qual hay cinco puentes magníficos.
Recréase el ánimo por sus anchurosas calles ya con la frescura y amenidad,
ya con la variedad de árboles. Vense olmos, palmas, pLítanos y cinamomos mezclados
con algunos naranjos : la falsa pimienta ó jc/f/mw molli de Linneo forma
allí un árbol corpulento y elevado. Lo templado de la atmósfera perinite que muchas
plantas de América como el aguacate, el chirimoyo, la casia afelpada y la yuca
vivan en aquel sitio como en su misma patria. Caminando de la Alameda al Grao
se ven el solano sodomeo y varias mimosas, sirviendo de cerca en algunos campos.
El frequente murmullo de las aguas que corre por intrumerables canales de
riego i la variedad de flores, frutos y vegetales que cubren el suelo ; la multitud
de labradores que viven en los campos , animan aquel quadro, y producen sensaciones
ó nuevas ó tan dulces , que aunque repetidas siempre encantan. Esta multitud
de objetos, la ciudad entera , y los lugares esparcidos por la huerta , presentan
hermosas vistas quando de algún punto se abraza parte de ellos. Es admirable
la que ofrece la torre de la Catedral edificada en el siglo 14 , cuya altura es de
235 palmos valencianos. Puesto el observador cerca de la campana de 215 quintales
, ve la playa del mar , que en forma de cuerda corre diez leguas desde Cullerà
hasta Mnrviedro , empezando en estos dos puntos el arco de montes de que hemos
hablado. En este espacio queda la huerta de Valencia y parte de las riberas
del Xucar. Registranse desde aquella altura las habitaciones de i o o 3 almas, la
multitud de torres y nípulas de las Iglesias , las murallas de la ciudad , el curso del
Turia y el de algunos canales. Sigúese á estos objetos la huerta , por todas partes
verde, sembrada de árboles , casas de campo y lugares. Al norte y poniente es
mayor el número de poblaciones por ser todo huertas sin arroces, y en la parte
meridional á mas de una legua empiezan los arroces , y luego el gran lago, ó
Albufera.
51. Mas interesante es aún la vista que se descubre de las alturas de Torrént,
lugar de r 200 vecinos, situado á legua y media, y al poniente de la capital. Puesto
el espectador en la línea que por aquella banda separa la huerta del secano , mirando
al oriente ve el horizonte de diez leguas , terminado por el mar desde Murviedro
hasta Cullerà, y junto á esta la Albufera. La capital ocupa casi el centro
de este lienzo, y en ella se distinguen y reconocen los principales puntos. La multitud
de lugares desde Puzól á Catarroja forman con ella una vistosa confusion,
creyendo el observador que mira una ciudad de quatto leguas de diámetro , tomando
por jardines los intervalos que separan los pueblos. Todo sorprehende y embelesa
i un verde sin interrupción , pero con varios tintes, que forma la multitud y
variedad de árboles plantados en este largo trecho; un sin número de lugares y de
granjas que blanquean entre la espesura de aquel bosque aparente , porque la distanda
no permite descubrir el terreno interpuesto entre las lineas de los árboles;
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una multitud en fin de direcciones y colores en los campos vecinos, y en estos las
varias producciones á que los destinó la prudencia ó el gusto del labrador. El
cielo despejado y la pureza del ayre añaden nuevo Ínteres; de modo que iri se cansan
los ojos, ni se sacian de ver y registrar aquel prodigio de la naturaleza y del
arte. Esta vista produce ima sensación comparable á la que excita uno de aquellos
quadros en donde los célebres pintores amontonáron varios grupos de figuras con
cuidadosa confusion. Si la primera vista sorprehende y embelesa, el examen que
después se hace de cada figura y de sus partes causa nuevo deleyte. Pero dexadas
generalidades, examinemos los lugares empezando por Puzól.
52. Se halla este pueblo al norte de Valencia , y al mediodía de Murviedro:
sus campos fértiles confinan por la parte septentrional con los Saguntinos, y por
la meridional con los del Puig ; los del poniente son bastante áridos, y los del
levante , como inmediatos al mar , baxos , y algunas veces aguanosos. La disposición
iratural del suelo, y las aguas que recibe del Tur ia, proporcionan toda especie
de frutos. La aplicación y cuidado de los cultivadores compite aquí con la
fecundidad de los campos ; resultando de esta fehz combinación de cimuistancias
un aumento extraordinario en nuestra especie. En 1784 no pasaban de 500 los
veciiros de Puzól , que hoy llegan á 666. La agricultura , único recurso de la población
, no hubiera podido por sí sola producir tal aumento en el corto espacio
de diez años, á no concurrir otra causa poderosa que inejorando la condicion de
la atmósfera , fortifica la salud y robustez de los hombres. Los de Puzól cayeron
en la debilidad de cultivar el arroz en las partes hondas : preparaban dentro de
sus casas el estiercol, indispensable para lograr cosechas abundantes, y para ello
detetrian las aguas en los sitios contiguos á sus habitaciones, donde se corrompían
los vegetales , y fermentaban otras materias. Pero en 1784 conocido el yerro , destcrráron
la planta que inficionaba el ayre, y recobró el pueblo la salubridad que
le es propia. Desde entonces se multiplicáron los brazos y el cultivo, correspondiendo
los fmtos al trabajo. Cogense en este término 5© libras de seda , 2S) cahíces
de trigo, id de raaiz, 600 de Judías, 428 cántaros de vino , 600 arrobas de
aceyte, y de algarrobas. Las fortunas de los particulares se hallan bastante bien
repartidas en el pueblo -, no son allí como en otros del reyno el patrimonio de
un corto número de ricos. As í pues, dueños regularmente de lo que cultivan , se
animan á sacar todo el partido á costa de sudores voluntarios. También contribuye
á la felicidad del pueblo el vivir allí largas temporadas los Señores Arzobispos
de Valencia. El Señor Mayoral, cuya beneficencia , virtudes y paternal cariño se
conservarán siempre en el corazon agradecido de los Valencianos, convirtió en
jardin una extensión contigua á su palacio, formando el primer modelo de un huerto
botánico que se vid en el reyno, y logro que el chirimoyo y aguacate, plantados
al ayre libre, diesen frutos como en América. En estos últimos años se ha enriquecido
el jardin con intinitos vegetales, como yucas , cactos • parkinsonia , poinciana,
ciprés tableado, y una gtan multitud de mimosas, que vegetan con fuerza