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las aprovechó para regarlos. Es hoy dia un jardín hermoso de frutales y hortaliza,
y lo adorna mucho ia còmoda habitación que edi f i có, á donde se retiraba algunos
días viviendo entre aquellos que le miraban como á padre. Junto al nuevo jardin
se conservai! las ruinas del antiguo pue b l o , del qual quedan muros y un algibe.
Aqui vi con abundancia la zibida ó aloe perfoliata que se cria en Oropesa y Mur -
viedro. Se beneficiaba antes esta planta , y en Benicásim daban al Señor territorial
300 reales para obtener la facultad de cortar las hojas : hoy está abandonado este
corto ramo de industria.
7 1 . En los iiiontes que separan á Benicásim de la Pobla se halla el Desierto
de las Palmas y el Conv ent o de Carmel i tas Descalzos. Ocupan estos un término
superior á sus fuerzas, y aun á los deseos que manifiestan de cultivarlo. N o hay que
buscar aqui llanuras, todo se reduce á picos elevados que dexan entre si angostos y
profundos barrancos} los montes son por lo común de amoladeras : hay también
mucha piedra arenisca micácea de un roxo obs curo, que proviene de la porcion
de hierro que contiene. R e y n a tal desorden desde la raiz hasta la cumbre de los
cerros y mont e s , tal multitud de enormes cantos acinados , sin imion aparente y
muchas veces sin tierra, que parecen efectos de violentas convulsiones. E n los barrancos
y faldas se ven excavaciones naturales, hundimientos y abiuidancia de tierra
5 débi l cimiento para sostener aquellas moles. La humedad y varios manantiales
contribuyen á debilitar la fuerza de la base. De aquí nace poca seguridad en
los campos y en los ribazos que se levantan para contener la tierra , y mucho riesg
o en los edificios. Es t o obl igó á los Padres Carmel i tas á transferir su Conv ent o
á otro sitio mas elevado y ménos expuesto : lo tenían antes en una cuesta, y en las
cercanías de los manantiales con que regaban varías huertas dispuestas en gradería?
pero viéndose expuestos á perecer por los freqüentes hundimientos , prefirieron
el nuevo sitio que hoy ocupan al ant iguo, mucho mas agradable. Cul t ivan algunos
campos para granos y hor tal iza, tienen varios viííedos y buena porcion de algarrobos
, que les dan copioso fruto en cantidad de mas de 69 arrobas. T o d o aquel
recinto es mu y á propósito para este árbol , pero los veinte Frayles que lo poseen lo
aprovechan mu y poco contra la economía que suele verse en casas religiosas, abandonándolo
á una esterilidad perpetua. El Pr i o r , que traté en mi primer v i a g e , se
quejaba de que sus hermanos no querían adoptar las ideas que les sugería de aumentar
el cultivo : sabía que esta resistencia no era efecto de la pobreza religiosa
que profesan , sino de la condescendencia que tenían á favor de los l e gos , cuy o
trabajo crecería al paso que el cultivo : como si no pudieran traer cultivadores de
los pueblos vecinos. El Prior desearía aumentar las rentas para socorrer á otros
Conventos que apenas tienen lo necesario -, y los buenos Re l i g iosos , sin advertir
que el aumento de frutos redunda en beneficio del Es tado , prefieren el ocio á la
felicidad pública. Sí los pueblos de la comarca tuviesen la libertad de entrar en
aquella dilatada cerca, y de hacer nuevos plantíos de algarrobos y viñas, mu y presto
se disminuirían los eriales. E n pocas partes del reyno se ve el suelo mas cubíerm
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to de vegetales ; casi siempre inculto , no pone estorbo i que se multipliquen. La
multitud de barrancos, el abrigo en unos, y en otros la humedad favorecen la v ege -
tación. Solamente los ganados , y alguna vez la quema que maliciosamente causan
los pastores, interrumpen la libertad en que se halla la naturaleza. A s i se ven largas
lomas y cuestas cubiertas de madroños , cuyos frutos encarnados resaltan sobre
la verde espesura de sus hojas. E n los barrancos se levanta á ocho y mas pies la
retama de flor, arbusto precioso por la hermosura, multitud y fragrancia de sus
grandes flores : es común la xara blanquecina y de Mompe l l e r , el lablérnago , la
adelfa , el romero , el guardalobos, palmitos , rosales y aliagas : en el antiguo convento
hay hermosas palmas , y el ciprés de ramos horizontales : en las alturas se
hallan pinos hasta la misma cumbre , y en la sombra de estos crecen plantas curiosas
como la xara tuberaria , la eufrasia amarilla , la escabiosa de flor blanca , la dr -
quide abortiva ; y entre otras un cardo nue vo, que es el glaacus de mi tercer tomo.
Por esto pues aunque los caminos se reduzcan á malas sendas y repechos , se me
hicieron suaves con los nuevos objetos , interesantes para la historia natural , y con
las vistas agradables que se descubren ya de Us puntas llamadas las agujas de Santa
A g u e d a , ya del empinado monte coronado por la ermita de San Migue l . De s -
de aquí mirando al norte se ve la llanura de Caba'nes y BeiJloc , que se prolonga
hasta las inmediaciones de Cané t , estrechada entre dos cordilleras de montes,
siendo la de poniente la sierra de Engarceran. Tor c i endo hacia poniente se ven los
montes de Vi lafamés y Useras , y mucho mas lejos la empinada punta de Peña -
golosa ; y revolviendo despues del norte hacia el oriente se empieza á ver el mar
desde Peñiscola hasta mas allá de la Pl ana , distinguiéndose en esta las torres d campanarios
de Castello , Alma zdr a y Btirriana. E s ciertamente un sitio agradable por
la multitud de vegetales que sostiene, y por la variedad de objetos que se descubren.
72. En tres quartos de hora se puede baxar desde la ermita hasta el convento
, y algo mas se emplea en continuar las cuestas hasta Beni cás im, que está al
oriente con declinación al mediodía. La Pobla está casi al poniente , y á igual distancia
con corta diferencia que Beni cás im, aunque se emplea hora y media en ladear
montes y cruzar barrancos, formando el camino una especie de arco. De sde
el convento se sube á la porteria alta , y allí empiezan las cuestas hasta el pueblo;
disminuye la cantidad de piedras calizas , y se aumenta la de amoladeras arenisco
gredosas bastante duras y coloradas. Cas i al fin de la última cuesta se observan
vetas de quarzo ferruginoso entre capas apizarradas : se descomponen estas y se
reducen á fragmentos y p o l v o , quedando esparcidos los pedazos de quarzo. D e la
descomposición lenta de estos montes y cuestas se han ido formando campos,
unos areniscos y otros en ma yor número gredosos , en donde prosperan los viñedos
, higueras y sembrados. E n los incultos de la partida de la At a l a y a inmediata
al pueblo crecen muchas plantas como lentisco , fresniUo, las xaras de Mompel ler ,
crespa , goteada y la parecida al romero , la hiñesta de España , el brozo escobero,
la briza medi ana , y entre otras gramas uii mi jo nuevo mu y petjueño y gracioso